El proyecto de construir una refinería en Tula, Hidalgo, se derrumbó estrepitosamente.
Petróleos Mexicanos, no incluyó en su “Plan de Negocios 2014-2018, la construcción de la nueva refinería, según información publicada en El Universal el pasado sábado dos de noviembre, precisamente el Día de Muertos.
Como quien dice, “le dieron su calaverita a los hidalguenses”.
Según trasciende en la información publicada, el “Plan de Negocios 2014-2018” de Petróleos Mexicanos, fue presentado y avalado en el Consejo de Administración de la paraestatal. El Consejo de Administración lo preside el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
El Plan de Negocios 2014-2018 de Pemex, contiene las bases del trabajo que realizará la empresa en los próximos cinco años.
Y para nada, se incluye, con reforma energética o no, la construcción del complejo industrial, cuya inversión inicial estaba calculada en 10 mil millones de dólares.
Se contemplan otros proyectos, se supone, más rentables, entre los que se incluye la adquisición de infraestructura de refinación, es decir, refinerías ya en operación, ubicadas en el extranjero.
Las razones para su cancelación
En el famosos “Plan de Negocios 2014-2018” de Petróleos Mexicanos, da como razones para la cancelación del proyecto, las siguientes:
+ Que durante la planeación y diseño, se presentaron retrasos no previsibles en la entrega de los terrenos, que debió hacerse en el 2008, prolongándose más de un año.
+ Que durante el desarrollo de trabajos de análisis e inspección del terreno se identificaron vestigios arqueológicos, obligando a redefinir el proyecto.
+ Que al concluirse con la ingeniería conceptual se convino con tecnológicos para que realizaran los contratos de ingeniería básica, que condujo a negociaciones complejas, que se prolongaron tres meses más de lo planeado.
+ Y porque, “…la mejor asignación de recursos de inversión a nivel de Pemex, … los siguientes factores obligan al replanteamiento de la planeación presupuesta de este proyecto en el escenario de referencia de este Plan de Negocios”.
Se les olvidó, “el que porque se les pegó la gana”.
¿Qué se pierde?
Se pierde una de las inversiones más ambiciosas proyectadas en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, 12 mil millones de dólares, dada a conocer en el 70 aniversario de la Expropiación Petrolea del 18 de marzo de 2008.
Se pierde toda la inversión y el esfuerzo que hicieron los estados que querían la refinería en sus territorios y que “quedaron fuera” del proyecto.
Según se dijo, con esa refinería se enfrentaría la crisis MUNDIAL energética.
El procesamiento de 250 mil barriles diarios de crudo y de 76 mil barriles diarios de productos residuales.
Se iban a construir 832 kilómetros de ductos para el desplazamiento del crudo, gasoducto, líneas de interconexión interrefinerías para el residuo de vacío y productos y, un poliducto a la zona suroriente del Valle de México.
Dejar de producir 161 mil barriles diarios de gasolina y 125 mil de diesel.
Se pierde lo gastado en el proyecto, que hasta la fecha asciende a 4 mil 480 millones de pesos, dejándose de gastar también un mil 542 millones más para 2014, ya incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2013.
Otras consecuencias
De nada servirá que como parte del proyecto, en los últimos meses se haya adquirido tecnologías de proceso, se hayan desarrollado ingenierías básicas y básicas extendidas; que se haya acondicionado el sitio y se hayan integrado paquetes de concurso de contratos, entre otros.
Queda sin utilidad el contrato que se firmó con el Instituto Mexicano del Petróleos para desarrollar la ingeniería básica y de detalle para ductos y estaciones de bombeo.
Los estudios de caracterización de basureros y topografía que realizó CFE quedó sin utilidad aparente, al cancelarse este proyecto y tampoco los estudios de impacto ambiental que realizó la UNAM.
La barda perimetral de 13.4 kilómetros ahí quedará como un recordatorio y se prevee la retirada de basura municipal que ahí se localiza.
¿Por qué cambiaron de idea?
Según el Plan de Negocios 2014-2018 de Petróleos Mexicanos, aduce como razón principal de la cancelación del proyecto las “críticas por el costo y porque el gobierno no aprovechaba la oportunidad de adquirir una o más refinerías en Estados Unidos, a precios no superiores a 500 millones de dólares.
Dice el informe que la EIA (Agencia Internacional de Energía), que desde 2010, Estados Unidos, Canadá y Europa analizaban la posibilidad de eliminar 4.3 millones de barriles de capacidad de refinación.
Esto último que parece un contrasentido en el plan económico nos lleva a preguntarnos: ¿Reducir la producción de gasolinas cuando la demanda es cada día creciente? ¿Reducir la producción de gasolinas cuando México no es autosuficiente a pesar de su producción de crudo? ¿Reducir gasolinas cuando todavía no existe otro combustible o sistema de propulsión ideal y barato para los vehículos? ¿Dejar de hacer una refinería y no producir más gasolina, cuando la queja más recurrente de la Secretaría de Hacienda, es de que más de la mitad de la gasolina que se consume en el país es importada?
¿Qué no entendemos, por Dios?
El proyecto de Tula, “se cayó de la nube en que andaba”.
Ya no lo disfrutarán más nietos
Vaya que todo en la actualidad es más dinámico y todo cambia.
Así de fácil nuestros reporteros han cambiado los términos de “atardecer” y “anochecer”, por el de “tarde-noche”.
Cuando usted oye o lee alguna reseña en donde se cita aproximadamente la hora, los hechos de remiten a la “tarde-noche” para dar entender que sucedió al terminar el día y empezar la noche.
Siendo así, al desaparecer los términos atardecer y anochecer, también desaparecerán el de “amanecer”.
He andado preguntando la ubicación real del “atardecer” y del “anochecer” y pocas personas me pueden precisar, en qué parte del día se localizan.
Y para mayor precisión me fui a los diccionarios y ¡oh!, sorpresa.
Me encuentro que la confusión de nuestros actuales redactores proviene de que tanto “atardecer” como “anochecer” tienen la misma definición:
“Un astro, y en particular el Sol, está en el ocaso cuando, por efecto de la rotación de la Tierra, atraviesa el plano del horizonte y pasa del hemisferio visible al no visible. Es decir, cuando su altura es cero, pasando de positiva a negativa. En el caso del Sol, ello determina el fin del día…”.
Más claro ni el agua.
El atardecer ocurre cuando se acaba la luz del día.
El anochecer ocurre cuando inicia la obscuridad de la noche.
Entonces, amanecer, ocurre cuando termina la noche e inicia el día.