Viajar desde Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz, en el Tren Transístmico, que mañana inaugurará el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, costará más que hacerlo en autobús si se hace en clase ejecutiva. Además, se tardará más el trayecto.
De acuerdo con la tabla de precios que oficialmente difundió la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), hay un descuento de 50% por el “viaje de preapertura”, tanto en la clase ejecutiva como en la clase turista, promoción válida si se compran los boletos del 20 al 31 de diciembre.
Según la información oficial, el costo del pasaje de Salina Cruz a Coatzacoalcos, clase ejecutiva, costará 304 pesos y en clase turista será de 229 pesos. Las autoridades del FIT estiman un tiempo de recorrido de 7 horas con 27 minutos.
En comparación, si se viaja en autobús, en una línea de primera clase, el boleto costará 548 pesos y el tiempo de recorrido se estima en 5 horas con 50 minutos. Estas líneas de autobuses cuentan con un total de ocho corridas diarias, desde las 9:30 de la mañana hasta las 11:30 de la noche.
Una vez que concluya el periodo del 50% de descuento por el llamado “viaje de preapertura” del 20 al 31 de este mes, los precios de los boletos en clase ejecutiva serán de 608 pesos por persona y en clase turista, de 458.
En la página de internet del Tren Transístmico se informa a los posibles compradores que solamente hay una corrida por día que saldrá de Salina Cruz a las 14:00 de la tarde y llegará a Coatzacoalcos a las 9:27 de la noche.
Originalmente la ruta del Tren Transístmico fue inaugurada por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, en 1907, con un poco más de media docena de corridas por día, hasta que se puso en marcha el Canal de Panamá, 1914.
En el actual proyecto del gobierno federal, se espera que una vez que concluyan las ampliaciones de las instalaciones portuarias de Salina Cruz y Coatzacoalcos, entonces entrará a operar el tren de carga contenerizada y a granel, entre ambos puertos.
A partir de mañana, de nueva cuenta volverán a escucharse en los pueblos del Istmo los pitidos del ferrocarril, que se silenció en 1998, cuando el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo, privatizó el transporte ferroviario y dejó al FIT sin movimientos de carga.
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