#AsuntosPúblicos: YUNES LINARES, REPRESOR

+Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ, Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2016-05-26

Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PRD a gobernador del Estado, apuesta en esta elección (al igual que sus partidos postulantes) a que las nuevas generaciones de votantes no lo conocen, que los más antiguos estén desinformados de quién es él o se hayan olvidado de su actuación como funcionario público, porque hay en Veracruz antecedentes suyos que lo perfilan como un sujeto autoritario y represor cuando ejerció en la entidad el poder público.

Si la pederastia con que se le relaciona y la codicia vista en su enriquecimiento en cargos públicos, la deslealtad a principios y la traición a personas son marcas que lleva en su conocida trayectoria pública, no menos característico es su personalidad autoritaria y represora, su inclinación al uso de la fuerza y la violencia excesiva a través de los cuerpos policiacos, el acoso y la persecución a movimientos sociales y opositores políticos, por encima del diálogo, el acuerdo y la legalidad.

Basta un recuento de su papel como secretario general de gobierno en Veracruz, de diciembre de 1992 a mediados de 1997, para ilustrar su historia como represor, tal como se detalla en nota por separado de esta edición.

Violador de derechos humanos

En los cinco años en que de facto estuvo al mando del estado (el gobernador salinista Patricio Chirinos no se quiso desligar del círculo de los Pinos), está documentada la política anti democrática y represiva que implantó. Hay en su historial actos terribles de represión, abusos y torturas en contra de indígenas y campesinos demandantes de tierra y la protección a caciques a quienes respaldó con la fuerza pública. Es particularmente conocido el caso de los hermanos Rolando Hernández de 17 años y Atanasio Hernández de 28 años, levantados en un desalojo por policías de seguridad pública –dependiente del secretario de Gobierno– en la comunidad Plan del Encinal en Ixhuatlán de Madero en 1994, encontrados días después muertos con evidentes huellas de tortura, de detalle cruel y espeluznante. Por este hecho existe desde 1998 una recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, incumplida; no es un caso único, se documentan 17 recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por detenciones y encarcelamientos extrajudiciales, torturas, asesinatos y violaciones graves a derechos humanos en más de 100 comunidades de la Huasteca y en la zona de Chicontepec, entre ellos los 400 Pueblos, que no lo han olvidado y la detención arbitraria de “presuntos zapatistas” en Yanga en 1995.

Prensa y adversarios políticos

También se le recuerda la represión a militantes del PRD (partido sin memoria que hoy postula a Yunes Linares) en San Andrés Tuxtla en diciembre de 1994, cuando se opusieron a la toma de posesión del presidente municipal del PRI, entonces el partido de Miguel Ángel Yunes, la intervención policiaca causó un muerto, varios lesionados y dos periodistas detenidos arbitrariamente, incomunicados y agredidos por cubrir la noticia.

La prensa fue acosada; el gasto de comunicación social se lo clavó con su amante Sandra Ortega y sus empresas, varios periodistas fueron citados al ministerio público para que revelaran sus fuentes por el “uso indebido de documentos oficiales”, un editor de un medio de comunicación tenido afín con el gobierno anterior (José Pablo Robles) fue hostilizado con auditorías fiscales y a otro (Ángel L. Gutiérrez) le canceló una patente de notario público.

Buscó intimidar a sus rivales políticos; hacía saber a los aspirantes a gobernador que no era grata su presencia en el estado, por ejemplo a Ignacio Morales Lechuga, ex procurador de la República, en compañía de su esposa, fue interceptado y encañonado por agentes de seguridad pública.

Es famoso Yunes Linares también por su autoría intelectual del montaje homofóbico para ridiculizar a Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del PRD a Presidente de la República en 1994, enviando como presuntos simpatizantes a homosexuales travestidos a sus actos de proselitismo en Xalapa y el puerto de Veracruz. Ofensa que el perredé de esa época denunció y le reclamó a Yunes Linares; en cambio el PRD de ahora hasta lo aclama, en un pragmatismo sadomasoquista.

En 1996 Miguel Ángel Yunes instrumentó el proceso judicial contra el ex gobernador Dante Delgado, como represalia política en el marco de una ruptura en la cúpula priista, pese a que ya había prescrito la acción penal, como lo determinó el juez federal que sacó en 1998 al ex gobernador del penal de Pacho Viejo.

Como es sabida la historia, en 1997, Miguel Ángel Yunes, como presidente del PRI, cargo desde el que fraguaba su candidatura a gobernador al año siguiente, fue responsable de la derrota de ese partido en 107 municipios, la mayor debacle, y en una de sus pocas decisiones el gobernador Patricio Chirinos lo despidió.

Miguel Ángel Yunes pretende pasar por demócrata, respetuoso de la ley y los derechos humanos, del estado democrático de derecho, vista su historia es claro que es sólo un máscara de propaganda electoral para engañar a incautos.

Remache del Animal Político

La revelación de negocio del gobierno de Duarte para amañar las compras y obtener beneficios económicos ilegales usando fachadas empresariales o “fantasmas” hecho por el portal de noticias Animal Político, tuvo otro penoso episodio ayer.

En la línea del comunicado fatuo y hueco de Alberto Silva, enviaron al matadero del programa de radio de Ciro Gómez Leyva al balbuceante Gómez Pillingrín y el parco García Guzmán a entramparse en una indefendible y torpe “legalidad”; los editores del Animal los aplastaron argumentativamente en vivo, y con la segunda entrega de la serie colocada en línea.

Remacharon el fraude maquinado con fotografías de los falsos domicilios de las 21 empresas de la red amiga (patios de vecindad, panadería, vulcanizadora, lotes baldíos, casas abandonadas, etc.) y con entrevistas a las personas cuyos nombres fueron usados con falsedad para crear sociedades anónimas, a las que los operadores de la camarilla en la Sedesol, la SEV y la Sefiplan otorgaron contratos por 645 millones de pesos, apenas un botón de muestra del escandaloso peculado del gobierno de Duarte.

Es evidente que hay responsabilidad de los funcionarios que contrataron a las empresas fantasmas –incluso la presunción de que ellos mismos las habrían creado para beneficiarse; igualmente llama la atención de nuevo hacia a la actuación de los notarios públicos que permitieron la constitución de sociedades con suplantación de identidad (a ver qué hace el Colegio de Notarios y la Secretaría de Gobierno).

Falta ver si abrirán alguna investigación o seguirán queriendo tapar el peculado con la torpe e inútil pretensión de que “todo se hizo conforme a la ley y la norma”, sí, la ley del embudo, de los tomatodo que ya se les acaba y no tendrán lugar para esconderse.

Hay la versión de que el asunto va a escalar, se sabía desde hace unos meses que ya se habían detectado las empresas con domicilios y socios falsos contratadas por la camarilla; cuentan que se quisieron pasar de listos y pidieron devolución de impuestos al SAT y ahí los torcieron; se supo que los implicados del gobierno buscaron la asesoría de despachos locales de contadores; así que no les cayó por sorpresa. Tampoco el reportaje, hace varios días se los habían entregado, más bien es otro caso de parálisis e incapacidad de respuesta. Son buenos para robar pero no para cubrir las huellas del delito, su esquema de saqueo sólo funciona en la impunidad.

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