Reacciones

Para muestra un botón. Con excepción del propio presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, su equipo de colaboradores, partidarios de Morena y fanáticos, ha causado preocupación en diversos sectores, no solo en sus adversarios o grupos con interés directo, sino también entre los simpatizantes que votaron por su candidatura, la forma en que decidió que cancelará el avanzado y comprometido proyecto del nuevo aeropuerto internacional que se construye en Texcoco.

Y cayeron los mercados nacionales, más que cuando ganó Trump la presidencia de USA. Mientras AMLO ofrecía la conferencia de prensa avalando la consulta para cancelar el proyecto en marcha y construir el aeropuerto en Santa Lucía, la bolsa mexicana de valores (BMV) y la paridad del peso con el dólar se desplomaban. Al fin de la jornada, la BMV perdió 1,900 puntos, una caída de 4.20%, y el peso se depreció el 3%, al menudeo el dólar se cotizó en $20.35. Más lo que venga en estos días. No logró contener los mercados la prédica de AMLO de que “nada que temer, no habrá depreciación del peso”, una vez que se informe se van a tranquilizar las cosas. Las calificadoras de riesgos de inversión se aprestan a cambiar la calificación del riesgo para el país, aunque para AMLO, el Estado que encabezará no estará “supeditado a mercados financieros. Les guste o no les guste (me canso ganso)”.
Alerta sobre el modo de gobernar

La agenda nacional es más que el tema del aeropuerto, pero alerta sobre su modo de gobernar que apela a la ficción de la voluntad popular. Es muy cuestionable y nada convincente que ahora decida hacer tres aeropuertos alternos, incluido el improvisado proyecto en Santa Lucía en el Estado de México, con base en una dudosa consulta organizada por el partido Morena, carente de legalidad y controles que garanticen certidumbre e imparcialidad en los resultados. Ganaron los de Morena con el 70% al 30% de los que con ingenuidad acudieron a votar por las alternativas de la cancelación o Santa Lucía. Para AMLO el supuesto millón de votantes encarna la voz del pueblo, la decisión que tomaron los ciudadanos es “racional, democrática y eficaz”.
Demuestran que se “terminó la vinculación entre el poder económico y político”, y aunque dicha consulta no es legal y vinculante, “se respetará la decisión ciudadana de construir el aeropuerto en Santa Lucía”.

AMLO de nuevo polariza al país, aun antes de asumir la Presidencia de la República. El estilo populista recargado ya anticipó que vendrán otras muchas consultas, una de ellas, sobre el Tren Maya, mismo que ya decidió hacer, así que sólo será para que su pueblo le confirme, las demás están aún en la caja de sorpresas.

Los costos de la cancelación y el supuesto ahorro
Aparte del artificio de la controvertida y alegal consulta, no está claro cómo se asumirá el costo de la cancelación, el financiero directo y el de la confianza en las políticas del próximo gobierno, tampoco es contundente que sean viables en sus aspectos técnicos y económicos, las alternativas que impulsan AMLO y su grupo.

De entrada, el análisis de la decisión no se ve racional. Al margen de la posible corrupción en las asignaciones de contratos, que en su caso podría seguir una investigación por cuerda propia, es difícil aceptar que se eche a saco roto una inversión de por lo menos 60 mil millones de pesos que dicen haber aplicado en la obra en marcha, más los costos que tendría para el Estado y el presupuesto público, las indemnizaciones por rescisión unilateral de contratos, una suma que podría alcanzar hasta 150 mil o 200 mil millones de pesos, según algunas estimaciones. ¿Y qué se hará con el proyecto en ruinas?

Ayer mismo AMLO adelantó opciones, no sin antes celebrar el triunfo del movimiento ecologista, se salvan las aves, “no se van a ahuyentar los patos” y el lago “Nabor Carrillo”, para escoger la mejor se convocará a expertos (¿habrá también una consulta popular?). “Eso tiene que ser un eje, un parque ecológico, un parque para lo ambiental, agregando lo deportivo (¿un estadio de beisbol?), un gran centro ecológico, deportivo para la ciudad de México”.

Dice AMLO que en tres años estarán operando el aeropuerto de Santa Lucía, complementado con la habilitación del Aeropuerto de Toluca –se conectarán por tren–, además de que mantendrá mejorado el actual de la Ciudad de México.

También afirmó ayer que el gobierno de Francia de Emanuel Macron lo apoyó para los dictámenes técnicos de compatibilidad del “sistema aeroportuario”, aunque la embajada francesa aclaró que solo proporcionó el contacto con una empresa privada, especializada en seguridad aérea, a petición de las “autoridades de transición”.
Por otro lado, celebró la sabiduría de los ciudadanos: “con esta decisión inteligente y sabia el Gobierno Federal tendrá un ahorro de 100 mil millones de pesos”. ¿Cómo se integra este ahorro, después de los costos de la cancelación?, no se sabe.
Cuitláhuac, en la fila

Ojalá y sea cierto este ahorro, porque el gobernador electo de Veracruz dice que pedirá al gobierno de AMLO un adelanto de 30 mil millones de pesos, nada más para arrancar.

Este monto dice que no será un préstamo a fondo perdido, sino adelanto de participaciones. No pierde nada con pedir, aunque esta cifra a cuenta de participaciones se ve excesiva, no porque no haga falta sino porque este rubro de ingresos de libre disposición para los estados –los otros, como aportaciones y convenios, vienen etiquetados, no dan para tanto–. 30 mil millones de pesos son casi 8 meses de participaciones. A ver cuánto consigue.

Morena Toma el congreso

Anoche diputados electos y en funciones del partido Morena ocuparon las instalaciones del Congreso del Estado para impedir se celebre la sesión convocada hoy por la Comisión Permanente.

Aseguran que las bancadas del PAN-PRD y sus aliados, la mayoría saliente, pretenden aprobar la entrega de bienes del estado a varios municipios, entre ellos, regalarle al ayuntamiento de Veracruz, que preside un hijo del gobernador Yunes, el Auditorio Benito Juárez, el parque infantil Cri-Cri y la casa de Agustín Lara, además de crear el municipio de Tres Zapotes para favorecer la gestión de la diputada del PRD, Yazmín Copete Zapot. Se tensa la transición.