México vive en medio de una vorágine de acontecimientos como nunca antes.
La sociedad enfrenta una mezcla de sentimientos intensos que confunden y propician incertidumbre.
La pandemia, de por sí, desata pasiones desenfrenadas en los individuos, mientras el gobierno pareciera atónito frente a los grandes desafíos que debe atender.
Las acciones de gobierno caminan con rumbo a la centralización del poder y el ejercicio del poder en manos de un solo hombre, despierta inquietud.
Muchas son las señales que apuntan a la estatización de la vida política y económica del país.
Citemos la desaparición de los fideicomisos públicos, de los organismos autónomos enmarcados en la Constitución, las Asociaciones Civiles, que complementan muchas de las funciones u obligaciones del gobierno, como: atender a los quemados a los niños y mujeres con Cáncer, el deporte de alto rendimiento, entre otros.
Y hablando del deporte, Ana Gabriela Guevara está acusada de mal manejo de los dineros de la CONADE…
Hace unos días, separaron del puesto como responsable también del deporte al señor Alfredo Castillo, por el cargo de enriquecimiento ilícito. También deberían de avisarlo por desaparecer denuncias por maltrato a mujeres causado por políticos de Atlacomulco, cuando fungía como Procurador de Justicia del Estado de México, en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El Gobierno, al absorber las tareas que realizaban los organismos autónomos, hará que se diluya su operación y el gobierno maneja todos los hilos para concentrar, obviamente el poder del Estado, encarnado en la persona del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Convaleciente del contagio por el COVID 19, el Presidente no ceja en la tarea de realizar una política de contrarreformas constitucionales, y como muestra , la iniciativa “preferente”, en materia de generación de energía eléctrica, con lo cual la Comisión Federal de Electricidad, CFE, tendrá el monopolio de la generación de energía eléctrica producida con combustóleo -que es altamente contaminante- y además cuando la propia Constitución establece “la libre competencia en el sector comercial de generación de energía eléctrica”.
Entendamos que, el Presidente López Obrador está contra reloj respecto al envío de iniciativas de reforma que ha enviado al Congreso, porque no está seguro de mantener mayoría morenista en la próxima legislatura.
Las iniciativas del Presidente tienden en su espíritu, a la centralización del poder.
El año 2020, como “año terribilus”, registró un decrecimiento económico del 8.5 %; un desempleo de 12 millones, de los cuales se recuperaron alrededor de 7 millones.
Para que la economía se recupere al nivel del año 2018, pasarán 4 años, lo que deja al sexenio del Presidente López Obrador, como el sexenio perdido.
El Presidente necesita dinero y lo está exprimiendo de las piedras, pues el Fondo de Estabilización –el guardadito del gobierno- lo comió la 4T.
En pos de la austeridad, el Presidente le ha quitado forma al cuerpo del gobierno y relajado el tejido social .
¿En dónde quedó la democracia?
El mal manejo de la pandemia en México ha causado efectos terribles a las mujeres. De acuerdo a datos oficiales, se registraron 10 asesinatos diarios a mujeres .
El gobierno ha sido incapaz de implantar una política pública en materia de género.
Recordemos que el 53 % de la población en México son mujeres; el 39.6 % participa en el mercado laboral; el 15 % de los hogares tienen como sostén a la mujer y que, la recuperación laboral es mayor de hombres que de mujeres.
Este gobierno de “izquierda” le falló a las mujeres.
Vivimos en una democracia vulnerada y en medio de una pandemia. ¡Vaya fórmula!
En el mundo, el capitalismo desregulado condujo a una democracia en crisis y el mundo multipolar se debate hoy en el ojo del huracán que es el COVID-19.
Debemos tener claro que, quien falte al respeto a la democracia corre el riesgo de la ingobernabilidad.