Postura de Greenpeace ante la Ampliación del Puerto de Veracruz
La obra afectará al Sistema Arrecifal Veracruzano de importancia internacional para Ramsar y la UNESCO.
Nacionales
Greenpeace .- - 2014-02-21
La ampliación del Puerto de Veracruz en la Zona Norte constituye un ejemplo más de depredación del medio ambiente con fines económicos, donde el criterio gubernamental – en los tres niveles de gobierno- deja fuera de todo análisis la existencia de impactos posteriores para la biodiversidad y la población veracruzana.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental Regional presentada por la Administración Portuaria Integral de Veracruz S.A. de C.V. a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la SEMARNAT en septiembre de 2013 (MIA-R, ver pp. 7, 3, 32 y 62) (1), la ampliación del Puerto de Veracruz en la Zona Norte prevé la construcción de:
dos rompeolas con una longitud conjunta de protección de 7,740m (rompeolas poniente con una longitud de 4,250 m,
rompeolas oriente con una longitud de 3,495m),
dársena principal de 800 m de diámetro, nueve tipos de terminales de muelles y 30 posiciones de atraque para embarcaciones;
canal de acceso exterior de 320 m, canales interiores de 422 m de ancho, dársena interior de 600 m de diámetro, profundidad de canal de -17 m con posibilidad de ampliación a -18 m, profundidad en canales interiores de 16.5 m ampliable a 18 m únicamente frente a muelle de contenedores el cual tendrá una longitud de 2,775 m.
El proyecto, que abarca aproximadamente 910 hectáreas en su totalidad, se construirá en la Bahía Vergara, sobre una parte del Arrecife Punta Gorda – que es el arrecife bordeante más grande del Golfo de México y que está parcialmente rodeado por el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), que se ubica frente a las costas de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Alvarado del Estado de Veracruz.
El PNSAV es reconocido a nivel internacional como sitio RAMSAR de acuerdo a la Convención sobre Humedales de importancia internacional (2) y como Reserva de la Biosfera MAB – UNESCO en 2010 (3), por los servicios ambientales que brindan sus estructuras arrecifales a la sociedad.
Además, la obra está proyectada a tan solo 300 metros de los arrecifes coralinos Gallega y Galleguilla, ricos en biodiversidad y característicos por la abundante presencia de especies enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Con estos elementos de análisis, es claro para Greenpeace que el impacto ambiental por ampliación del Puerto de Veracruz es mucho mayor a lo que reconocen las autoridades veracruzanas de Medio Ambiente y de la Semarnat. Diversos científicos (5) han determinado el arrecife Punta Gorda es una trampa natural de sedimentos que protege a los demás arrecifes del Sistema Arrecifal Veracruzano y que si éste es sepultado afectará irreversiblemente a los arrecifes Gallega y Galleguilla, los cuales mantienen hasta ahora una excelente calidad ambiental, que será mermada peligrosamente por la construcción de escolleras y la modificación de patrones locales de corrientes y sedimentación.
Cabe recordar que para permitir esta construcción dentro del polígono del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), éste fue modificado en noviembre del 2012 (4) a fin de dejar fuera de su régimen de protección a la Bahía Vergara y a una parte del Arrecife Punta Gorda, precisamente donde ahora se pretende realizar la ampliación del Puerto de Veracruz.
Estas modificaciones con fines económicos y bajo el amparo de la ley están permitiendo cada vez más infraestructura en zonas sensibles en las que con el paso de los años afloran impactos ambientales y para las comunidades cercanas; por ello, Greenpeace hace un llamado a las autoridades en sus tres ámbitos de gobierno: Federal, Estatal y Municipal, para que se respete la legislación ambiental y no se permita la inversión en regiones de gran importancia ambiental.
Esperamos que de ninguna forma se impacten los arrecifes coralinos del Sistema Arrecifal Veracruzano pues son generadores de servicios ambientales únicos e insustituibles: por un lado protegen nuestras costas durante tormentas y huracanes, absorbiendo parte de la fuerza con la que impactan las costas, son vitales para la salud del océano, ayudando a regular la temperatura del planeta, tienen un papel importante en la formación de playas y son refugio y zona de crianza de especies.