Al asegurar que hay buena relación con las iglesias, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a los conservadores de buscar que haya un conflicto entre su gobierno y los grupos religiosos en el país.
En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario cuestionó a sus adversarios por echar a andar esta estrategia política para atacar a la Cuarta Transformación.
Los adversarios nuestros, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que entremos a una polémica con las iglesias, ¡no!, hablando de lo mismo: amor y paz.
“Nos identificamos muy bien con el papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores y ministros de otras iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias, no, que nadie se confunda”, dijo.
Esto se da luego de que diversos religiosos cuestionaran la estrategia de seguridad del Gobierno federal tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos, Gallo, y Joaquín Mora, Morita, así como del guía turístico, Pedro Palma, dentro de la parroquia de Cerocahui, Urique, en Chihuahua, el pasado 13 de junio.
Destacó que su gobierno tiene muy buenas relaciones con todos los religiosos del país, por lo que “no hay distanciamiento”.
Incluso López Obrador nuevamente recordó que coincide con el papa Francisco, quien tras los hechos violentos en México recientes lamentó esta situación e indicó que ésta no puede combatirse con más violencia.
Aclaró el presidente que “hay diálogo con todo el pueblo” y que no puede combatirse la violencia con más violencia como lo hizo el ex presidente Felipe Calderón con la declaración de guerra al narcotráfico el 11 de diciembre de 2006, en Michoacán, con sólo unos días en el poder.
En el tema de la violencia estamos convencidos de que no se puede enfrentar la violencia con la violencia y estamos convencidos de que la paz es fruto de la justicia y estamos convencidos de que no se puede enfrentar el mal con el mal y que fue un error grave, un crimen, el haber declarado la guerra a la delincuencia al inicio del gobierno de Calderón”, afirmó.
Reiteró su cuestionamiento a los religiosos que han criticado la estrategia de seguridad e incluso aseguran que "ya no alcanzan los abrazos", pues aseguró que no es posible regresar al derramamiento de sangre que hubo en el sexenio calderonista.
Asimismo recordó que su administración trabaja para salvaguardar la seguridad de la ciudadanía con la atención de lo problemas que originan la violencia, así como con la investigación y detención de criminales.
"Desde que estamos en el gobierno hay una reducción del 30 por ciento de los delitos del fuero federal, hasta en homicidios, que es fuero común, tenemos una reducción del 5 por ciento, lo más dificil que encontramos", sostuvo al manifestar que hay quienes impulsan una "campaña de desprestigio, inmoral, difamatoria" en su contra con estos temas.