Los minatitlecos somos muy dados a las ensoñaciones y a los recuerdos frustrantes.
Siempre recordamos que fuimos proveedores de maderas preciosas, caoba y cedro, durante los siglos XVIII y XIX y que incluso, se dice que con ellas se hizo el puerto viejo de La Habana, Cuba.
Tuvimos la primera aduana y puerto de altura en el sur de Veracruz, establecida por decreto emitido por Guadalupe Victoria el 8 de octubre de 1825.
De 1853 a 1855, fuimos la capital del Territorio de Tehuantepec, creado por el presidente Antonio López de Santa Ana.
Fuimos el primer territorio mexicano libre de la Intervención Francesa, en 1864.
En 1908, presumimos de tener una de las primeras refinerías del país.
Después supinos que don Abel R. Pérez, minatitleco del siglo XIX, muerto en 1943, fue uno de los hombres más ricos de México, que llegó a tener una compañía petrolera que fue la primera productora de crudo en el mundo en su época, que fue dueño del periódico Excélsior, de una aerolínea que viajaba a Cuba, que se codeó con los cerebros científicos más avanzados de su época y dueño de innumerables terrenos en la zona sur de Veracruz. Se dice que Don Abel poseía un vagón de ferrocarril, en el que viajaba a Minatitlán, más lujoso que el de la reina de Inglaterra.
En el primer tercio del siglo XX, nos enorgullecimos de poseer el primer aeropuerto del sureste veracruzano y que internacionalmente se llama Minatitlán y aunque ahora esté en Canticas, del municipio de Cosoleacaque, seguirá llamándose Minatitlán.
Durante el imperio de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S. A. de C. V., presumía Minatitlán de tener un campo de golf y un club, el North Gate, que celebraba anualmente el baile de “Blanco y Negro”, que era concurrido con personajes de toda la república y del extranjero. Que después de la Expropiación Petrolera derivaría en la Asociación Deportiva Minatitlán (ADM), que también construyó la primera unidad deportiva y recreativa en la región sur de Veracruz. Todos recordamos el empuje del mejor club deportivo y social de la región, la ADM, que celebraba con fastuosidad diversos eventos, con orquestas y artistas de primer orden mundial.
En la zona sur de Veracruz, en 1937 Minatitlán fue la primera en tener una escuela secundaria.
Presumimos en 1956, con poseer la refinería más grande de Latinoamérica. También de ser los productores más grandes de arroz
Grandes nos sentimos cuando entramos al mundo de la petroquímica, cuando en 1962 inició operaciones el Complejo Petroquímico Minatitlán, que después sería Cosoleacaque, a “sugerencia” de Fernando López Arias. Y un poco después tuvimos las plantas productoras de fertilizantes, primeras en la región. Y nos convertimos en la capital del petróleo y de la petroquímica.
Tuvimos más de una década el mejor béisbol profesional de los años cincuentas y sesentas del siglo XX.
Fuimos el territorio más grande de la república y ahora, uno de nuestros hijos, Las Choapas, nos supera en superficie. Debemos recordar que de nuestro territorio también se fundó Coatzacoalcos en el siglo XIX y de éste, Agua Dulce. También le dimos una parte de nuestro territorio al Valle del Uxpanapa. Y viera que buenos salieron nuestros hijos, pueblos pujantes y progresistas.
Minatitlán tiene el orgullo de haber organizado la primera liga de béisbol infantil y juvenil, que afortunadamente subsiste con sus cincuenta y un años de funcionar. También se organizó el primer club de fomento deportivo infantil de fútbol, la Edimac.
Se construyó en Minatitlán, el primer Casino, el Petrolero, como ninguno había en el sur de Veracruz.
También se construyó el primer Centro de Convenciones, aquí en la avenida Justo Sierra, esquina con Mérida.
En 1972, fuimos los primeros de la zona sur de Veracruz de irrumpir en la educación superior, con el funcionamiento del Instituto Tecnológico, fundado por el presidente Luis Echeverría Álvarez. Y refrendamos ese orgullo de superación, al tener en funcionamiento, desde 1976, la Unidad de Ciencias de la Salud, que alberga a la Facultad de Medicina, de Odontología y las escuelas de Trabajo Social y Enfermería.
Antes de que concluyera el siglo XX, todavía fuimos el primer productor de ganado vacuno del país y eso que Minatitlán sólo tenía una sola Asociación Ganadera, de las 25 mil que existen en el Estado.
También fuimos, desde la fundación de La Fábrica y después en 1826, con el cambio de nombre a Minatitlán, el pueblo más importante del sureste veracruzano, hasta que nos cansamos y dejamos que otros pueblos nos fueran dejando a la deriva.
