Peña le bajó volumen a Osorio Chong

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-10-07

Comparto los calificativos con los que Fidel Herrera Beltrán calificó a su hermano Moisés, quien falleció ayer. En su cuenta de Twitter el exgobernador escribió: “A las 11:40 am falleció un gran ser humano; leal, generoso, honrado y brillante, Moisés mi hermano”. Era, además, discreto, tranquilo, respetuoso y amistoso. Descanse en paz. A toda la familia Herrera Beltrán, mis condolencias.
--- o ---
Apenas el 21 de marzo pasado había abierto sus puertas El Heraldo de Córdoba. Ayer, otro diario de esa ciudad, El Buen Tono, dio cuenta de que bajó sus cortinas, que el viernes se dejó de imprimir y que la versión que se da sobre el motivo que propició el cierre es que se separaron los socios. Quedaron en la calle varios trabajadores. La crisis económica también golpea fuerte a los medios.
--- o ---
La fotografía que publicó ayer el diario español El País muestra a Salman Rushdie saliendo de un elevador del hotel en el que se le hospedó en Xalapa, en donde lo entrevistó Pablo de Llano sobre el fenómeno islámico. Se menciona que fue el “invitado estrella” del Hay Festival y se repite el nombre de Xalapa. Ya se ve los efectos positivos que para la imagen de la capital del estado tiene una festividad cultural como la que se acaba de celebrar, no obstante que poco o casi nada se le promocionó como se hace con La Candelaria, Cumbre Tajín, el Carnaval de Veracruz e incluso, ahora, los Juegos Centroamericanos. Claro, eso sí, todos quisieron salir en la foto con Rushdie.
--- o ---
Se publicó ayer en la columna “Se dice en La grilla”, de Milenio Tamaulipas: “Que los descifradores de mensajes políticos del norte de Veracruz, aseguran que el gobernador del estado Javier Duarte de Ochoa, literalmente sacó de la competencia por la diputación federal al alcalde de Pánuco Ricardo García Escalante durante su discurso del pasado viernes en donde estuvo el gobernador de San Luis Potosí Fernando Toranzo y el secretario de agricultura federal, Enrique Martínez.
Y es que Duarte, luego de saludarlo de manera muy amistosa y agradecerle su hospitalidad de presidente municipal dijo a su ‘amigo y aliado, a quien desde aquí le refrendo todo mi apoyo’, para enseguida continuar diciéndole que tiene todo su respaldo, pero ‘para que continúe desarrollando esta gran gestión al frente del Ayuntamiento de Pánuco’, lo que fue tomado como un puntual descarte”. Suena lógico. A ese distrito irá una mujer como candidata.
--- o ---
El estilo de gobernar de Enrique Peña Nieto. No permite que nadie de su gabinete le robe cámara, que se cree la percepción de que alguno de sus colaboradores comienza a repuntar o que toma delantera rumbo a la grande en 2018 y equilibra que todos vayan parejo.
La nota política de la semana pasada, posiblemente del mes y tal vez de los dos primeros años del actual gobierno federal la protagonizó el miércoles pasado el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
A propios y extraños sorprendió que, en mangas de camisa, haya salido a escuchar y a atender el reclamo de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional que rechazaban, entre otras cosas, un nuevo plan de estudios y la permanencia de la directora de la institución.
La inconformidad había ido creciendo y el miércoles 1 de octubre eran ya 50 mil los jóvenes que habían tomado las calles de la ciudad de México y llegado a la Secretaría de Gobernación pidiendo ser escuchados y atendidos en su reclamo.
Aunque en un principio salió a atenderlos el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, acaso el amigo personal más cercano al presidente, los estudiantes exigieron a gritos que fuera Osorio Chong quien saliera. Y que sale.
No se sabe si el ex gobernador de Hidalgo lo hizo por su cuenta dispuesto a afrontar cualquier riesgo y costo, o si consultó primero a Peña Nieto; si pensó que era su obligación y su deber desactivarle un conflicto al presidente sin avisarle.
Para su fortuna, los jóvenes se portaron a la altura y ese miércoles, como un torero en el mejor día de su vida, salió en hombros con el reconocimiento general, y al día siguiente fue la figura del día en los medios del país pero también acaparó los reflectores de la prensa internacional.
Hubo quienes se atrevieron a afirmar que ese día se decidió ya el relevo presidencial para 2018, lo que tal vez sería muy temprano para afirmarlo, pero es indudable que en la competencia que se ha iniciado ya le sacó un buen tanto al secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Lo novedoso fue que se comprometió a dar respuesta al pliego petitorio de los jóvenes para el día 3, o sea el viernes, en el mismo lugar y con hora determinada, lo que nunca había ocurrido en la historia del país.
La acción del hidalguense resaltó más porque se dio en la víspera de la conmemoración del 2 de octubre de 1968, cuando el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz reprimió y mató a cientos de jóvenes estudiantes que demandaban diálogo con el gobierno.
Así, de paso, la actitud de Osorio Chong sirvió no sólo para desactivar la que hubiera sido una gran protesta el jueves 2, sino para establecer un parangón con aquélla fatídica fecha del siglo pasado y para fortalecer la imagen del gobierno de Peña Nieto ante la opinión pública.
Pero a todos nos había quedado claro que el secretario de Gobernación tendría que consultar con el presidente la solución que daría a los manifestantes y que sólo había que esperar su reaparición el viernes; era el hombre del momento y había que dejarlo que diera la estocada final cuando ya había cortado orejas y el rabo.
¿Y qué pasó? Que al día siguiente, el 2 de octubre, la presidencia difundió imágenes –fotos y vídeo– mostrando a Peña Nieto en reunión con los secretarios de Gobernación, de la SEP, de Hacienda y con el jefe de la Oficina de la Presidencia, y se informó que analizaban la solución a las demandas estudiantiles.
Creo que teníamos claro que no se decidiría nada sin su aprobación, pero es indudable que el mexiquense quiso remarcar que sólo sus chicharrones truenan, esto es, que el mérito era de él y que en su gobierno no se hace nada si él no lo decide; que en cualquier partida de pastel él reparte a su gusto y hasta donde quiera.
De paso, a mi juicio, quiso equilibrar la percepción de que nadie puede ir adelante o tomar ventaja en la carrera presidencial porque él es quien suelta el hilo, por lo que creo que la reunión tuvo el efecto de poner en el mismo plano y en el mismo nivel tanto a Osorio Chong como a Videgaray; como que Peña quiso decir ellos son mis empleados, que no se les olvide.
El viernes salió el hidalguense a anunciar la respuesta pero creo que ya no tuvo el mismo impacto, además porque había pasado la novedad. Peña Nieto le había bajado ya volumen a Osorio Chong.