#Claroscuros: PAGAR EL DERECHO DE PISO… PARA VIVIR

+ Por José Luis Ortega Vidal

Zona Sur

José Luis Ortega Vidal - 2017-10-11

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Van datos sólo como referencias aleatorias:
Durante el pasado mes de septiembre el Observatorio Ciudadano -una organización cuyas estadísticas provienen de reportes periodísticos- “contabilizó” 31 asesinatos en Coatzacoalcos, uno de los tres municipios del país que han sido denominados sede de las Zonas Económicas Especiales.
Coatzacoalcos es el tercer municipio con mayor población de Veracruz (con más de 300 mil habitantes) y ocupa la misma posición en el ámbito de los presupuestos oficiales estatales.
La ZEE del antiguo Puerto México se compartirá con sus vecinos: los municipios de Nanchital e Ixhuatlán del Sureste.
No se trata sólo de aspectos territoriales pues Braskem-Idesa, la empresa privada que produce la mayor cantidad de materia prima para la industria del plástico en México vía el polietileno, se ubica en Nanchital.
A su vez los complejos petroquímicos de PEMEX: Cangrejera y Morelos -que juntos no alcanzan la productividad de Braskem- están en Coatzacoalcos junto a Pajaritos, ahora denominado Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV)
El accionista mayor de PMV es la empresa privada Mexichem y su socio minoritario es PEMEX. El complejo está en paro por la explosión que sufrió en abril del 2016.
Ixhuatlán del Sureste es sede de las minas que surten a CyDSA, la principal empresa productora de sal en el país con instalaciones de su marca “La fina” en Coatzacoalcos donde también se encuentra su planta IQUISA, productora de cloro, sosa cáustica y especialidades químicas para la industria textil, entre otros ramos.
Dentro de los tres municipios de referencia se ubica un clúster que durante la década de los 70s y 80s generó un boom económico sin precedente en el sur veracruzano.
Durante los años 90s dio inicio su caída y en lo que va del siglo XXI acabaron los tiempos de jauja.
La construcción de Braskem-Idesa generó 25 mil empleos entre el 2011 y el 2016 pero puesta en marcha la planta la región entró en una crisis de desempleo para la que nadie se preparó.
Moraleja: en materia de generación de empleos una cosa es la industria de la construcción y otra muy distinta la operación de empresas basadas en tecnología de punta que requiere mano de obra escasa y de alto perfil.
Después de la inversión de Braskem-Idesa que superó los 5 mil millones de dólares no ha llegado nada que se le parezca ni se le acerque en absoluto.
La consecuencia resultó atroz: el costo social es muy elevado ante la falta de obras y la escasez de dinero circulante.
El incremento de la inseguridad ligado al ejemplo del párrafo dos: 31 asesinatos -uno diario- sólo en el septiembre patrio coatzacoalquense aporta un referente en torno al desequilibrio socioeconómico que vive el sur veracruzano.
La prensa nacional reporta cinco asesinatos ocurridos en diversas partes de Veracruz el pasado martes 10 de octubre.
Tal dato es incorrecto.
Fueron, por lo menos, siete las ejecuciones el martes de referencia.
A una pareja degollada en Poza Rica se suman un taxista ejecutado en Naranjos -ambas poblaciones ubicadas en el norte de la entidad- así como sendos asesinatos en San Juan Evangelista, Sayula de Alemán, Jáltipan de Morelos y Cosoleacaque, los cuatro municipios sureños.
En el caso de Cosoleacaque la víctima también fue un taxista pero recibió seis tiros mientras descansaba en su domicilio de la comunidad San Pedro Mártir.

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Los primeros datos aleatorios están ahí: 31 asesinatos durante el mes de septiembre en Coatzacoalcos y las 7 ejecuciones del martes 10 de octubre en seis municipios del norte y sur veracruzano que no representan –ni con mucho- la jornada más roja vivida recientemente en la entidad.+
El 24 de junio del 2017, lo hemos señalado, fueron ejecutadas entre 22 y 24 personas en un lapso de aproximadamente 14 horas.
Aquel día se asesinó a 4 niños en Coatzacoalcos y tal hecho devino la detención de su autor intelectual “El H”, jefe de plaza de los zetas.

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El gobierno estatal insiste en vincular estos altísimos niveles de violencia sólo a la lucha entre cárteles.

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En Poza Rica el Cártel de Jalisco Nueva Generación se atribuyó la doble ejecución en el fraccionamiento popular “Las Gaviotas”, escenario común del crimen y vecino de una colonia con antecedentes históricos al respecto: “La Reforma”.
A mediados del siglo XX muy cerca de ambos asentamientos se instaló una zona de tolerancia.
Llena de cantinas, prostíbulos, centros nocturnos, visitada por empresarios, políticos e integrantes del crimen organizado, aquel conjunto de negocios de “placer y vicio” funcionaba rodeada de una alta barda, con una sola entrada que a la vez era salida.
Y –claro- con autorización oficial en la época del boom petrolero de Poza Rica.
Comercio sexual, narcotráfico, crimen, contrabando, se desarrollaron en el lugar que durante mucho tiempo operó retirado de la zona urbana pozarricense.
Empero el crecimiento demográfico lo alcanzó y hoy de aquella zona de tolerancia apenas quedan viejas historias, envejecidos descendientes de mujeres y hombres que la habitaron y algunas casas casi escondidas entre el desarrollo comercial que la rodea.
Hay un lazo evidente -sociológico- entre el pasado de la ex zona de tolerancia y la violencia que puebla en las colonias que casi la desaparecieron.
He ahí elementos que la clase política no ve o se niega a aceptar públicamente.
La descomposición histórica del tejido social es un tema más profundo que la guerra entre cárteles: aunque ésta es real…
Dicho de otro modo: el crimen organizado siempre ha estado ahí y durante décadas el Estado no cumplió con su responsabilidad para combatirlo no con balas sino con procesos de desarrollo económico, educación, impulso cultural, empleos permanentes, combate a la pobreza, etcétera.
La violencia que vive Poza Rica y en particular la zona norte de la ciudad tiene un sinnúmero de elementos que la explican más allá de la demagogia torpe de nuestros políticos.

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Un tercer dato aleatorio: en Veracruz el nivel de secuestros es uno de los más altos del país y a menudo aparece como el número uno.
Ayer fue asesinado el secretario general de la CTM en Tuxpan de Rodríguez Cano, la tierra donde nació Jesús Reyes Heroles en la huasteca veracruzana.
Por otra parte, durante las últimas dos semanas fueron ejecutados dos dirigentes cetemistas en Moloacán y Agua Dulce. En Coatzacoalcos asesinaron a un líder popular de la zona urbana. En Jáltipan secuestraron a un dirigente del sector transportista.
Todo esto en el sur y la víspera de que entre en operación la ZEE a partir de enero próximo según los planes oficiales.
Otros secuestros han tenido como víctimas a estudiantes universitarios o de bachillerato. Durante un solo día “levantaron” a tres.
Alguno de ellos fue devuelto tras el pago exigido por sus plagiarios.
No obstante la víctima volvió a casa con un mensaje tenebroso, criminal: en lo sucesivo su familia deberá pagar una cuota mensual para que no lo vuelvan a secuestrar o eventualmente asesinarlo.
Algo así como pagar el derecho de piso… para vivir.

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