Censuran trabajo de CNDH

+ El análisis encontró que la CNDH no pide los registros fotográficos de los presuntos responsables

Nacionales

REFORMA.COM - 2012-12-26

Las omisiones y fallas en las investigaciones que realiza la Comisión Nacional de los Derechos Humanos impiden generar certeza sobre denuncias que involucran a autoridades y favorecen la impunidad, advierte un reporte del Programa Atalaya del ITAM y Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

El informe indica que, pese a mejoras en la atención de víctimas de abusos, el organismo se encuentra lejos de cumplir con estándares internacionales de documentación de violaciones a los derechos humanos.

El texto titulado "Desempeño de la CNDH en la Atención de Quejas contra la Policía Federal" destaca que, en el análisis de varias decenas de expedientes de reclamos contra dicha corporación, se encontró que en el organismo prevalecen diversas omisiones injustificadas en la atención de las quejas por tortura, cateo ilegal, detención arbitraria, incomunicación, falsa acusación y robo, entre otras violaciones.

"En las quejas analizadas no se encontró evidencia de que el organismo haya solicitado a la autoridad el acceso a los registros fotográficos de los agentes policiales que, por las circunstancias de tiempo y lugar, podrían estar involucrados en los hechos denunciados", detalla.

"En ningún caso comprendido en la muestra la CNDH ejerció su facultad legal de citar a servidores públicos de la Policía Federal a comparecer en calidad de testigos de los hechos atribuidos a miembros de la dependencia, ni tampoco emitió acuerdos de trámite a servidores públicos en el contexto de la investigación de torturas y otras presuntas violaciones a los derechos humanos".

En diversos casos, indica el reporte, próximo a ser difundido, la Comisión Nacional de Derechos Humanos omitió realizar trabajo de campo para recabar testimonios de personas que podrían haber presenciado hechos denunciados por los quejosos, así como evidencias fotográficas o de video.

"La CNDH no ha incorporado de manera generalizada el acopio y análisis de pruebas gráficas en su labor ordinaria de investigación, y llega incluso a ignorar evidencias de esa naturaleza que emergen durante la tramitación de la queja", apunta.

Por otro lado, señala el análisis, el organismo recurre de forma generalizada a la práctica de "dar vista" de los hechos denunciados a los órganos internos de control de las dependencias involucradas –los que suelen desechar las quejas por "improcedentes"– y omite, en la mayoría de los casos, ejercer su facultad constitucional de formular denuncias ante las autoridades respectivas.

Los quejosos, reprocha el Programa Atalaya, son colocados así en el dilema de dar seguimiento al procedimiento frente a la institución a la que pertenecen los presuntos violadores de sus derechos, o bien, abandonar sus reclamos ante el temor de represalias.

"La recurrencia de las violaciones pone de manifiesto que el Organismo carece de un método de trabajo que le permite identificar y sistematizar los patrones de actuación de la PF que revelan las quejas, explicarse los fenómenos que están detrás de las prácticas violatorias y diseñar estrategias de acción efectivas que vayan más allá del estudio fragmentado o aislado de cada queja.

"La falta de solidez en la atención de las quejas por parte de la CNDH genera, en última instancia un 'vacío' que es ocupado por las autoridades al verse libres de contrapesos o límites efectivos", refirió Antonio López Ugalde, autor del estudio.

De esta manera, precisa la investigación, los agentes cometen actos de tortura, incomunicación, malos tratos, detenciones arbitrarias, cateos ilegales, falsas acusaciones basadas en tortura, roban objetos, destrozan bienes, violentan a adolescentes y niños, amenazan a las personas, sin que al final haya una sanción.

En contadas ocasiones, según el documento, la CNDH solicitó enmiendas, correcciones y ampliaciones de los informes rendidos por las autoridades y no consideró en sus registros un análisis del tiempo en que los detenidos permanecen bajo custodia de los agentes lo cual impide evaluar y contrastar las versiones de la autoridad y el quejoso sobre los hechos, especialmente en casos que involucran tortura o extracción de confesiones autoiculpatorias.

Las pobres cifras en materia de recomendaciones de la CNDH, producto de su baja calidad de investigación son utilizadas por la propia Secretaría de Seguridad Pública en provecho de su imagen institucional, pues voceros o funcionarios de la dependencia federal afirman cada que tienen oportunidad que del total asuntos denunciados ante la CNDH sólo el 0.73 por ciento llega a recomendaciones.

"Visto de ese modo el problema de violación de los derechos humanos por parte de los agentes de la Policía Federal parece en efecto peccata minuta", enfatiza el análisis de López Ugalde, el sexto en su tipo del Programa Atalaya.

La investigación resalta, además, que la propia CNDH, encabezada por Raúl Plascencia Villanueva, coloca en situación de riesgo a las víctimas.

Por un lado deja la decisión y responsabilidad de interponer denuncias contra los servidores públicos señalados en manos de los afectados.

Asimismo, los escasos datos que recaba los proporciona a los Órganos Internos de Control de las dependencias agresoras, de tal manera que si las víctimas quieren darle continuidad a la investigación deben acercarse a tales instituciones.

Motivos de quejas

Las denuncias en la CNDH contra la Policía Federal se incrementaron en los últimos años

2006 146
2007 136
2008 284
2009 338
2010 595
2011 767

Principales motivos de queja:
- Tortura con fines de incriminación de la víctima o para extraerle información
- Incomunicación de detenidos
- Dilación injustificada para poner al detenido bajo responsabilidad de la autoridad competente
- Malos tratos a detenidos, sus acompañantes o sus familiares
- Detención arbitraria
- Cateo ilegal o irrupción policial arbitraria en el domicilio de particulares

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