La oportunidad histórica de un ajuste estructural en Veracruz: adiós a los convenios

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A Javier Duarte de Ochoa, el prófugo, se le han decomisado obras artísticas de Miró (Pintor surrealista español), Siqueiros (Pintor y muralista mexicano) y Botero (Pintor considerado figurativo, de origen colombiano y sumamente popular por el volumen de sus figuras tanto en la pintura como en la escultura: las gordas de Botero constituye una frase definitoria sobre el estilo del aún vivo –a diferencia de los anteriores- creador sudamericano).
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¿Sabrá Javier Duarte sobre Arte?
Sin duda el ladrón ex gobernador veracruzano conoce el valor económico de estas obras, lo cual es distinto.
Viene a mi mente la ex directora del Instituto Veracruzano de Cultura: Ida Rodríguez Prampolini, doctora en Letras con especialidad en Historia y Posdoctora de Historia del Arte.
Conocida por sus amigos como “la chacha” Prampolini, la doctora Ida Rodríguez puede dar cátedras inagotables sobre Miró, el dadaísmo, el cubismo, el arte de México y su Revolución o de cualquier tema que se vincule incluso a su vida política como protagonista del siglo XX mexicano
Está claro que Javier Duarte no tiene el nivel intelectual de la prestigiada fundadora del IVEC de modo tal que apostemos a que la presencia de estos cuadros en el patrimonio del político obedece más a su codicia y vocación salvaje por el hurto que a su vocación por lo artístico, al margen de que la tenga.

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El materialismo histórico (Carlos Marx) plantea en una tesis fundamental que:

“No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que al contrario es su ser social el que determina su conciencia”
“A lo largo de la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su propia voluntad, mantienen relaciones de producción que se corresponden con determinado grado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva una superestructura jurídica y política, y a la que corresponden determinadas formas de la conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona, en general, el proceso social, político y espiritual de la vida.” *

Dicho de otro modo: la sociedad se crea, se adapta, se transforma, evoluciona, se autodetermina en función de su estructura económica que nació originalmente por una necesidad animal de alimentarse y ha llegado a la luna, a convertir el mundo en una aldea global vía la internet y, desde luego, a amenazar su propia existencia.
A esto, el marxismo le llama estructura.
Y a lo que está por encima de ello: Política, Religión, Educación, Medios de Comunicación, se le define como superestructura.
Miró, Siqueiros y Botero, forman parte de la superestructura en tanto que creadores artísticos…
Al mismo tiempo, sus relaciones sociales y el éxito económico de sus obras forma parte de la estructura a partir de las relaciones sociales surgidas desde valores económicos determinados…
Más allá de apreciar o gozar del arte –superestructura- las obras decomisadas a Javier Duarte tiene un valor multimillonario en el mercado mundial como objetos de colección –estructura-.
Y resulta que la coyuntura político-económica veracruzana actual se ha topado con dicha circunstancia sin duda vergonzosa o para decirlo en legítimo lenguaje alvaradeño: digna de una mentada de madre…o muchas.

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En días pasados un lector de Claroscuros tuvo la amabilidad de comentar en redes sociales a propósito del texto que titulé:

“Porqué el arribo de Miguel Angel Yunes al gobierno de Veracruz no es un hecho histórico”.

El lector opinó que el cambio de régimen, al terminar el continuo gobierno priísta de 86 años frente a uno que la alianza PAN/PRD encabezará durante el próximo bienio, es en sí mismo un hecho histórico.
Le respondí, palabras más palabras menos, que difiero de su idea de régimen porque tal concepto –complejo y multidisciplinario- incluye un ajuste en la forma de gobierno: pasar de una democracia representativa a una parlamentaria, por ejemplo. Otro caso sería un ajuste ideológico y estructural: del capitalismo al socialismo; etcétera.
No veo, en el caso del nuevo gobierno encabezado por el PAN/PRD un cambio de régimen en Veracruz.
Observo la llegada de ex priístas vueltos panistas o perredistas a espacios de poder que les fueron negados por su ex partido…
Aprecio la llegada de panistas históricos y perredistas rojos (ligados al PRI) que por sí solos nunca pudieron vencer al priismo...
Visualizo un Veracruz en quiebra que contará con dos años –sin cambio de régimen- para someterse a una disciplina férrea en todos los frentes: el gubernamental, el social, el empresarial, el de las relaciones políticas municipales, estatales y federales, para evitar más daños y sembrar apenas algunas semillas que a mediano o largo plazo –de 15 a 30 años- puedan dar el resultado social esperado; el crecimiento económico sería un aspecto; la reconstrucción del tejido social sería otro; pero hay más...

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Los medios de comunicación y quienes formamos parte de ellos debemos ser sumamente autocríticos si queremos contribuir a este ajuste.
Educarnos, elevar nuestro nivel de conciencia y análisis, son elementos sin los cuales no lograremos tal propósito.
Añado un aspecto más que no depende solo de los periodistas pues comparte responsabilidad con los dueños de los medios, es decir con los capitalistas que han invertido en el sector: estamos obligados a la transparencia, esa que exigimos a los demás sectores; a evitar la corrupción, tal como la exhibimos en los otros; a trabajar, investigar, sustentar un texto bien escrito sobre una temática de fondo; a ser periodistas no socios del poder, hayamos cambiado o no de régimen.
Miguel Angel Yunes Linares tiene la oportunidad histórica de acabar con el modelo de los “convenios económicos” que nacen en la opacidad con los medios de comunicación -periodistas y dueños- y estrenar el sistema de adquisición publicitaria con aquellos que cubran todos los requisitos legales y éticos para ser proveedores al respecto.
Comprar los espacios estrictamente necesarios para el gobierno; dar a conocer los concursos de las adquisiciones y exhibir día con día en espacios accesibles qué se compra, a quién, porqué y a qué precio.
Esto acabaría con vicios tan añejos como la existencia de dinosaurios políticos que aún respiran y lo hacen a lado de cómplices, entre los cuales existen pseudo periodistas y pseudo empresas de comunicación.
Esto abonaría al combate contra la corrupción.
He aquí una idea sobre un ajuste estructural.
Ya veremos de qué está hecho el recién estrenado gobierno veracruzano.