* ‘DESTAPE’ AHUMADO

Raymundo Jiménez

AL PIE DE LA LETRA

2017-05-31

Sin cuidar los tiempos ni las formas políticas, este martes, muy extrañamente, los dirigentes estatales del PAN y PRD, Pepe Mancha y Jesús Velásquez, respectivamente, salieron de la mano a dar una conferencia de prensa para “destapar” al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares como precandidato a la Presidencia de la República de 2018, una candidatura que en su momento, seguramente hasta finales del presente año, habrán de procesar y decidir pero las cúpulas nacionales del blanquiazul y del sol azteca.

El anuncio sorprendió por varias razones, entre ellas por haberse dado en la víspera de las elecciones municipales del 4 de junio próximo, en las que el gobierno aliancista deberá someterse a la prueba del voto popular, y porque al cumplirse ya el primero de los cuatro semestres de su administración que será de sólo dos años, ni la opinión de una buena parte de los votantes que sufragaron por él ni la calificación de la ciudadanía en general le son tan favorables como para aspirar a la primera magistratura del país.

Y es que precisamente según una encuesta en poder del PAN, realizada por la empresa Beap Estadística&Opinión Pública, con sede en Puebla –la cual aplicó entre el 8 y 12 de abril pasado un total de mil cuestionarios en puntos de muestreo a través de entrevistas “cara a cara”–, Yunes fue calificado con 5.18 y únicamente el 19.3% le dio su aprobación.
Por eso, como estrategia, la encuestadora le recomendaba al equipo de campaña de la candidata de la alianza PAN-PRD, Ana Miriam Ferráez, que “sin mencionar mucho a MAY (Miguel Ángel Yunes), manejar siempre el discurso de que Xalapa requiere seguir con el cambio que ya empezó.”
Inclusive el alcalde xalapeño Américo Zúñiga Martínez salía mejor evaluado que el gobernador panista. El 31.5% de los entrevistados avalaba su desempeño y le daban 5.91 de calificación al edil del PRI.
Una encuesta posterior, realizada por la misma firma poblana el 8 y 9 de mayo, Yunes subió ligeramente en la aprobación de su desempeño, al pasar de 19.3 a 22.0 por ciento los entrevistados con opinión positiva.

Sin embargo, esta aparente mejoría en la evaluación de la administración yunista no ha sido suficiente para apuntalar a los candidatos de la alianza gobernante.

En Xalapa, por ejemplo, la sede de los poderes del estado, según presuntas tarjetas informativas internas de la Secretaría de Gobierno, en el más reciente sondeo realizado entre el 22 y 28 de mayo, las tendencias electorales en este municipio favorecían por partido a MORENA con 27.3 por ciento, seguido de la alianza PAN-PRD con 19.8%; la coalición PRI-PVEM con 16.8%; el sorprendente PANAL –cuyo candidato es el empresario Nicanor Moreira Ruiz, que inicialmente buscó ser abanderado por el sol azteca y el blanquiazul– con 14.1%; más abajo Movimiento Ciudadano con 7.4% y al fondo PT con 1.5%.

Sin embargo, el caso que obviamente más le debe preocupar al “presidenciable” mandatario veracruzano es el del municipio del puerto jarocho, donde contiende su hijo Fernando Yunes Márquez, y que según presuntos informes internos del CEN del PAN –cuyos porcentajes coincidirían con supuestos sondeos atribuidos al CISEN de la Secretaría de Gobernación–, MORENA obtenía hasta la semana pasada 36.5% de las preferencias electorales; PAN-PRD estaba posicionado con 35.7%, y PRI-PVEM con 17.2%.

¿Para qué y por qué los dirigentes estatales del blanquiazul y del sol azteca –sin fuerza ni influencia política de peso ante los grupos de poder del panismo nacional y entre las tribus perredistas del país– “destaparon” anticipadamente a Yunes Linares como precandidato presidencial? ¿No era mejor aguardar a conocer los resultados de la elección del domingo siguiente? ¿O sólo se trató de una burda “cortina de humo para distraer la atención de la ciudadanía sobre la utilización de recursos públicos y el uso de la fuerza para amedrentar a los candidatos, a cargo del Gobierno del Estado”, como acusó ayer mismo el presidente del CDE del PRI, Renato Alarcón Guevara?
Aunque otra versión más que circuló es que bien podría tratarse de una desesperada estratagema de Yunes Linares para entusiasmar a las militancias del PAN y PRD con el propósito de frenar o minar el consistente avance de MORENA y sacar el mayor número de triunfos en los 212 municipios en la elección del domingo entrante, entre ellos el de su hijo Fernando en el puerto de Veracruz, el cual sería determinante para poner a salvo también el proyecto sucesorio de su otro vástago, Miguel Ángel Yunes Márquez, que de la alcaldía de Boca del Río pretende saltar al Palacio de Gobierno de Xalapa en 2018, lo que de entrada suena políticamente aberrante si es que el padre de veras busca ser encartado como precandidato a la Presidencia de la República, tal como quisieron hacer creer los dirigentes Pepe Mancha y Jesús Velásquez con el sorpresivo “destape” del expriista.

¿ACEPTARÁ YUNES RETO DE DANTE?
Por cierto, el que le acaba de poner el cascabel al gato fue el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, quien a través de su cuenta de Facebook retó a debatir al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el cual, a su vez, ha estado retando insistentemente también al líder de MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
“Si Miguel Ángel Yunes Linares quiere debatir, aquí está alguien que lo conoce y conoce a Veracruz para decirle: que ponga fecha y hora”, lo emplazó el exgobernador sustituto de Veracruz.

Vamos a ver si Yunes aprovecha esta oportunidad, aunque no sea con El Peje, para hacer crecer sus aspiraciones presidenciales.