Inicia primera campaña electoral de "primavera árabe"

Nueve meses después del inicio de las protestas en varios países de la región para derrocar las dictaduras, en Túnez arrancaron las campañas electorales para elegir a sus próximos gobernantes

Internacionales

- 2011-10-01

En ambiente festivo y con la fascinación que produce lo inusual, Túnez inició hoy la campaña electoral para los comicios del próximo 23 de octubre, los primeros sin el yugo de la dictadura del derrocado presidente Zín El Abidín Ben Alí.

Nueve meses después de su caída, que supuso un giro en el devenir del norte de África y por extensión del resto del mundo árabe, más de mil 200 listas, integradas por unos 10 mil candidatos, aspiran a cubrir los 217 asientos de la Asamblea Nacional Constituyente, que redactará una nueva Carta Magna y pilotará la transición.

Un proceso insólito en este pequeño país de cerca de 10 millones de habitantes, que este sábado causó estupor entre una población que aún tiene muy arraigados los miedos y las coacciones del régimen que le domeñó durante 24 años.

Atónitos, muchos tunecinos miraban esta mañana con asombro como activistas del partido islamista moderado An Nahda, perseguido con saña por la familia Ben Ali, repartían en libertad flores y panfletos con su programa electoral entre los viandantes que caminaban por el centro de la capital.

"Hemos elegido el centro de la ciudad para poder contactar mejor con los ciudadanos de a pie, de forma directa", explicó el líder de las juventudes islamistas de An Nahda, Sami Triki.

"Pero la mayoría de nuestros líderes se han desplazado a la localidad de Sidi Buzid (en el centro sur del país), porque fue la cuna de las revueltas populares que originaron la revolución que ha permitido estas primeras elecciones democráticas y libres", agregó con orgullo.

Las protestas, que después contagiaron a su vecinos como Egipto y Libia, donde también fueron derrocados sus dictadores, y a países más distantes, como Yemen y Siria, donde aún continúan, estallaron después de que un joven de esa localidad decidiera quemarse a lo bonzo desesperado por el paro y la corrupción.

Con la misma alegría y similar extrañeza, los marxistas del Partido de los Obreros Comunistas Tunecinos (POCT) iniciaron su campaña con la pega de carteles electorales en paredes habilitadas a este efecto, en las que cada participante cuenta con un espacio numerado.

Otros formaciones igualmente arraigadas en la tradición democrática que cercenó Ben Ali, como los izquierdistas del Partido Democrático Popular (PDP), prefirieron posponer sus mítines hasta el domingo y llevarlos a otras ciudades.

El PDP abrirá la campaña con un acto en la ciudad industrial de Sfax (276 kilómetros al sur de la capital), en el que participarán al unísono su presidente, Nayib Chebbi, y su secretaria general, Maya Zribi, dirigente histórica del feminismo tunecino.

Por su parte, el secretario general del socialista Fórum Democrático para el Trabajo y las Libertades (FDTL), Mustafá Ben Yafar, optó por la región minera de Kasserín (280 kilómetros al suroeste de la capital) para lanzar la campaña, que concluirá el próximo día 21.

Mientras que la alianza de 6 formaciones políticas que defienden el laicismo, encabezada por el ex partido comunista tunecino del Movimiento Atajid del Polo Democrático, prefirió competir con los islamistas en la capital.

Los comicios del próximo día 23, los primeros de la denominada "primavera árabe", suponen un punto de inflexión en el proceso de transición de Túnez, que aspira a una regeneración de su política con la entrada de mujeres y jóvenes.

Por primera vez, compiten 10 mil 937 candidatos, repartidos en mil 428 listas que representan 33 circunscripciones, según datos proporcionados por la Alta Instancia Independiente para las Elecciones (ISIE).

Otras 140 listas fueron anuladas por presentar a candidatos que pertenecieron a la Agrupación Constitucional Democrática (RCD), partido de Ben Alí.

El 20 por ciento de las listas admitidas están encabezadas por mujeres, que se han colocado a la vanguardia del proceso de transición en el país, mientras que la presencia de jóvenes, en la franja de edad comprendida entre 23 y 30 años, es del 25 por ciento, con 2 mil 597 candidatos.

El 55 por ciento de los aspirantes se sitúan en una franja de edad que oscila entre 40 y 50 años, y el 20 por ciento entre los 50 y 70 años.

Otra de las principales novedades es la libertad en los medios de comunicación públicos, en particular la televisión y la radio, que este sábado comenzaron a difundir propaganda de los 83 partidos legalizados desde la caída de Ben Ali, cada uno de los cuales cuenta con tres minutos de emisión gratuita.

Y también por vez primera en la historia de Túnez, desde su independencia en 1957, todo el proceso electoral será supervisada por una estructura independiente, el ISIE, dirigida por el activista de Derechos Humanos, Kamel Yendoubi, y no por el ministerio tunecino de Interior.

Igualmente, una delegación oficial de observadores de la Unión Europea, compuesta por 150 personas, podrá observar libremente todo el proceso.

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