Veracruz tiene una tradición carretera que está a pocos años de ser cinco veces centenaria. Eso porque el 17 de octubre de 1533 la Corona Española emitió una Cédula Real que ordenó la construcción de caminos en la Nueva España.
Y justo el primer camino que se construyó en la entonces Colonia nos atañe a nosotros. Fue el camino que naturalmente resultaba más importante, necesario y estratégico: el de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, pasando por Orizaba y, mi terruño, Córdoba.
En recuerdo de esa Cédula Real, el 17 de octubre se celebra cada año el “Día del Caminero”.
Pero no sólo en eso somos pioneros: la Brecha Huasteca, cuyo trazo sobrevive hasta nuestras fechas en el norte del Estado, fue la primera carretera pavimentada del país en 1908, donde se usó el asfalto de lo que era –y podría volver a ser- la zona de mayor riqueza petrolera de México, la famosa Faja de Oro.
Con ese orgullo caminero a cuestas, resulta todavía más inaceptable el abandono que sufrieron nuestras carreteras en las últimas administraciones estatales, en las que el robo descarado de los recursos para las obras públicas dejó a este sector –como a todos los demás- en un rezago que lastima al pueblo, que golpea directamente a la actividad económica veracruzana y que incluso ha cobrado vidas en accidentes de tránsito.
Por eso, a dos años del contundente triunfo electoral del movimiento del presiente Andrés Manuel López Obrador, (encabezado aquí por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez) resulta alentador atestiguar que el rezago empieza a superarse.
El desarrollo económico y humano es impensable sin vías de comunicación. Más aún en un estado tan extenso y geográficamente complicado como el nuestro. La corrupción nos las quitó y la Cuarta Transformación nos las está devolviendo.
No hace mucho tuve el gusto de conocer personalmente el resultado de nuestras gestiones en la renovación de las carreteras Amatlán-Cuichapa y Córdoba-Sabana Larga, por citar dos ejemplos, como parte de este esfuerzo de rescate a la red carretera de Veracruz: las arterias por las que corre el progreso.
También compartí el gusto de mi compañero diputado y coordinador de bancada Juan Javier Gómez Cazarín, quién hizo lo propio en su distrito, asistiendo como invitado a banderazos de importantes obras de reconstrucción carreteras en Catemaco y Hueyapan de Ocampo.
Seguramente estas obras son una pequeña muestra de lo mucho que se está haciendo en todo Veracruz, escribiendo un capítulo más en la historia de la infraestructura de comunicaciones para servir al pueblo.
*Diputado por el distrito XIX. Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz.