( DES)ACUERDO POR LA DEMOCRACIA
Eduardo Coronel Chiu
Asuntos Públicos
2021-03-23
Como si no tuvieran nada mejor que hacer, el grupo gobernante en Veracruz ocupó el día de ayer ( mas los de preparativos) en el montaje de una farsa, una convocatoria innecesaria a la civilidad política en el polarizado y violento proceso electoral en curso, bautizada como Acuerdo por la Democracia.
Este acuerdo, como ya antes se ha expuesto, no solo es irrelevante en su contenido, es también inviable por la polarización generada entre el gobierno del estado y los partidos de oposición- como se pudo comprobar por el rechazo de estos- pero su escenificación responde a los deseos del Presidente López Obrador, (ni hace falta decir, jefe del gobernador Cuitláhuac García ) en otra de sus teatralidades para distracción y propaganda en el proceso electoral del país.
Es obvio que no hace falta ese acuerdo para celebrar elecciones democráticas en Veracruz. Basta con que todos cumplan con sus obligaciones que derivan de la ley, como se sabe un imperativo no condicionado a la voluntad de acatamiento .
Las elecciones en Mexico- y Veracruz están mas que reguladas desde las Constituciones Políticas hasta el Código Electoral del Estado. Cualquiera sabe que no deben desviar recursos públicos en favor de candidato o partido alguno, usar los programas sociales con fines proselitistas, ejercer violencia o coacción sobre candidatos o votantes, realizar propaganda en periodos prohibidos, postular candidatos con vínculos crimínales o recibir dinero de origen ilícito entre otras normas elementales previstas en la legislación electoral.
Si el Acuerdo por la Democracia reproduce como compromisos de los participantes, autoridades y actores políticos, los establecidos en las leyes obviamente es redundante y ocioso; sale sobrando prometer cumplir con las obligaciones legales.
La firma de un acuerdo para cumplir las reglas del juego es tan extravagante, que nos sorprendería que al inicio de una competencia deportiva con reglas establecidas para jugadores participantes y autoridades encargadas de vigilar su aplicación, antes del juego realizarán una ceremonia protocolaria en la que juraran y firmaran respetar el reglamento. Así de extravagante es el Acuerdo por la Democracia, pero el teatro politico como espectáculo responde a otros motivos.
RECHAZO ANUNCIADO DE LA OPOSICIÓN
El rechazo de un bloque de partidos de oposición -PAN-PRI-PRD principalmente era absolutamente previble por el sabido conflicto con el gobierno del Estado y su golpeador, el secretario de gobierno Eric Cisneros, acentuado durante el proceso electoral por la intensificación de acciones que la oposición califica de represoras e intimidatorias para alcaldes, candidatos y líderes de esos partidos.
Los firmantes solo fueron del partido Morena, aliados y satélites.
PA´SERVIR AL PATRÓN
Pero los del gobierno del estado tenían instrucciones del Presidente López Obrador de repetir aquí las obras que el quiere montar en el centro. Ya mucho se ha comentado también de la imitación local, deben cumplir con los deseos de AMLO, es un simulacro para complacerlo, aquel con doble cara, convoca a gobernadores a no intervenir en las elecciones, pero encubre su injerencia y violación de la equidad en la competencia.
FUERA MÁSCARAS
Si de algo sirvió el acuerdo en Veracruz fue para colocar a los actores políticos de algún lado de la cancha. La convocatoria alineó a los bandos en la visión cruda de los campos amigo- enemigo, en referencia al grupo en el poder.
Quienes acudieron a la fiesta y quienes la desairaron. En el campo oficial, el hegémonico Partido Morena y sus aliados en Coalición electoral, el Partido Verde (PVEM) y el del Trabajo (PT).
Hay que sumar a dos de sus aliados funcionales a nivel nacional, en su versión local, ambos de nueva creación: Fuerza por México del líder sindical Pedro Haces, ex senador de Morena, cercano de AMLO, además el partido Redes Sociales Progresistas, de Fernando González Sánchez, yerno y operador político de la maestra Elba Esther Gordillo.
Agrégense otros tres de vínculos locales, el Partido Encuentro Social (PES) que dirige en el estado el diputado local Gonzalo Guizar Valladares, que ha sido del PRI, del PAN y en la actual legislatura acabó cooptado por el partido MORENA, por eso su asistencia, allá la cobra. Del mismo lado de la cancha, están dos partidos estatales de nueva creación, el partido Unidad Ciudadana que constituyó Cinthia Lobato, igual multichaquetas, empezó como diputada local por el partido Convergencia ( hoy Movimiento Ciudadano (MC) luego fue diputada por el PAN- en el gobierno de Yunes- pero se peleó con ellos y terminó en Morena en la pasada legislatura, le salen los nexos recientes.
Finalmente el partido Cardenista o Bienestar y Justicia, de Antonio Luna, un líder de movimiento de masas para presión de demandas que ha estado con todos los gobernantes en turno y sus partidos a largo de dos décadas, y ahora ¿ por que no? está con Morena. De la lista de invitados del club en el poder, con excepción de Morena, el fenómeno electoral de 2018, que atrajo las multitudes de votantes, el resto de partidos amigos son de representación política reducida y los nuevos apenas probarán que tienen seguidores.
En la otra esquina la oposición. Independiente de los motivos y reflexiones de cada una de estas organizaciones para rechazar el multicitado acuerdo convocado por el gobierno del estado, coinciden en su toma de distancia del grupo en el poder y su partido, rehusaron subirse al escenario en obra ajena y muy probablemente disputen realmente los votos a los candidatos de Morena y sus aliados. Se esperaba el rechazo de los tres partidos mas antiguos, los desplazados en las elecciones de 2018, ahora son la oposición golpeada, PAN-PRI- PRD, como se sabe integraron la coalición electoral Va por Veracruz, para 93 municipios y en los 30 distritos para diputados.
No se sumó tampoco el Movimiento Ciudadano ( MC) el del senador Dante Delgado, quien tiene una relación política apasionada y tormentosa con López Obrador.
Igualmente pintaron su raya de Morena dos partidos estatales de nueva creación, Todos Por Veracruz, cuya dirigencia real se atribuye al priista Héctor Yunes Landa y el partido Podemos que constituyó el ex diputado local Francisco Garrido.
El mentado acuerdo por la democracia será sin duda flor marchita de un día, no da para mas. El evento sirvió para mostrar como fotografía, según la posición en que se ubicaron, las afinidades ,diferencias y grados de conflicto entre las fuerzas políticas.
Pero lo que veremos es la lucha real por el poder y los votos del 6 de junio próximo, por la composición del Congreso del Estado y el reparto de los 212 Ayuntamientos.