Sobrevivientes en Noruega visitan campamento donde ocurrió la matanza
Se aguardaba a un millar de sobrevivientes y familiares de las víctimas acompañados de policías y personal médico.
Internacionales
- 2011-08-20
Los sobrevivientes de una matanza de 69 personas en un campamento juvenil en una isla noruega visitaron el sábado el lugar de los hechos para despedir a las víctimas.
Se aguardaba a un millar de sobrevivientes y familiares de las víctimas acompañados de policías y personal médico para enfrentar el doloroso recuerdo de la masacre perpetrada por un extremista de derecha.
El primer ministro noruego Jens Stoltenberg dijo que se sumaría a la visita "para participar en el duelo y acompañarlos".
"Estaré allí como amigo, como primer ministro", afirmó.
Anders Behring Breivik admitió haber matado a 77 personas el 22 de julio en dos hechos: primero cuando detonó un camión con explosivos frente a oficinas del gobierno en la capital Oslo, y después cuando la emprendió a tiros en la isla, a unos 40 kilómetros (25 millas) de distancia.
Breivik argumenta que la matanza era "necesaria" para salvar a Noruega y Europa. Dijo que los ataques eran un intento de revolución cultural para librar a Europa de musulmanes y castigar a los políticos que han abrazado el multiculturalismo.
El viernes, el tribunal del distrito de Oslo prolongó el aislamiento de Breivik por otras cuatro semanas aduciendo que los magistrados aún no saben si actuó solo. La policía dijo que quiere mantenerlo aislado para que no hable con otros presos, aunque todavía creen que actuó por su propia cuenta.
El caso de Breivik probablemente comenzará el año próximo. De ser hallado culpable de terrorismo podría ser sentenciado a 21 años de cárcel. Pero si después sigue siendo considerado un peligro para el público, podría seguir detenido indefinidamente.
Cerca de Utoya, el director general de salud, Bjoern Inge Larsen, manifestó su esperanza de que las visitas a la isla ayuden a los sobrevivientes y sus familias a enfrentar la tragedia.
"La gente que va hoy allí está llena de ansiedad", dijo Larsen, mientras se aprestaba a acompañar a los visitantes. "Hace cuatro semanas vieron amenazadas sus vidas de manera traumática, de modo que queremos ayudarles a sobrellevar esa ansiedad".
A la distancia, los transportadores llevaban a los sobrevivientes, con sus chalecos salvavidas de color naranja, hacia la isla boscosa que usaba el Partido Laborista gobernante para funciones políticas, campamentos y celebraciones.