Es posible que haya más hechos que recordar, donde siempre fuimos los primeros y como dice mi amigo Artemio López Cisneros, director de Casa de Cultura, “Somos los del tuvo y nos quedó la idea…”.
Algo nos pasó, que nos tiene postrados en el recuerdo y en la frustración.
No todo está perdido
Algunos de los logros, los seguimos disfrutando y no debemos permitir que desaparezcan. Otras situaciones ya desaparecieron y no regresarán, aunque lloremos sangre.
Pero tenemos remedio.
Se celebró en Guadalajara, Jalisco, del 20 al 22 de octubre de este año, la Cumbre de Negocios, donde concurre lo más connotado del comercio, de la industria, de los servicios y de las finanzas mundiales. Lo mejor de lo mejor.
Ahí concurrió el presidente Enrique Peña Nieto y escuchó la mejor oferta que le hayan hecho al país para salir de la pobreza: “China, con políticas de autoabastecimiento difíciles de sostener, necesita alimentos que México podría proveerle...”.
Y esa oferta no proviene del gobierno chino, sino Ronnie C. Chan, del mítico “hombre más rico de China”.
Ronnie C. Chan, no es un hombre común, es un ser excepcional. Es el presidente del imparable consorcio financiero Hang Lung Group, que está realizando inversiones por 8.4 mil millones de dólares en Estados Unidos; promotor de los milagros de Shangai y Hong Kong. Catalogado como el “hombre de su tiempo”, por sus respuestas exactas sobre inversión, sociedad y modernidad.
En su intervención en la Cumbre de Negocios, Chan nos recordó que México “…es la envidia del mundo por estar tan cerca de Estados Unidos, con las oportunidades de negocio que eso representa”.
Pero esa ventaja, también dijo en plan de crítica: “Nadie habla de México, porque ustedes no se mercadean a sí mismos ni nos dicen lo buenos que son”.
Aclara Chan, que para que México pueda venderle a China, es necesario “…construir una marca exitosa” y… promoción, promoción, promoción…
La población de China, actualmente es superior a mil trescientos cincuenta millones de personas y la población a la que podemos venderle es equiparable a la población de Estados Unidos: “…250 millones de personas de clase media”.
Y todavía remató Ronnie C. Chan: “México debe ser el mayor productor de energía del mundo, porque tiene el potencial”.
¿Cómo encaja Minatitlán en esto?
Minatitlán tiene con Las Choapas, uno de los territorios más grandes de México.
Minatitlán lo tiene casi todo.
Se necesita que los productores se organicen, estandaricen la calidad de sus productos, haga producir la tierra y buscar los productos agropecuarios de mayor facilidad de desarrollo y de consumo.
¿Qué habrá obstáculos?
Claro que los habrá, pero debemos tener una visión clara a futuro.
Necesitamos vernos ricos, pero ya.
Necesitamos que el gran territorio que Minatitlán y los otros 211 municipios de Veracruz, no desperdicien tiempo ni espacio y nos dediquemos a obtener provecho de nuestros bienes… que para eso son bienes.
¿Qué el ayuntamiento no tiene recursos para ello? Pues, entonces hay que planteárselo al Estado. ¿Qué el Estado lo ve demasiado ambicioso, entonces hay que planteárselo a la Federación? ¿Qué la Federación no quiere, entonces hay que planteárselo a los inversionistas, nacionales y extranjeros? Y si nadie quiere, entonces hay que encomendarse a Dios y a las once mil vírgenes, pero debemos seguir insistiendo.
De todo esfuerzo algo bueno ha de salir.
Pero, lo primero es organizarse y plantear una visión probable y posible.
Los agricultores, silvicultores y ganaderos, tienen sus propios recursos. Y claro que necesitan más apoyos económicos,
Deben plantearse estrategias inteligentes de asociación de trabajo y capital, que beneficie a todas las partes. Establecer metas realizables, donde el trabajo y la inversión puedan tener resultados satisfactorios, que se traduzca en riqueza mediata y a largo plazo de los actores de este posible desarrollo.
Los mercados
¿China está muy lejos?
Entonces, empecemos por nuestra región.
¿Qué ya no es suficiente?
Abarquemos como mercado el Distrito Federal y las capitales de los Estados, donde está la mayor concentración de población.
¿No es suficiente este mercado?
Entonces exportemos a Estados Unidos y después brinquemos a China.
La propuesta ahí está.
Los pueblos necesitan alimentos y Minatitlán tiene el potencial para producirlos.