La Organización de las Naciones Unidas declaró ayer oficialmente el estado de hambruna en partes del sur de Somalia, al tiempo que el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, pidió a la comunidad internacional que detenga “el efecto cada vez más devastador” que la hambruna tiene en aquel país.
La mitad de la población somalí, unos 3.7 millones de personas, viven actualmente en estado de crisis. De ellos, 2.8 millones son habitantes del sur, según indicó la ONU en Nairobi.
El estado de hambruna se declara cuando las tasas de malnutrición grave entre los niños supera el 30%, cuando más de dos personas por cada 10 mil mueren al día por falta de alimentos o cuando la población no tiene acceso a la comida y otros bienes básicos.
Los niveles de malnutrición en Somalia están entre los más elevados del mundo, con picos de 50% en algunas áreas del sur, de acuerdo con los datos presentados por el coordinador humanitario de la ONU en el país, Mark Bowden.
En las regiones de Bakook y Baja Shabelle, las tasas de malnutrición aguda superan el 30%, apuntó Bowden.
“Si no actuamos ahora la hambruna se extenderá a las ocho regiones del sur de Somalia en dos meses, ante las pobres cosechas y los brotes de enfermedades infecciosas”, explicó.
Bowden llamó a la comunidad internacional a destinar 300 millones de dólares en los próximos dos meses a combatir este problema.
Ban Ki-moon pidió “el apoyo de los donantes para hacer frente a las necesidades actuales y prevenir que la crisis humanitaria se deteriore todavía más”, y recordó que “las agencias humanitarias necesitan fondos urgentemente para salvar las vidas” de los afectados.
En este marco, la ONU anunció la revisión de sus necesidades financieras con fines humanitarios para 2011, que aumentó en 500 millones hasta los 7 mil 900 millones de dólares, debido sobre todo a la sequía en Somalia y otros países africanos, pero también a situaciones de conflicto, como la de Libia.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, expresó ayer la preocupación de su país ante la situación en Somalia, una emergencia que tildó de “desafío mundial”, a la vez que recordó que su país anunció ayer mismo la aportación de 28 millones de dólares adicionales para paliar la crisis y colocó como principal responsable de la situación humanitaria actual a la milicia integrista islámica Al Shabab, vinculada a Al-Qaeda, que controla casi todo el sur de Somalia.