#DesdeElSur: MINATITLÁN EN EL ATRASO SOCIAL, PERO "JUGOSO" BOTÍN

El Municipio de Minatitlán que colinda con Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Ixhuatlán del Sureste, Moloacán, Las Choapas, Uxpanapa, Hidalgotitlán y Jáltipan, se encuentra con un atraso en infraestructura urbana, servicios y socialmente con más de 30 años.

La riqueza natural y económica, se la han acabado los gobiernos que sin ninguna visión progresista convirtieron a Minatitlán en un botín, importando poco los antecedentes históricos, culturales, industriales, económicos y productivos que llegó a tener.

Los gobiernos petroleros y no petroleros se les olvido por completo de llevar a Minatitlán al desarrollo social, político, económico, de servicios, espacios familiares, médicos, infraestructura urbana. En pleno 2017, estamos casi igual que hace 33 años.

Gobiernos han pasado por Minatitlán, lo que fuera puerto de altura y hasta el 2004 llegó a tener la refinería más grande de Latinoamérica. Está considerada como la sexta ciudad más importante del estado pese a que se está acabando la actividad económica e industrial.

Para los políticos, sigue representando un “jugoso botín” el territorio asentado en 4 mil 123.91 Km2. Pueblo fundado por Tadeo Ortiz en 1826 para establecer una colonia de franceses en una fracción del terreno cedido por Francisco de Lara y Vargas, vecino de Chinameca.

Aunque los gobiernos “han prometido” al asumir el poder que “buscarán el progreso, desarrollo y bienestar de la población”. Ha quedado en promesa, por tal motivo, en la actualidad se vive un total “hartazgo social”. La ciudadanía no cree en los dirigentes de los partidos políticos y candidatos ante la falta de cumplimiento.

Minatitlán, éste pueblo que llegó a ser un importante exportador de maderas preciosas, asentado al margen del río Coatzacoalcos, declarado en el año de 1853 Villa y cabecera del territorio de Tehuantepec y que en 1863 junto con los nativos de Chinameca, Acayucan y Cosoleacaque derrotaron a los invasores franceses, hoy vive una de las peores crisis económica, con una millonaria deuda como consecuencia del abuso del poder de los malos gobernantes.

Cabe recordar que en 1902 la compañía Pearson & Son LTD inició los trabajos de exploración en Emilio Carranza. En 1905 se fundó la primera refinería experimental. En el año de 1909 Pearson vendió a la compañía El Águila. En 1910 se hicieron las primeras obras, el Marcado Hidalgo y el Parque independencia.
Minatitlán ha perdido miles de familias que han emigrado a otros estados en la actualidad como consecuencia de la crisis económica, del desempleo, de la desconfianza en las autoridades, de la inseguridad, de las extorsiones, secuestros, del despido de miles de trabajadores y el cierre de importantes empresas.

Hace 30 años encontrar una casa para vivir o un local para establecer un negocio, era difícil. Hoy, cientos de casas, edificios y locales están cerrados, algunos abandonados y otros en el olvido.

Tantas personas han emigrado, que de acuerdo a las estadísticas por ejemplo en 1990 había 195 mil 523 habitantes. En el 2005 sólo 151 mil 983 ciudadanos. Hoy son menos, porque familias completas han emigrado temerosas de la inseguridad y de la presencia de las bandas delincuenciales que operan con la complacencia de las autoridades.

A unos meses 5 meses de que haya elecciones municipales, los mismos personajes que hace 30 años se disputaban el poder, siguen figurando, aunque muchos en distintos partidos políticos o ahora con la nueva modalidad de “independientes”.

La mayor parte priista y es priistas que han saltado a otros partidos políticos. Aunque hace años como dirigentes obreros afirmaron categóricamente que “nunca dejarían de ser priistas”. “Más pronto cae un hablador que un cojo” dice un refrán popular.

En el PRI, Morena, alianza PAN-PRD, Movimiento Ciudadano, Partido Verde, Independiente, hay personajes plenamente conocidos con antecedentes nada agradables.

Una parte de la ciudadanía viciada por los políticos cuando son candidatos que les ofrecen y entregan apoyos de todo tipo y venden la dignidad a través del voto, en ésta ocasión tendrá que “votar por el menos malo”.

Sin duda alguna, no podrá votar “por el buen candidato, el honesto, el que presente un buen programa de trabajo que permita el desarrollo social y de infraestructura urbana”.

Muchos tienen “expedientes” que están en manos del grupo en el poder y que en cuanto empiecen las campañas saldrán a relucir que fueron contratistas, que abusaron cuando estuvieron en algún cargo, que sólo llegan por la ambición del poder para servirse, etc. Menos para lo que es la política, servir a la sociedad.

Lo cierto es que para Minatitlán urge un cambio. Romper viejos esquemas, un personaje visionario, honesto, que haga obra pública necesaria y no sólo de relumbrón para justificar como se ha hecho en los últimos 35 años.

Que se termine el vicio de que el nuevo alcalde llega a derrumbar, tirar, no darle mantenimiento o seguimiento a la raquítica obra de su antecesor.

Coatzacoalcos y Cosoleacaque progresan, menos Minatitlán debido a ésta errónea mentalidad de los grupos en el poder de la ciudad que están bien definidos.

Minatitlán necesita un próximo alcalde honesto. Y entre los suspirantes, con el debido respeto de todos “lo dudo que lo haya”. En breve saldrá a relucir tantas cosas, que más coraje dará a la ciudadanía.

Se necesita un político que convenza no comprando voluntades, regalando despensas, cemento, láminas, playeras, gorras, sino que sea con un verdadero programa que cumpla para llevar a Minatitlán al progreso.
En los Minatitlecos, al igual que en los veracruzanos hay un hartazgo social, ya no creen en las promesas. Por eso, en cada campaña electoral les piden a los candidatos apoyos y el día de las elecciones, venden su voto. Pero esos ciudadanos dos días estuvieron bien con lo que recibieron y tres años, se la pasan quejando del mal gobierno y deshonesto.

Los candidatos y luego gobernantes, que demuestren su cariño a Minatitlán no saqueando los recursos del pueblo, que no se despachen con la cuchara grande mediante “amañadas” sesiones de cabildo con sueldos estratosféricos, bonos, gastos de representación, para viajes personales, que no hagan chantajes exigiendo obras y tantos abusos que tienen asqueada a la población.

Por eso, se necesita un gobernante que “no tenga cola que le pisen” para que no sea víctima del chantaje de quienes le acompañen en el ayuntamiento.

Un alcalde que no llegue con la mentalidad de crear empresas con prestanombres para agenciarse la obra pública. Que no llegue a “recuperar” lo que gastó en campaña.

El alcalde, el síndico y los regidores deben de recordar que son servidores públicos y administradores de los recursos del pueblo que les confiaron para ejercerlos con honestidad y transparencia.

Que se olviden que son dueños de la verdad absoluta y del dinero; que pueden hacer lo que les venga en gana.

Sólo así, Minatitlán podrá avanzar, aunque sea un poquito. De lo contrario, seguiremos estancados y quejándonos en los corredores políticos o en los cafés, sitios donde se arregla todo. Ya veremos, hasta la próxima, primero dios.