El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó el ataque con helicópteros en la frontera con Afganistán, el peor registrado contra las fuerzas paquistaníes
Internacionales
- 2011-11-26
El gobierno paquistaní protestó hoy a Estados Unidos y la OTAN por el ataque de helicópteros aliados que ha matado a 25 de sus soldados y ha dejado heridos a otros 14.
En un comunicado, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó el ataque, que fue de madrugada en la frontera afgano-paquistaní, y aseguró que su gobierno ha pedido explicaciones tanto a EU como a la OTAN.
Una fuente de la guardia de fronteras confirmó que 25 miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes perdieron la vida y otros 14 sufrieron heridas en el ataque, registrado en la región tribal de Mohmand.
"Comenzó durante la medianoche y se alargó hasta las tres de la mañana", amplió la fuente, que se sitúa cerca del lugar donde los helicópteros de la OTAN invadieron el espacio aéreo paquistaní.
Algunos medios de comunicación aseguraron que Pakistán ha decidido sellar el paso de Khyber para bloquear los suministros para las fuerzas internacionales destacadas en suelo afgano, extremo que Efe no pudo confirmar.
"No tenemos información sobre esto", dijo la fuente de la guardia fronteriza.
"Los suministros siguen circulando, no los hemos bloqueado", convino un funcionario de Khyber contactado telefónicamente.
Ni fuentes militares, ni la oficina del responsable administrativo de esta zona tribal confirmaron que Pakistán haya decidido dar este paso.
En 2010, Pakistán ya selló durante nueve días la principal ruta a Afganistán tras el ataque de un helicóptero de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión bajo mando de la OTAN, que mató a dos de sus soldados.
Esta es una de las herramientas de presión de las que dispone Pakistán frente a EU y la OTAN.
Por el estratégico paso de Khyber discurren algo menos de la mitad de los suministros para las tropas internacionales destacadas en Afganistán, según estimaciones oficiales paquistaníes.
El tránsito ha aumentado durante los últimos años en el más sureño paso de Chamán, que conecta la provincia paquistaní de Baluchistán con la afgana de Kandahar, y por la alternativa ruta norteña de Asia Central.
Pakistán acusa con relativa frecuencia tanto a las fuerzas afganas como internacionales de atacar sus posiciones en la frontera, de unos 2 mil 600 kilómetros y por la cual circulan cada día miles de personas, pero el número de fallecidos en el ataque de anoche no tiene precedentes.
Las redes yihadistas y los grupos afiliados a la insurgencia talibán buscan abrigo en las áreas tribales de Pakistán que limitan con Afganistán, entre ellas Mohmand, donde tuvo lugar el episodio armado.