#AsuntosPúblicos: DESTAPE DE VACILADA

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-05-31

Por ocurrencias no paramos en Veracruz. ¿Alguien en serio podría creer que Miguel Ángel Yunes Linares tiene posibilidades de ser un candidato a la Presidencia de la República en 2018 por la coalición del PAN y el PRD, como lo propusieron ayer los dirigentes estatales de estos partidos, José de Jesús Mancha y Jesús Velázquez, incondicionales lacayos del presunto candidote, que no candidato? Otra cosa todavía más improbable es que pudiera ganar una elección presidencial, pero como dicen, soñar no cuesta nada.

La reacción inmediata de quienes están enterados del juego sucesorio en México, el peso de las fuerzas políticas, camarillas y aspirantes con reales probabilidades de competir por el poder del Estado nacional fue de incredulidad y risa, ¿están bromeando, no es así?

Otros llevan mano

Es claro que Miguel Ángel Yunes no está encartado en la sucesión dentro del PAN, donde se disputan la candidatura el dirigente actual, Ricardo Anaya, Margarita Zavala, La Calderona, y el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, cabezas de los grupos que controlan el comité nacional de ese partido, los que deciden las candidaturas. Yunes no tiene la hegemonía sobre ellos, y no se ve que vayan a permitir que los salte.

Coalición incierta

Además aun no es seguro que el PRD vaya a ir en coalición con el PAN en 2018 para la Presidencia de la República, la reciente declaración de intenciones de los dirigentes nacionales Ricardo Anaya (PAN) y Alejandra Barrales (PRD) es incierta, incluso la permanencia de esta última una vez que pasen las elecciones estatales de la primera semana de junio. El PRD todavía no se reacomoda, no ha tocado piso, sus múltiples tribus se jalarán para ver quién controla la franquicia en la próxima elección y cómo se dará su política de alianzas, incluyendo una eventual con Morena y su antiguo militante López Obrador. Ahora el más avanzado para la candidatura del PRD a la Presidencia es Miguel Mancera, el jefe de gobierno de la Ciudad de México.

Mal candidato

Su negra historia de corrupción y abuso de poder hace a Miguel Ángel Yunes un candidato muy controvertido no solo en el PAN y el PRD, sino a nivel nacional. Sus antecedentes de enriquecimiento en cargos públicos y ejercicio autoritario del poder, muy documentado en información pública y seguro de ventilarse en una campaña nacional, generaría objeciones por parte de las corrientes en el PAN que anteponen principios y valores políticos sobre el pragmatismo y la pura búsqueda de poder político; al igual que en las corrientes de izquierda, lo poco que queda de éstas en el PRD; por otro lado a nivel nacional, Yunes carece de una buena imagen, no es una figura de la talla de los demás competidores; en lo que se le conoce es tenido como uno de los ejemplos de corrupción e impunidad. Causaría gran división en esos partidos, sería un candidato débil a la Presidencia de la República, muy vulnerable a la crítica.

Nada que ofrecer al País

Si bien es cierto que Yunes y la coalición PAN-PRD derrotó en las elecciones para gobernador al PRI, este partido estaba agobiado por la rapacidad y mala administración; además de que su triunfo es por ser el tercio mayor. Pero más allá de la alternancia en Veracruz –en el plano nacional ha habido dos, entre el PRI y el PAN– no se trata ya de “sacar al PRI de la presidencia”, ya salió, entró el PAN y no fue mejor, en su gestión como gobernador Yunes no tiene nada que presumir al país. No se compraran los montajes locales de “persecución a los corruptos”, menos la ausencia de resultados en el combate a la delincuencia, Veracruz es más violento e inseguro desde que asumió el gobierno hace seis meses; tampoco ha podido reactivar la economía ni ha resuelto la grave crisis de fianzas públicas, la insolvencia financiera tiene semi paralizado al estado. Si no ha podido Yunes con un Estado, nadie apostaría a que podrá con una problemática más compleja como la de la nación mexicana.

A qué le tira

Vistas las posiciones en la carrera presidencial, el enemigo a vencer es Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, todas las mediciones de intención del voto lo ponen adelante hasta ahora, no habrá otro candidato más fuerte a la salida. El PRI se ve perdido, solo un milagro electoral lo salvaría de la derrota, todos lo ubican al tercer lugar, no tiene candidato capaz de rescatarlo. Esa tendencia y el horror a que gane López Obrador ha acercado al PRI con el PAN y el PRD como bloque; no se piensa ahora una coalición entre los tres –¿cómo se llamaría?, ¿la mafia por el poder?–. Yunes, su candidato, ya ven que le sale muy bien la guerra sucia contra López Obrador. Pero lo que hace en Veracruz, su actuación provocadora y pendenciera y sus montajes de lodo, que sus aliados nacionales ocupan para intentar bajar a AMLO, tampoco le garantiza a Yunes una candidatura nacional.

No pocos, además de risible, consideraron prematuro su destape de ayer, es obvio que él mandó a sus subordinados políticos, Mancha y Velázquez, los jesuses o chuchos de aquí, ¿cuál es el objetivo?
Por el momento del destape, a unos días de las elecciones para ayuntamientos podría tomarse, aunque descabellado, como un recurso desesperado para atraer votos de ingenuos el próximo domingo, votar por la coalición PAN-PRD sería votar por un proyecto a la Presidencia de la República, tratar de venderles un producto chatarra.

Otra interpretación es que Yunes está tratando desde ahora de meterse a la competencia partidista –mandarle mensajes a los otros competidores que andan por aquí en las campañas, ayer estuvo en Xalapa, Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala en Coatzacoalcos, hoy viene Felipe Calderón. A sabiendas que no pasará, apunta a la luna para que se le considere como un factor en la decisión, que le reconozcan su cuota.

También se especuló que ya quiere tirar la toalla en Veracruz, anticipando que no logrará cumplir con sus promesas de campaña, busca pretextos para justificar una salida, si no es para la candidatura a Presidente de la República cuando menos para presidente nacional del PAN en la campaña electoral.

Los que han comparado a Yunes con Fidel Herrera encontrarán otro punto de coincidencia en sus estilos megalómanos. Como Yunes ahora, Fidel también se sintió presidenciable y mandó a sus súbditos de entonces a que lo destaparan.

Con el auto destape de ayer, por lo pronto ya nos dimos cuenta que no le falta sentido del humor. Buen chiste.

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