Lo Más Penoso, la muerte de Francisco

El agua nos sorprendió durmiendo, no tuvimos tiempo de nada. Pero lo más penoso es la muerte de Francisco que fue arrastrado por la corriente y tuvimos que andar buscando el cuerpo en la madrugada, comenta Víctor Hugo Francisco Fernández, uno de los afectados por el desbordamiento de los arroyos en éste municipio.

Fue algo espantoso, no esperábamos que la lluvia desbordara de tal manera los arroyos y llegara a nuestros hogares hasta un metro de altura. Luego, los gritos de angustia de los familiares de Francisco pidiendo ayuda porque la corriente lo había arrastrado al tratar de salir en su moto a buscar apoyo.

Mientras tanto, en una humilde galerita a un lado del fatídico arroyo Ocosuapan, el cuerpo de Francisco de Paz Jiménez descansa en un sencillo ataúd, le lloran sus familiares y amigos cercanos.

Sorprendente la solidaridad de los pobres, de inmediato unos vecinos cortando leña para el café, otros jalando un animal para los tamales que se darán a quienes lleguen al velorio de Francisco, un empleado de una tortillería, que por querer ayudar a su familia y a los vecinos, se arriesgó a salir con su moto, pero fue más grande la corriente del agua y lo arrastro.

Durante la visita hecha por éste medio informativo al lugar de la tragedia, se aprecia la pobreza, la falta de recursos oficiales para la limpieza y el desazolve de los arroyos de respuesta rápida. Esos canales que en fracción de minutos arrastran miles de metros cúbicos de agua con una fuerza indescriptible de destrucción.

Hoy las torrenciales lluvias, dejaron la muerte de Francisco de Paz Jiménez en éste municipio y cientos de casas afectadas con pérdidas en sus enseres domésticos de las familias.