Urgen a controlar el tráfico de armas

+ Jefes de Estado y de gobierno de países iberoamericanos llamaron a la comunidad internacional a adoptar medidas eficaces contra el tráfico ilícito de armas de fuego, como un imperativo para fortalecer la seguridad pública

Internacionales

- 2011-10-30

Los gobernantes de los países iberoamericanos llamaron ayer a la comunidad internacional a adoptar medidas eficaces contra el tráfico ilícito de armas de fuego como un imperativo para fortalecer la seguridad pública.

En un comunicado sobre seguridad ciudadana emitido al término de la XXI Cumbre Iberoamericana, celebrada el viernes y sábado aquí, los jefes de Estado y de gobierno de la región indicaron que es necesario fortalecer la cooperación internacional para poder combatir el crimen organizado.

El documento llamó a “fortalecer la seguridad ciudadana a través de la adopción y aplicación eficaz de medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para evitar el tráfico ilícito de armas”. Consideró imperativo controlar el tráfico de las piezas de armas de fuego, sus componentes y municiones, así como apoyar las iniciativas de desarme mundial.

Al término de la reunión, los mandatarios aprobaron la Declaración de Asunción, un documento de 58 puntos que recoge las conclusiones de la cita en la que Paraguay entregó el testigo a España, anfitrión de la reunión de 2012, que se celebrará en Cádiz. La Declaración reconoció en su preámbulo “la necesidad de fortalecer nuestros Estados para que desempeñen el papel que les corresponde en la conducción de la estrategia de desarrollo integral, en la defensa de la democracia y la gobernabilidad, en la promoción de la igualdad, en la justicia social y en la garantía y expansión de los derechos de los ciudadanos”.

El Presidente mexicano Felipe Calderón planteó ante la cumbre la necesidad de que América Latina asuma “ya pronto” el desafío que le plantea el crimen organizado a la institucionalidad formal del Estado. Al hablar en la sesión plenaria del cónclave, el mandatario señaló que un reporte de Naciones Unidas divulgado esta semana indicó que somos la región más violenta del mundo, “y sí tenemos un problema que tenemos que asumir ya pronto desde todas las perspectivas posibles”.

Agregó que la criminalidad y el crimen organizado constituyen un desafío frente al cual los países del área deben construir “institucionalidad, mejores gobiernos, mejores cuerpos policiacos, mejores jueces, mejores Ministerios Públicos, confiables, eficaces”.

Calderón también advirtió que las “vacas gordas” que hoy disfruta América Latina pueden “terminar súbitamente” cuando bajen los precios de las materias primas que exporta a Asia, exacerbados por la especulación financiera. El mandatario mexicano propuso además fortalecer los mercados internos, sin descuidar el comercio exterior. Calderón aseguró que “entre el dilema de la libertad usada en exceso que llega al abuso y el dilema de la libertad que se restringe para evitar que llegue al abuso, nosotros hemos optado totalmente por la libertad”.

Señaló que en la región ese dilema debe resolverse y dijo coincidir con su colega ecuatoriano Rafael Correa, quien había criticado momentos antes las calumnias de que es objeto por parte de algunos medios de su país.

Correa pidió luego el uso de la palabra y planteó su discrepancia con parte de los argumentos de Calderón, ya que “creo que América Latina debe repudiar con todas sus fuerzas las mentiras (de algunos medios de comunicación)”.

Poca concurrencia

En la cumbre de la capital paraguaya, una de las menos concurridas de la historia de la comunidad iberoamericana por la asistencia de sólo la mitad de los 22 líderes, los mandatarios abogaron, en su declaración final, por implantar “políticas, programas y acciones orientados a la protección de la sociedad en su conjunto” y en particular a los más vulnerables.

El presidente ecuatoriano creó polémica en la cumbre, al cuestionar el discurso de José Angel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), porque esa institución no escucha a los países latinoamericanos, y a la vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Pamela Cox porque, dijo, representa a un organismo que defiende al capital extranjero. Correa se retiró de sala para volver después del discurso de Cox.

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