Adiós a la gran benefactora de Coatzacoalcos y la región

Este domingo amanecimos en Veracruz con una muy lamentable noticia: falleció en la ciudad de Guadalajara la señora Gloria Corrales viuda de Osorio, la gran benefactora de Coatzacoalcos.

Era una señora muy querida en todos los barrios y colonias del antiguo Puerto México por su altruismo: tuviera o no cargo, a quien se le acercara lo ayudaba. Nunca negó su apoyo.

La historia de Doña Gloria es perteneciente a una generación de empresarios exitosos, encabezados por su esposo Juan Osorio López, quien fundó la automotriz "Juan Osorio Autos" y fue socio del conocido Hotel Terranova.

Dada su popularidad y don de buena gente, el gobernador Agustín Acosta Lagunes lo invita a ser alcalde de Coatzacoalcos por vez primera, cumpliendo el periodo de 1979 a 1982. En ese entonces, quien destacó de manera particular fue su esposa Gloria Corrales presidiendo el DIF Municipal, haciendo una gran labor de ayuda a la ciudadanía.

El trabajo de Doña Gloria le valió que fuera nombrada como coordinadora regional del DIF Estatal (luego de que terminara el periodo de alcalde de su esposo), donde se le recuerda por rehabilitar muchas oficinas de la institución que estaban abandonadas en la zona sur de Veracruz. Las dotó de ambulancias, las equipó y recibió el reconocimiento y cariño de todos.

De 1988 a 1989, Juan Osorio López volvió a ser alcalde de Coatzacoalcos, periodo en el cual fue encontrado sin vida en su domicilio. Quien asumió el control de todas las empresas fue Doña Gloria Corrales, aunque sin dejar de lado esa buena costumbre de seguir ayudando a la gente: cuando llegaban a su oficina, nadie se iba con las manos vacías.

Doña Gloria Corrales viuda de Osorio volvió a tomar las riendas del DIF en el año 2000, cuando presidió el organismo, acompañando al entonces alcalde Marcelo Montiel Montiel, uno de los más cercanos a la señora y quien siempre le reconoció su humanitarismo.

Las nuevas generaciones conocerían una nueva manera de trabajar. Doña Gloria Corrales trabajaba como nunca y en las colonias porteñas volvieron a sentirse contentos con la llegada de la señora al DIF Municipal.

En los últimos años padecía problemas hepáticos, por lo que se fue a vivir a Guadalajara para su tratamiento, pero desafortunadamente se nos adelantó.

Hoy Coatzacoalcos está muy triste: murió la gran dama benefactora, la cercana a la gente, la señora que siempre tendía la mano a quien más lo necesitaba.

Descanse en paz.