#AsuntosPúblicos: SELECCIÓN CONTROLADA DE CANDIDATOS A ALCALDES

+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, escrita en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-03-28

Entre protestas finalizan los procesos internos de los partidos políticos para la designación de sus candidatos a las presidencias municipales que se elegirán en junio próximo.

No extraña el jaloneo entre los aspirantes y las protestas contra sus dirigentes, son estampas de todas las elecciones, más las municipales como ésta, que levanta los intereses locales en todo el territorio.

Aún están en marcha y el último out se verifica cuando hagan los registros legales en el órgano electoral, el OPLE; y aun así se pueden caer; todavía caben las impugnaciones en tribunales electorales, pero ahora las protestas son políticas; no acaba la disputa, pero ya se perfilaron ganadores y perdedores; los inconformes siguen presionando, quien quita y logran algo. La negociación de posiciones en las planillas edilicias.
Aunque sea. O bien, las deserciones y alianzas con los de enfrente, la hora de los tránsfugas y chaqueteros, los intercambios de grupos y clientelas de todas las elecciones.

Lo que resulta característico del actual proceso interno es que no hubo juego abierto de participación en ninguna de las organizaciones políticas. Es claro que las cúpulas y grupos dominantes consideraron demasiado riesgo a sus intereses abrir el acceso a candidatos. Todos se acomodaron a procesos de aparente representatividad, al fin, parte de sus reglas estatutarias reconocidas como legales. Ninguno se expuso a experiencias de “consultas a la base” o a votaciones directas de padrón de afiliados o de simpatizantes, menos al padrón electoral (¿Para qué?, dirían, si los líderes saben interpretar el sentir de las bases).

Método de camarillas

Optaron por métodos de selección controlada. Apertura en la inscripción, filtro local del grupo dominante y en última instancia el centralismo que se reservó la última palabra para validar las propuestas de candidaturas, con variaciones observables en el grado de influencia local en la decisión de las dirigencias nacionales.

En Morena los palomeó Andrés Manuel López Obrador a propuesta de sus cercanos locales, Cuitláhuac García, Rocío Nahle o Manuel Huerta. En el PAN, obviamente las decidió el gobernador Miguel Ángel Yunes, jefe real de ese partido en el estado, en valores entendidos con Ricardo Anaya, el dirigente nacional, con la participación en algunos espacios de José Mancha, el dirigente formal en el estado, Julen Rementería y Enrique Cambranis (los 4 jinetes del Apocalipsis, les apodan los panistas vencidos).

En el PRD de los madrazos, en coalición subordinada con el PAN, hay influencia del gobernador Yunes (aunque no le sirvió –hasta ahora– para poner a David Velasco), meten mano su secretario de gobierno Rogelio Franco, el dirigente estatal Jesús Velázquez, la dupla rural Yazmín Copete y Arturo Hérviz. Y la cuchara de la presidenta Alejandra Barrales que les enmendó la plana en Xalapa. El PRI, en la orfandad, los grupos que quedan, entre estos los senadores Yunes intentan acomodar los antiguos cuadros.

A ver cómo quedan las listas para el registro, que debe hacerse ante el OPLE el mes próximo, del 16 al 25 de abril. Todavía tienen que ajustar las candidaturas, aparte de las protestas, a la paridad de género, la mitad de los candidatos de cada partido o coalición a presidir el ayuntamiento debe ser varones y la otra mitad mujeres, por disposición de ley.

Cada quien sus cálculos en la selección, entre las opciones de triunfo y de negocio; siempre se dice que hay un mercado negro de candidaturas, tasación de acuerdo a la importancia del municipio y el valor de la marca partidista, igual de las posiciones edilicias. Todavía no cierran operaciones. ¿Quién da más?

Llegó, llegó, Sergio El Bailador

Tiene que ser explicado debidamente a la sociedad veracruzana el derroche de recursos en un acto político de promoción personal realizado este domingo por el diputado local del PAN, Sergio Hernández, coordinador de su bancada y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso.

No interesa a muchos que quiera celebrar sin razón sus supuestos logros en 100 días como legislador (que por cierto se cumplieron hace algún tiempo, pues iniciaron labores el pasado 5 de noviembre), tampoco que gaste sin austeridad –presentó el show musical de la Sonora Dinamita– en el velódromo de Xalapa, o quiera lucirse con baile salsero en pareja con su mujer, que lleve su diversión privada al estrado. No interesa qué hace con sus ingresos personales, aunque sí llama la atención al exceso salarial de los diputados.

Pero sí debe rendir cuentas sobre el uso de recursos públicos. Si pagó de su dinero a la Sonora Dinamita o del presupuesto del Congreso, y sobre todo, del uso del Velódromo que es, como se sabe, un inmueble público, propiedad del estado y que en todo caso debe generar alguna renta si se concede su uso para fines particulares, como el evento dominical de Sergio El bailador. ¿Cuándo pagó, si lo hizo, por ocupar el velódromo? ¿Es Sergio, como parece, de los nuevos abusadores del poder? Como sea, pero lo bailado, ¡nadie se lo quita!

TEMAS RELACIONADOS:

|