Despacha de Alcalde... y taquero

Antonio Oliveros Leyva despacha entre semana como Alcalde en el Palacio Municipal de Temamatla, Estado de México. Los domingos también atiende... pero su puesto de barbacoa.

El priista dejará la Alcaldía el 31 de diciembre, por lo que desde hace varios meses regresó al negocio familiar que posee desde hace 20 años.

En la cochera de su casa, a menos de una cuadra de la Presidencia Municipal, atiende con su esposa --la todavía presidenta del DIF municipal-- y sus hijas.

"Pásele, pásele ¿de qué le vamos a servir?", pregona mientras pica la barbacoa humeante y su mujer rellena las salseras y entrega el cambio a un comensal.

Ontiveros, con mandil de manta, gorra roja y cuchillo en mano, cuesta trabajo imaginar que es el mismo que apenas el 4 de diciembre dio su último Informe de Gobierno, con protocolo y traje oscuro rigurosos.

"Ya tengo 6 meses trabajando y, de hecho, ya estamos a punto de concluir la Administración, es por ello que retomamos nuestras actividades", arguye el Alcalde temamatlense, municipio mexiquense localizado entre Chalco y Amecameca.

"Creo que ésas son nuestras raíces, no tenemos nada de que avergonzarnos. El trabajo no degrada al hombre, el trabajo dignifica al hombre".

Mientras el Edil pica la carne, la presidenta del DIF imparte órdenes a sus hijas para brindar un buen servicio a sus comensales.

"Empezamos a sacar las cosas en la mañana. La cocción comienza desde la noche del sábado. Dos, dos horas y media es lo máximo que salimos (a vender)", señala la Primera Dama municipal.

"Entre todos hacemos todas las cosas, aquí no ocupamos personal, mi cuñada, mis hijas atendemos aquí", aclara el taquero.

Desde que el Alcalde priista abre su puesto en Temamatla, los clientes saturan el puesto con sus peticiones, por lo que en sólo tres horas termina la venta.

"Vengo desde Jalapa, Veracruz, a consumir estos tacos y este consomé tan sabroso. Tiene como 6 años que lo conozco (a Don Toño), me parece perfecto (que retorne a la venta) porque ya lo extrañaba yo. Están deliciosos los tacos", dice Beatriz García, mientras pide su orden.

Además del oficio de barbacoyero, el Alcalde Antonio Oliveros formó parte de un mariachi por 20 años, talento que demostró durante las fiestas patrias de su gestión, pues tras dar el Grito de Independencia, el Edil cantó las tres ocasiones.

"Es la labor que hacemos, también me dedico a la música, retomaremos la música, yo trabajé casi 20 años en un mariachi. Toco y cantamos un poquito, los tres gritos que encabecé canté con mariachi", presume.

En cuanto a la Alcaldía, igual que con la venta de barbacoa, Antonio Oliveros trata de no dejar cosas pendientes y hacer una entrega al 100 por ciento.

"Desgraciadamente, los recortes al presupuesto te afectan en todo porque quisieras dar mejores servicios más cosas al a comunidad; sin embargo, el presupuesto que nosotros recibimos estuvo muy recortado", lamenta.

Como Alcalde, Oliveros tuvo a su cargo a 135 personas, mientras que su esposa, Silvia Cuéllar, a 22 trabajadores de los 5 centros del DIF municipal.

El Edil, quien rindió su Tercer Informe del Gobierno municipal el 4 de diciembre, entregará el cargo a Rosalío Muñoz, quien ganó la elección representando al partido Movimiento Ciudadano.

Sin embargo, Oliveros Leyva asegura que la política no acaba para él con el término de su gestión, ya que seguirá participando dentro de su partido, pues está convencido de que los seres humanos tienen la capacidad de desempeñarse en distintas áreas y disfrutar cada una de sus habilidades.

Por lo pronto regresó a ponerse el mandil y a las órdenes de sus clientes.