#AsuntosPúblicos: VICTIMIZACIÓN Y PERCEPCIÓN SOBRE SEGURIDAD PÚBLICA

+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2016-09-29

Como fuente alterna de información a los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que se basa en los reportes proporcionados por las Procuradurías Estatales, conviene consultar al INEGI y su Encuesta Nacional sobre Victimización y Percepción de Seguridad Pública. (ENVIPE) de publicación anual.

Esta encuesta, que combina los datos oficiales con las entrevistas a la población, ofrece otra mirada: la expresión estadística de la perspectiva ciudadana al problema de la seguridad pública.
Para Veracruz, en el informe de ENVIPE 2016 presentado por el INEGI el martes pasado se destacan los siguientes puntos:

La incidencia delictiva, es decir, la tasa o número de delitos denunciados por cada 100 mil habitantes, si bien no es de los más elevados en el país –Veracruz anda a media tabla– es de las 5 entidades que aumentaron delitos en 2015 (6.4 %).

La cifra negra de Veracruz, el número de delitos que no se denuncian, es de las más altas, con 94.8%.

En el estado el 85.1% de la población declara sentirse insegura. Por ello la entidad ocupa el cuarto lugar en percepción de inseguridad; detrás del Estado de México, Tabasco y Tamaulipas.

El nivel de confianza en la policía de Veracruz es de los más bajos, sólo el 38.2% confía en la policía; es la tercera entidad con menor confianza en la institución policiaca, después del Estado de México y la Ciudad de México.

Además, Veracruz puerto es de las zonas metropolitanas del país donde la población se percibe más insegura; el 78% de los porteños no se sienten seguros; son el sexto lugar nacional; tienen más miedo en Acapulco, Villahermosa, Toluca y Cuernavaca.

Los tres delitos más frecuentes en 2015 fueron extorsión, robo o asalto en la calle y en el transporte público y fraude.

Es importante ubicar el alcance de los datos; la incidencia delictiva corresponde al comparativo 2015-2014; la percepción de inseguridad cerró su levantamiento en marzo- abril de este año. No registra por tanto el desbordamiento de la violencia criminal, ejecuciones, secuestros, desaparecidos y hallazgos de fosas clandestinas; la estela negra del final del gobierno de Duarte.
Tres días de caos vial y bloqueos carreteros

Xalapa cumplió ayer su tercer día consecutivo de padecer bloqueos en los accesos a la ciudad y en sus principales vías de circulación vehicular, al igual que otros ciudades del estado donde se han manifestado diversos sindicatos magisteriales reclamantes de sus prestaciones adeudadas al gobierno mala paga de Javier Duarte.

Aparte de las obstrucciones a la vías de comunicación, los manifestantes toman las oficinas públicas, invariablemente las secretarías de Educación y de Finanzas, que a eso se deberían de limitar para no afectar a la población que no tiene la culpa de la quiebra financiera del gobierno de Duarte, por mala administración y desvíos ilegales de los recursos públicos.

El lunes atacó el SNTE –la sección 56– el magisterio de plazas estatales, el martes el sindicato de Enseñanza Media, y ayer de nuevo el SNTE y otros; el tema recurrente de fricciones vuelve a ser el dinero; no cumple el gobierno de Duarte con sus obligaciones laborales, con el resto, ya se sabe, incurrió en moratoria y suspensión de pagos. Cada días tras las protestas viene el mismo show, los twitter de Duarte (su mayor contacto con el mundo) de que ya “dispersaron los pagos”, lo que generalmente no es cierto, la “mesa de negociación” del secretario de Gobierno, Flavino Ríos, con los líderes en turno, acompañado de funcionarios de la SEV –Rosendo Pelayo, el Oficial Mayor, Xóchitl Adela Osorio, la titular de la SEV, y Gómez Pillingrín de la Sefiplan. Pasadas muchas horas –de obstrucción y molestias viales al público– consiguen cooptar a los líderes, darles paguitos y que les compren la promesa de su calendario de pagos. Y viene la foto, el comunicado y el desalojo, hasta el día siguiente con nuevos plantones. ¿Cuál será el de hoy?

La UV lo marca

Sigue sin pagarle el gobierno de Duarte a la Universidad Veracruzana (UV), y como se ve, al igual que a otros tantos no le pagará, así se haya comprometido varias ocasiones en liquidar los adeudos institucionales. El lunes la rectora Sara María Ladrón de Guevara exhortó a otra nueva instancia para que le ayude a cobrar, recorridos ya muchos caminos y puertas infructuosamente, esta vez apela al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; lo pone al tanto de la situación crítica que enfrenta la universidad a causa de las retenciones ilegales que le ha hecho Duarte de los subsidios federales y estatal autorizados en los presupuestos relativos, y le pide instruya a la Secretaría de Hacienda retenga fondos del Gobierno del Estado y de ahí se pague a la UV (2 mil millones de pesos aproximadamente). En paralelo, sigue la UV con las vías judiciales de cobro –no se ve hayan prosperado las denuncias penales–, hoy intentan que un juez embargue bienes del estado –el World Trade Center en Boca del Río y el Velódromo de Xalapa– para garantizarles el pago. A la rectora no le pagara Duarte por haberlo exhibido en los adeudos, por verse como aliada política de su enemigo Miguel Ángel Yunes, el panista gobernador electo; pero sobre todo por haber equivocado la estrategia de cobro (que no es tarde para replantearla), de utilizar los métodos de cobro de los maestros, la movilización y la protesta universitaria en la calle, Duarte ya estaría pagando. Todavía vale, antes de que la Cámara de Diputados federal le quite el fuero o pida licencia.

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