Más de tres décadas he venido escuchando diferentes “slogan” de partidos políticos, de personajes que viven de la política, de los gobiernos federal, estatal y municipal y haciendo un análisis, todos hacen lo contrario de lo que dicen y ofrecen de trabajar con honestidad, solidaridad, transparencia, honradez y en beneficio del pueblo.
Los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional, en el nivel federal, han llevado al país a una crisis económica, política, social, de seguridad, de credibilidad, de honestidad, de transparencia, carente de valores que “miro un país cada vez más jodido, con hambre de justicia social”, diría Luis Donaldo Colosio, asesinado por querer un cambio en México.
Pero también los gobiernos priistas, panistas y perredistas a nivel estatal, no cantan “mal las rancheras” y han llevado a las entidades federativas a unas deudas que no se terminan de pagar por la falta de honestidad en el manejo de los recursos que el pueblo les confió para administrar.
Sin embargo, los gobiernos municipales de todos los partidos políticos que han asumido ésta responsabilidad, es la misma situación.
Todos ofrecen trabajar con honestidad y cuidar los recursos del pueblo, pero ese es su discurso político, porque hasta la fecha, han hecho lo contrario a tal grado que han llevado a la sociedad mexicana a un hartazgo por la impunidad con que se roban el dinero, se protegen entre ellos mismos y siguen “exprimiendo al pueblo”.
Lo cierto, es que cada tres y seis años que duran los gobiernos municipales, estatales y federales, respectivamente surgen nuevos millonarios. Trabajando con “honradez lograron aparecer” enormes fortunas, dueños de mansiones, de ranchos, de departamentos de lujo en el país y en el extranjero, de yates, aviones privados, de colecciones de arte, de finos relojes, de autos y tantas cosas que los convierten en “verdaderos magos de la política”.
Son los dueños del dinero de México que mediante sucias maniobras se llevaron, enriqueciéndose a costa de un pueblo más hundido en la miseria, en la extrema pobreza, cuando México es un país rico en recursos y valores culturales.
Pero también es cierto, la pobre mentalidad de una gran parte de los mexicanos, principalmente en los estados donde no llega la cultura, la educación, la tecnología porque así conviene a los caciques que ostentan el poder.
Lo mismo pasa en las ciudades, esa mentalidad de “bueno, fulano de tal nos robó, pero al menor hizo algo”. Una obra “inflada” en el presupuesto de agua, drenaje, pavimentación, escuela, carretera, camino vecinal, electrificación, puentes, entre otras.
Como si esos “políticos” y autoridades estuvieran haciendo un favor a la población que les brindó la confianza para el cargo.
México, Veracruz, Minatitlán, Cosoleacaque, Coatzacoalcos, Jáltipan, Acayucan y todos, tenemos que cambiar de mentalidad.
La política es un arte para servir al pueblo, no para servirse de él.
El dinero que administran no es de ellos, es del pueblo y el pueblo tiene la obligación y la responsabilidad de exigir cuentas claras, de que trabajen con honestidad.
Pero también el ciudadano tiene que despertar, perder el miedo, el temor a las represalias y hacer valer su derecho a través de la cultura de la denuncia.
Es triste y lamentable escuchar ciudadanos comunes, representantes de organizaciones sociales, de sindicatos, de los diversos sectores “quejarse y quejarse”. Pero más lamentable es ver que no hacen nada por buscar los caminos legales para que se castiguen a esas “lacras” que se enriquecieron con el dinero del pueblo.
Y más lamentable, es que a pesar de saber que ya abusaron en un cargo y cuando van a las urnas electorales, vuelven a votar por ellos por miserables 500 o mil pesos que reciben.
Cada pueblo tiene el gobierno que merece. Por eso, cada vez hay un abismo más grande y profundo entre los ricos y los pobres de México.
“Los magos de la política” logran persuadir tanto a la “ingenua” población para seguir en los diferentes cargos públicos enriqueciéndose en tan sólo tres años, haciendo lo contrario de lo que prometieron, dijeron, y ofrecieron en campaña política.
Por eso, cuando el gobierno dice que no, quiere decir sí. Y cuando dice sí, es no. Y el pueblo, al que mantienen como en la época de los romanos con “pan y circo” hay sigue quejándose, pero sin querer dejar muchos programas paternalistas que los hace dependientes de los gobiernos.
Son pocos los mexicanos capaces de emprender, de sobresalir sin vivir de la política. Para lograrlo hay que trabajar y trabajar, con visión triunfadora y de progresar.
Son unos cuantos. A ese lastre ahora hay que agregarle la presencia de las células delincuenciales que se han apoderado de pueblos y ciudades. De los jóvenes que por falta de empleo, no encuentran donde colocarse. Y otros, porque quieren las cosas fáciles y sin trabajar.
Muchos de ellos han sido persuadidos por las series televisivas y las películas sobre la vida de los hombres de los cárteles, que escuchan corridos y ya creyéndose narcos de los grandes, entran al negocio, del que no salen, a excepción que sea para la cárcel o para el panteón.
En Veracruz éste 4 de Junio habrá elecciones en los 212 municipios de la entidad, en estos momentos los diferentes partidos políticos, haciendo un reciclaje de “políticos” chapulines, buscarán llegarán al poder, aunque hay algunos que tienen más antecedentes que “el negro Durazo”.
Vamos a ver un pueblo veracruzano votar por el menos malo, si hace verdaderamente conciencia. Otros ciudadanos por el partido, sin importarles el candidato. Pero muy pocos, votar a conciencia.
Veracruz necesita un cambio político, social, económico, cultural, de valores y eso no lo han entendido los candidatos.
Ellos buscan el poder, porque la combinación dinero y poder, ha sido igual a corrupción e impunidad en nuestro país, en Veracruz y en los municipios.
Sino, hay están las muestras FHB y JDO. Pero “los magos de la política” seguirán en el poder, hasta que el pueblo haga verdaderamente conciencia y no venda su dignidad y vote utilizando la razón. Hasta la próxima, primero dios.