JORNADA HUASTECA: Proponen “periodismo gonzo”

Muchos medios en la zona norte hacen periodismo “chabacano”

Zona Norte

- 2011-11-11

Al ejercicio del periodismo siempre se han dedicado muchas personas por experimentar o para practicar; en el camino lo van dejando si no le encuentran gracia, negocio y muchas veces aunque no tengan talento si encuentran negocio, lo siguen haciendo.

Los jóvenes egresados de comunicación y áreas afines, no quieren escribir; andan buscando medios electrónicos y destacar en la imagen, los menos llegan a las redacciones, prueba de ello es que en Poza Rica, en el 2008, de las tres facultades que a esto se dedican, solo emigró a los periódicos un grupo de 5 reporteros, de los que sólo uno sigue de diarista.

En este contexto, muchas empresas tienen que improvisar y formar gente, pero es un área de la que se disparan alternativas y surgen nuevos medios y pequeños colectivos en torno a páginas publicitarias, servicios de creación de una especie de video reportajes y programas de radio, que no son propiamente medios nuevos, sino el tránsito a la formación de otras opciones de ingresos que pronto se terminan.

Así está sucediéndose en la zona norte de Veracruz, con una suerte de publicaciones entre campañas políticas, que además, suman a las acostumbradas, otro tipo de servicios para cierta clientela, que también se terminan con el negocio económico.

En esta suerte de un periodismo alternativo, que aparece y desaparece con las oportunidades publicitarias o de promociones, hay un periodismo chabacano, costumbrista o muy relajado en su presentación, que se apoya en internet y que no tiene una regulación; o que publica por temporadas.

De las opciones multimedia, algunos jóvenes han logrado presentar alternativas y formar agencias en la zona norte, además pequeños semanarios, periódicos y revistas quincenales, le dan servicios a municipios; y también conforman programas de radio con patrocinios.

Pero tal parece que este fenómeno no solo es local, sino mundial.

En algunos lugares a partir de estas opciones que surgen, están promoviendo más variaciones a la presentación de noticias, como las de 13 palabras para los tuiteros, que ya son una competencia franca para volver al lead de telegrama prácticamente para informar en un mensaje (SMS) o Twit, todo lo acontecido, el reto de los periodistas para esto, es compartido por los propios usuarios de internet y web2, esto para competir en la publicación de noticias en tiempo real.

Si bien en Cuba hace una década se promovía el periodismo popular para mejorar la comprensión en el pueblo de las noticias y hacer notar los efectos de los hechos en su vida cotidiana, ahora es viceversa, la propia gente está al pendiente de las noticias para reproducirlas inmediatamente y emitir su comentario sobre las mismas, aprobando o reprobando los hechos, con un efecto inmediato en su círculo de amistades y en sus receptores directos.

Las herramientas han puesto al alcance del pueblo todo el poder para la comunicación y en tiempo real.

El efecto es devastador para los medios y a su vez les obliga a estar pendientes de los tuiteros y otras redes para seguir una noticia, lo que podría hacer o ayudar al reportero a ir corriendo al lugar de los hechos a reportear las cosas, o así la gente imagina que debiera suceder.

Solo que la frustración llega pronto a ellos.

En el ambiente flota una situación que ningún medio va a obviar, tanto la dependencia del reportero con el medio, como la seguridad del reportero; y además de que el reportero tiene temas que vigilar, investigaciones que seguir y cosas qué hacer, y pocas veces de una cosa reportada desde la calle, llega esto a las redacciones de inmediato.

Cosa distinta sucediera si le quitamos el tamiz de rutina al asunto e intentamos hacer un trabajo de reportero en tiempo real.

Solo pocos consiguen eso, por ejemplo los que están en el lugar preciso a la hora precisa y captan una nota enseguida, como un choque que retratas inmediatamente u otro hecho que puedes plasmar por encontrarte en el momento preciso, pero de ahí a que llegue a una redacción, pase por la necesidad del medio y sea publicado, ya es cosa de criterio del dueño de esa empresa.

Pero habría que averiguar qué tanto corresponde un tipo de periodismo de este tipo a la necesidad informativa de su cliente y si aquél va a poder sostener por mucho tiempo este servicio. Muchos medios ya tienen sus foros para agregar noticias y fotos de hechos en zonas de sus web y las publican, pero se convierten en una especie de entretenimiento, además en las zonas de publicación de videos pasa lo mismo, los hechos quedan retratados para la posteridad y se coleccionan si acaso resultan atractivos para los videos divertidos, o espectaculares de accidentes y otros hechos.

No obstante no llegan a historias que se persigan de oficio aportándoles los datos necesarios para configurarse como noticia con todos los materiales que requieren y el servicio técnico y de apoyo que le provee un profesional de la comunicación.

Así está suscitándose el periodismo gonzo, alimentado de lo que sea para llegar a la médula del asunto, no le hace que vaya carente de una técnica.

Aunque las claves de esta técnica tienen décadas de haberse hecho notar, últimamente se antoja
parecido a lo que muchos de los compañeros descritos hacen, sin embargo como propuesta alternativa en un escenario como el actual, en el que la dependencia de tener la noticia, ya no está en equilibrio con el impacto de la misma, esconde otros riesgos.

El riesgo de alcanzar una nota que a como dé lugar incrementa los riesgos para el reportero.
Podría llamarse chabacano al que lo ejerza sin medir las consecuencias, sin educarse como alternativa y que no vaya a creerse Tom Wolfe.

No obstante, a lo que actualmente se llama así, un poco más que vivencial, puede ser la alternativa que muchos andan buscando en el afán de seguir ahondando en dar a conocer los procesos que privan y las prácticas que hay al interior de algunas empresas, centros hospitalarios, penitenciarios y otros que oprimen a la gente y la llevan a vivir situaciones que terminan en la violación a los derechos elementales.

Pero solo como un recurso al que se añaden otros elementos de la investigación periodística, este sub género será enriquecedor en el futuro, pues de otra manera, solo se volvería una caja de resonancia y útil a algunos intereses para molestar o sacar provecho, lo que actualmente la sociedad reprueba, porque sin denunciar propiamente, evidenciando y conmoviendo al lector, acaba perjudicando al propio reportero y su empresa; volviendo más graves los problemas; lesionando el derecho de terceras personas y afectándolas en sus intereses particulares.

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