Presenta Esther Hernández Palacios su libro "México 2010: Diario de una madre mutilada"
+ La libreta tenía pastas negras. Para publicarlo, lo envió a concurso al Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor 2011, lo ganó y se imprimió el libro el año pasado.
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REFORMA.COM - 2013-02-18
Por 28 días una madre mexicana escribió el diario de su dolor: "26 años tenía mi hija, 26 veces cruzaron su cuerpo balas asesinas, 26 veces se clavan las mismas balas con un martillo en mi cabeza. Me rompen, me vacían. No lloro, no grito".
En un hospital de Xalapa, la noche del 8 de junio de 2010, murió la segunda de sus tres hijas. Su yerno fue secuestrado y su cuerpo, con el cuello cercenado, apareció mientras velaban a su esposa. ¿Cómo se resisten las heridas? Ester Hernández Palacios, que entonces tenía 58 años, escribió un libro: México 2010: Diario de una madre mutilada (Ed. Ficticia).
El libro es breve: 103 páginas en fragmentos de crónica o poesía. Doctora en Letras Modernas, académica de la Universidad Veracruzana, autora de libros de crítica literaria, Hernández Palacios comenzó a escribir dos días después del asesinato, a la vuelta del entierro: "Escribo sobre esta libreta. Mi pluma es una lanza, una cruz de madera, el tallo de una rosa marchita".
La libreta tenía pastas negras. Para publicarlo, lo envió a concurso al Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor 2011, lo ganó y se imprimió el libro el año pasado.
"Si no escribo este diario -dijo en entrevista-, no habría resistido, el dolor me obligó a escribirlo".
En la presentación que se realizó el viernes en la Capilla Alfonsina, la poeta Marianne Toussaint consideró que si cada madre en México escribiera la historia de su duelo, no habría lugar en las bibliotecas.
Los asesinatos de Esther Hernández y Fouad Hákim, un empresario de origen libanés, fueron precedidos por intentos de extorsiones. Sus muertes, según Hernández Palacios, marcaron la llegada de otra ola, mucho más fuerte, de violencia en Veracruz durante la guerra militar contra el narcotráfico. Así que el libro también es un reproche contra el Gobierno mexicano que permitió más de 70 mil asesinatos el sexenio pasado.
"Desde Troya -escribe la autora-, cada guerra tiene sus héroes. ¿Cuáles son los héroes de la nuestra? ¿Los muertos del 15 de septiembre de 2007 en Morelia? ¿Los niños asesinados por el ejército en la frontera tamaulipeca? ¿El Chapo Guzmán o el Mayo Zambada? ¿Los padres que arriesgan la vida para recuperar los cadáveres de sus hijos?".
Comenzó a escribir dos días después de la muerte de su hija, aunque intentó reconstruir los dos días anteriores. Al inicio hay diálogos. Después se abandona a un dolor exacto como la poesía.
"Avanzo por lo menos en la seguridad de mis lamentos (...) Una se las ingenia para abrazar dos hijas y dos nietos con un único brazo. Aunque dicen que nunca deja de doler un miembro mutilado", escribe.
El diario termina el 7 de julio de 2010. Cada capítulo está precedido por versos de César Vallejo ("tanto amor y no poder nada contra la muerte"), Víctor Hugo ("¡Ay! Lo que toca la muerte/ con sus manos frías/ no se calienta ya con el fuego de la tierra") o Juan Gelman ("golpeo las puertas de la muerte/ para desalojarte de/ hechos que no te corresponden").
Hernández Palacios también quitó la "h" a su nombre como una ofrenda. En la presentación de la noche del viernes, con unas 150 personas, participaron también la cronista Magali Tercero y el crítico literario Rafael Vargas.
CONÓZCALA
Nombre: Ester Hernández Palacios
Lugar y fecha de nacimiento: Xalapa, Veracruz, 16 de abril de 1952.
Estudios: Cursó la maestría en Lingüística en la Universidad de Toulouse, Francia, y un doctorado en Letras en la Uia. Forma parte de la Universidad Veracruzana y del Sistema Nacional de Investigadores.
Libros publicados: En ensayo: "Estridentismo: memoria y valoración" (1983) y "La poesía de Jaime Sabines" (1984). En poesía: "Un día de viento" (1998) y "Travesía y otros poemas" (1998).
ASÍ LO DIJO
"Quisiera pensar que este libro dará consuelo a quienes han sufrido lo que el Gobierno llama 'daños colaterales'".