#AsuntosPúblicos: ELECCIONES, EL FINAL

+ Por Eduardo Coronel Chiu / Diario AZ Xalapa

Zona Centro

Eduardo Coronel Chiu - 2017-06-02

Acabaron las campañas electorales desde el miércoles, oficialmente ayer comenzó la veda o silencio de los partidos y candidatos, la prohibición de solicitar públicamente el voto, a la espera de la jornada electoral del domingo, una elección que aunque parcial por los cargos en disputa –3 estados eligen gobernador, Estado de México, Coahuila y Nayarit y 212 gobiernos municipales en Veracruz– cambiará de modo importante el mapa político del país y del estado, especialmente en su proyección a los procesos electorales del año entrante.

Por su valor estratégico y el tamaño de sus padrones electorales, las que más llaman la atención son la de gobernador del Estado de México y las municipales de Veracruz.

El bastión del PRI

El primero no solo el más poblado, sino que se juega la casa del grupo dominante del priismo y su futuro inmediato como partido. El Estado de México es de los últimos reductos sin alternancia (Coahuila tampoco la ha tenido), pero sobre todo el bastión del grupo en el poder que representa el actual Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, donde se ha visto el crecimiento del partido Morena y hasta el PRD. La derrota del PRI en el Estado de México, con alta probabilidad en los pronósticos terminaría de hundir a ese partido hacia la sucesión presidencial el año próximo, por el contrario, si gana, tomaría una bocanada de aire en la contienda pese a su carencia de una figura nacional.

La definición del grupo dominante

En Veracruz se define el grupo político dominante en la entidad. Las elecciones del año pasado –para gobernador y Congreso, ambos para un periodo de 2 años– resultaron en una alternancia del Poder Ejecutivo. Perdió el PRI, como es sabido, ante una coalición PAN-PRD, pero con una distribución del voto en tercios muy parejos, destacándose la emergencia de Morena y un congreso sin mayorías, signo de una pluralidad sin hegemonía que se confrontará nuevamente el próximo domingo en las urnas.

Removido el PRI como fuerza dominante en el estado y sin apoyos gubernamentales de dinero y estructura, el nuevo reparto de las principales plazas –los 30 municipios más poblados y el resto de estos– se dará entre el grupo del gobierno del estado (PAN-PRD) y el emergente Morena; la feroz guerra de lodo con manantial en Veracruz contra López Obrador y Morena, así como las numerosas visitas que el líder de Morena realizó en el estado son un indicador de su relevancia como monte o baza en la mesa de juego; el PRI ubicará su piso electoral en esta elección. La distribución del poder que emerja no tendrá comparación con la de hace 4 años, celebrada en plenitud del duartismo, hoy corriente priista apestada en extinción.

Focos rojos

Toda competencia por el poder y los premios y castigos asociados a su ejercicio no están exentos de pasión, fuerza y hasta violencia. Pero hay reglas para obtener los cargos públicos de elección popular, y es el voto de cada quien y de todos la vía para alcanzarlos y constituir legítimamente a las autoridades. A estas reglas hay que sujetarse todos.

Hay un clima pre-electoral de choque y presión en varios municipios que debe contenerse sin excesos en el uso de la fuerza pública, pero tampoco tolerando o fomentando la anarquía y los abusos de algunos grupos interesados en intimidar votantes o alterar ilegalmente los resultados.

Dos municipios importantes han tenido brotes de violencia, el Puerto de Veracruz y Coatzacoalcos, otros de menor tamaño ya cuentan con lesionados de bala y un muerto, como Mixtla de Altamirano, además reportes de quejas de militantes de provocaciones, agresiones o amenazas.

Esperemos no se desborde la violencia, se puedan celebrar en paz y orden las elecciones el domingo próximo en el estado.

El domingo veremos

Cualquiera que sea el resultado, habrá un antes y un después, triunfadores y perdedores, reacomodos o refrendos, confirmación o cambio de tendencias; la moneda está en el aire, es el momento de los ciudadanos de participar con su voto en la integración de los poderes públicos –como reza el mito democrático–, al igual que la hora de la competencia de las maquinarias partidistas y de los candidatos, la medición de fuerzas entre las estructuras electorales para la movilización de sus simpatizantes, obstrucción de sus rivales y la defensa de los votos en las miles de casillas electorales que se integrarán para recibir y computar los votos.

Es el momento también de las autoridades electorales, en particular de los órganos locales –OPLES de cada entidad, y en lo que nos incumbe, del de Veracruz. La preparación de la elección se pone a prueba; deberán garantizar la instalación de las casillas, el libre ejercicio del sufragio, la certidumbre de los cómputos, la oportunidad y confiabilidad de los resultados.

La noche del domingo en la página del OPLE deberá funcionar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), la información transmitida por internet de las actas a nivel municipal, con lo cual se tendrán las tendencias y el miércoles, los cómputos legales en los 212 consejos municipales del OPLE.

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