El Papa Panchito

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-03-15

Quién lo duda. En México tenemos proclividad a utilizar los diminutivos en los nombres propios; es una especie de socialización popular. Salvo que tenga una cargada intención, se busca con ello expresar muestras de cariño: Pedro=Pedrito, Juan=Juanito, Lola=Lolita, Luisa=Luisita, etcétera. Por eso no será raro que pronto al Papa Francisco el pueblo católico mexicano lo empiece por conocer y por mencionar como el Papa Panchito, ¿o no?, o Papa Paquito.
En la dirección es-mx.livemocha.com, una joven, Olgalú o Olguiux, dice al respecto: “En mi país (México)… el abuso del diminutivo en las conversaciones cotidianas se debe a nuestras raíces prehispánicas.
“El idioma Náhuatl usaba mucho los diminutivos como un signo de cariño o veneración. Cuando llegaron los españoles, forzosamente tuvieron que aprender a hablar náhuatl para poder comunicarse con los indígenas. Una vez que MéxicoTenochtitlán es conquistada, los hijos de los españoles adoptaron la tradición de hablar en diminutivo y así se fue conformando el español mexicano.
“En náhuatl casi todas las palabras terminaban con el sufijo ‘Tzin’ que significa ‘Pequeño’, por ejemplo ‘pilli’ significa ‘niño’ pero los nahuas decían ‘piltzin’, es decir ‘niñito’. La Virgen de Guadalupe al principio era llamada por los nahuas ‘Tonantzin’ que significa ‘Nuestra Madrecita’.
Por esa razón, si algún día viajan a México, no se sorprendan si algún amigo les ofrece un ‘cafecito’ con un "pancito’ y los despide con ‘besito’".
Llama por ello la atención lo que se comentó ayer en la columna “Trascendió” del diario Milenio “:Que entre tanta felicitación tuitera al papa Francisco, el senador Javier Lozano pidió respeto al nombre del líder católico. Y es que en esta red social se empezó a utilizar como hashtag #papancho, por lo que @jlozanoa tuiteó: “#AvisosParroquiales: Habemus Papam. Es Francisco I. Por el amor de Dios no le llamen Paco ni mucho menos Pancho. #NoSeanOrdinarios”.
Comentarios como el de este monaguillo panista lo que único que logran es un efecto contrario, que se multiplique lo que precisamente quiere evitar. En efecto, creo, los tuiteros aztecas han creado ya un neologismo propio de las redes sociales: “#papancho”. No está mal. Es pegajoso, tiene sentido, economía de palabras, es corto y refleja mucho la idiosincrasia del guadalupano pueblo mexicano. Con un plus que el derechista, conservador, mocho y escolástico senador no alcanza ni siquiera a advertir: que, de alguna forma, los jóvenes, así, se acercaron a la Iglesia, a sus asuntos, a sus personajes, algo poco común en ellos.
Decirle Panchito o Paquito o #papancho no es faltarle al respeto al prelado; Panchito o Paquito es una forma de que el pueblo se apropie de tan singular personaje; #papancho, de que los jóvenes se ocupen de él. Ése es un efecto positivo de las redes sociales. Los tuiteros, una cibercomunidad de millones reaccionó ante el acontecimiento. De alguna forma fue acercarse a uno de los suyos si Francisco, Panchito, Paquito o #papancho, este nuevo Papa decide continuar con el paso modernizador que en la historia de la Iglesia dio su antecesor Benedicto XVI cuando decidió convertirse también en tuitero.
Por eso, como dirían los jóvenes, cuál tos. El panista Javier Lozano tiene herrumbre en la cabeza. Se quedó en la Edad Media. En el conservadurismo puro y duro. Hubiera sido un ilustre dignatario de la Santa Inquisición. Hoy, por eso también, el PAN está como está. Por lo que hace a mí, como católico y creyente de Dios, te digo con mucho cariño y las mejores esperanzas ¡Bienvenido Papa Panchito, Papa Paquito!, aunque Javier Lozano no me baje de ordinario o la hija de Peña Nieto, Paulina, de prole.
Un diario veracruzano que tiene una gran penetración en un vasto sector de lectores, Notiver, mencionó ayer al Papa por su nuevo nombre pero en diminutivo, Panchito, en sus cabezas de primera plana. Yo lo vi tan natural y me hizo pensar que sólo puede entender eso como una falta de respeto a quien tiene la mente llena de telarañas, que a un buen hombre, como seguramente lo es Francisco, se le puede llamar con cariño sincero, Panchito. Una carga de siglos, además, nos empuja a ello.
Sedesol, la guerra
De acuerdo a comentarios de personal que labora en la delegación federal de la Sedesol, hay un golpeteo de santo y Señor mío que se está presentando al interior. Pero, según los informes, no se vaya a pensar que los priistas recién llegados le están tundiendo a los viejos empleados, algunos de ellos identificados con la anterior administración federal panista, no, sino que se trata de una rudeza entre los mismos tricolores.
Un caso concreto: el ex director de Gobernación del Ayuntamiento de Boca del Río, Felipe Sosa Mora, de la cuadra del ayer alcalde y hoy Secretario de Finanzas, Salvador Manzur Díaz, ha sido bloqueado y relegado por el equipo del titular Ranulfo Márquez. Llegó a la Delegación con la instrucción de sumarse al trabajo del famoso Tonicho y para acabarse de formar tanto en el área de asistencia social como en el conocimiento de las regiones del estado. Está bloqueado, debido a lo cual, se comenta, está pensando seriamente en aceptar la invitación de su amigo y maestro Manzur para incorporarse a alguna de las áreas de Sefiplan. Así, el equipo cercano a Ranulfo habría triunfado en su cometido de no cargar con personajes ajenos a su estructura y por el contrario acaparar espacios para seguir incorporando a sus allegados.
Pero además, se comenta, el desconcierto es mayor ante la llegada de Eduardo "Tato" Vega Yunes, el joven panista que en la pasada elección casi hizo morder el polvo a Alejandro Montano Guzmán en la disputa por la diputación federal por Xalapa rural.
El “Tato” llegó para hacerse cargo del Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (unidad de microrregiones), producto de la fusión de los Programas de Desarrollo Local, Microrregiones y de Apoyo a Zonas de Atención Prioritaria.
Lo que se sabe es que para ocupar esa posición, el diputado federal por el distrito IX de Coatepec, Fernando Charleston Hernández, presidente de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, habría planteado una propuesta considerando el perfil de un allegado y la importancia de su comisión. Lo mismo habría hecho el senador y ex diputado federal por el mismo distrito y también ex presidente de la Comisión de Desarrollo Social, José Francisco Yunes Zorrilla, hoy poderoso presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, cuyo recomendado resulta que tampoco “dio la talla”, por lo que ambas propuestas fueron desechadas.
De la relación Tonicho-Yunes Zorrilla, trascendió que meses atrás el ahora delegado buscó el apoyo del peroteño para “amarrar” la posición, con lo que buscaba sumar votos para su causa, lo que logró, pero al parecer el favor se le olvidó pronto. ¡Ah, la política!