TRÍPOLI: Régimen de Gaddafi vive sus últimas horas
Leales al gobierno se enfrentan a insurgentes en Trípoli
Internacionales
- 2011-08-23
La batalla por la capital libia continuaba ayer entre los insurgentes y fuerzas leales a Muammar Gaddafi, cuyo régimen estaría llegando a su fin, según dijo ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
En medio de los festejos de la gente por el inminente triunfo de la insurgencia, que controlaba el 95% de la capital, la atención estaba centrada en hallar a Gaddafi. Por la noche, Saif al-Islam, el hijo del líder libio que los rebeldes dijeron el domingo que habían capturado, apareció en un hotel en Trípoli y dijo que su padre estaba bien y que no había dejado el país.
La BBC indicó en su portal que su reportero Matthew Price, que se hospeda en el hotel donde reapareció Saif, habló con él, quien le dijo que los simpatizantes del gobierno habían roto “la columna vertebral de los rebeldes”.
Por la mañana, el portavoz del Pentágono, el coronel David Lapan, había indicado que EU creía que Gaddafi seguía en Libia, en tanto el Consejo Nacional de Transición (CNT) anunció que quiere detener con vida al líder y que el mundo sea testigo del juicio al dictador.
Ayer mismo se reveló que Mohammed Gaddafi, el hijo mayor del coronel, se había escapado de su residencia en Trípoli, después de ser rodeado la noche del domingo por las fuerzas rebeldes que entraron en la ciudad.
En lo que hace a la batalla, Abdel Hafiz Goga, portavoz del Consejo, dijo a Al-Jazeera que la lucha para apoderarse del complejo de Gaddafi en Trípoli, Bab al-Aziziyah, sería feroz. Indicó que aún era defendido por tanques y francotiradores. Anoche, sin dar más detalles, Al Arabiya reportó que la OTAN había bombardeado Bab al-Aziziyah.
Un corresponsal de Al-Jazeera en Trípoli narró que la situación parecía mayormente tranquila, pero que se escuchaban disparos ocasionales y había poca gente en las calles.
“Está terminado”
Interrumpiendo sus vacaciones en Martha’s Vineyard, el presidente Barack Obama declaró ayer que Estados Unidos será amigo y socio de Libia en la reconciliación y autodeterminación del pueblo, necesarias para alcanzar la “verdadera justicia”. Llamó a Gaddafi a deponer las armas.
El mandatario hizo énfasis en que el conflicto aún no termina, porque todavía se lucha en algunas áreas y citó reportes de que elementos del régimen han amenazado con continuar los combates. “Aunque es claro que el mandato de Gaddafi está terminado, aún tiene la oportunidad de reducir el baño de sangre al ceder el poder explícitamente al pueblo de Libia”, subrayó. Llamó al CNT a respetar los derechos del pueblo libio y a construir un gobierno democrático a través de medidas "pacíficas, inclusivas y justas”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó ayer a las fuerzas del mandatario libio a cesar las hostilidades de “inmediato” y anunció que convocará a una reunión sobre Libia con los responsables de la Liga Árabe, la Unión Africana, la Organización para la Cooperación Islámica y la Unión Europea (UE).
La Unión Africana por su parte, convocó ayer para el viernes una reunión de urgencia para analizar la situación.
Al tiempo que el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que “el fin del régimen de Gaddafi augura un futuro mejor para todos”, Rusia expresó su disposición a cooperar en la transición política.
De igual forma, Brasil estudiaba expresar su apoyo a los rebeldes, mientras Corea del Sur prevé dar una ayuda de “al menos un millón de dólares” al CNT para apoyar sus intentos de derrocar al coronel Gaddafi.
Egipto y los palestinos reconocieron al CNT como gobierno legítimo.
El Partido Socialista Unido de Venezuela, del presidente Hugo Chávez, denunció que al menos 5 mil personas han muerto y un número similar permanece en hospitales de Trípoli a raíz de lo que consideró como una “agresión” al pueblo libio por los rebeldes.
En este marco, el CNT se prepara para trasladarse de Bengasi a Trípoli. Su presidente Mustafa Abdul Yalil ya anunció: “Aspiramos a paz, justicia y Estado de derecho”, dijo. La cúpula de los insurgentes intenta además evitar saqueos y que se destruyan instalaciones oficiales en la capital.
Ante la inminencia de un escenario post Gaddafi, el Consejo ha dicho que su país no permitirá el establecimiento de bases militares de la OTAN tras el triunfo de la revolución, aunque agradeció a la Alianza su misión. EU, a su vez, preciso que no tiene planes de enviar fuerzas terrestres a Libia para asistir en cualquier operación de paz tras una eventual caída de Gaddafi. según indicó Lapan.