LONDRES: Murdoch elude la culpa en el caso de las escuchas
Insiste en la falta de pruebas de presuntos pinchazos telefónicos a víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York
Internacionales
- 2011-07-20
El magnate de prensa Rupert Murdoch limitó su responsabilidad en el escándalo de las escuchas ilegales e insistió en la falta de pruebas de presuntos pinchazos telefónicos a víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, al comparecer el martes ante el Parlamento británico.
La sesión tuvo que ser interrumpida brevemente cuando un hombre trató de arrojarle al rostro un plato repleto de lo que parecía ser espuma de afeitar, sin conseguirlo debido a que la esposa del magnate, Wendi Deng, que se encontraba a proximidad, le bloqueó el brazo. Según la televisión Sky News, el individuo es un humorista.
"Nunca me sentí tan humilde como hoy", afirmó el magnate norteamericano de origen australiano en el inicio de su comparecencia ante la Comisión de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes del Parlamento.
"Seamos claros, violar la intimidad de las personas pirateando sus mensajerías telefónicas está mal. Pagar a policías para obtener informaciones está mal", concluyó el magnate, de 80 años, tras tres horas de intenso interrogatorio.
Murdoch dijo haberse sentido "totalmente aterrado y avergonzado al enterarse del caso Milly Dowler hace dos semanas", en referencia a las revelaciones de presuntas escuchas por periodistas del tabloide dominical News of the World del teléfono de una muchacha de 13 años asesinada.
Pero cuando un diputado le preguntó si asumía ser "en última instancia el responsable de este fiasco", Murdoch respondió : "No", aduciendo la imposibilidad de supervisar todo lo que se hace en un conglomerado de medios de 53.000 empleados.
Y al preguntársele a quién podía entonces considerarse responsable de lo ocurrido, contestó: "A la gente a la que confié la dirección (del imperio de prensa) y entonces quizá a la gente en la que ellos confiaron".
Murdoch subrayó por otro lado que las sospechas que podrían extender a Estados Unidos el incendio que hace tambalear a News Corp, su imperio mediático, son hasta ahora totalmente infundadas.
"No hemos visto ninguna prueba" de pinchazos telefónicos a familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre "y por lo que sabemos el FBI tampoco", afirmó Murdoch. "Si las encuentran, trataremos el caso exactamente del mismo modo que lo estamos haciendo aquí", agregó.