Norcoreanos muestran respeto ante cuerpo de su extinto líder
En el Palacio Memorial de Kumsusang se llevó a cabo el velorio de Kim Jong-il, lugar en el que permanecerán sus restos hasta el próximo 28 de diciembre, cuando se realice su funeral.
Internacionales
- 2011-12-20
Una Corea del Norte en pleno luto por la muerte de Kim Jong-il mostró hoy el cadáver del "querido líder" en su velatorio en Pyongyang, donde le rindió homenaje público su hijo menor, Kim Jong-un, ensalzado como sucesor por los medios estatales.
Las imágenes de la televisión norcoreana KCTV enseñaron el cuerpo del dictador sobre un pedestal de flores blancas y rojas, vestido con el uniforme militar caqui que era una de sus señas de identidad y cubierto con la bandera roja del Partido de los Trabajadores.
Cientos de oficiales de luto o en uniforme militar desfilaron por el velatorio en el Palacio Memorial de Kumsusang, a las afueras de la capital norcoreana y donde reposan también desde hace 17 años los restos de su padre, Kim Il-sung, fundador del país y cabeza de la poderosa dinastía.
Acompañado de altos cargos del Partido de los Trabajadores, del Estado y de las Fuerzas Armadas, el hijo menor y designado heredero del dictador, Kim Jong-un, rindió homenaje ante sus restos en una "solemne" ceremonia, según un despacho de la agencia norcoreana KCNA.
La agencia estatal, que se ha embarcado en una campaña de enaltecimiento del sucesor y le dedica calificativos como el de "respetado guía", indicó que Kim Jong-un guardó unos momentos de silencio "en el dolor más amargo" ante el cuerpo del fallecido líder.
Los restos de Kim Jong-il, que durante sus 17 años de autoritarismo hizo de Corea del Norte un país con capacidad nuclear, pero también con una economía destrozada, permanecerán en el Memorial de Kumsusang hasta el próximo día 28, cuando se celebrará su funeral.
KCNA indicó que ninguna delegación extranjera ha sido invitada a la ceremonia por el líder norcoreano, que murió el sábado a causa de un infarto durante un viaje en tren, según los medios estatales.
Corea del Sur, que en un principio había evitado expresiones de condolencia por la muerte del dictador, ofreció hoy su pésame "a los ciudadanos norcoreanos", informó la agencia local Yonhap.
El ministro surcoreano de Unificación, Yu Woo-ik, mostró en este sentido su esperanza de que el Norte "restaure la estabilidad lo antes posible, para trabajar juntos por la paz y la estabilidad de la península coreana".
Seúl aseguró que no enviará ninguna delegación para transmitir sus condolencias a su vecino comunista, pero sí permitirá que viajen a ese país los familiares del fallecido expresidente surcoreano Kim Dae-jung y del expresidente del conglomerado Hyundai Chung Mong-hun.
El Gobierno ha decidido hacer esta concesión, según Yu, porque el régimen de Pyongyang envió a Seúl delegaciones cuando en 2009 falleció Kim Dae-jung (que en 2000 protagonizó la primera cumbre intercoreana con Kim Jong-il) y en 2003 lo hizo Chung (promotor del desarrollo empresarial en el Norte).
En Corea del Sur, mientras tanto, la noticia de la muerte del dictador contemplado como una de las grandes amenazas al país suscitaba todavía hoy reacciones que iban del alivio a la alegría.
"Me siento muy feliz. Ha muerto un genocida", indicaba a Efe Lee Woo-kwan, un oficinista de Seúl en la treintena que se mostró "indiferente" ante la posibilidad de una futura reunificación.
Para la joven Kang Hye-in, una adolescente de 14 años, Kim Jong-il era simplemente una figura "negativa" responsable "de la muerte de gente", por lo que se mostró también "muy contenta" por la noticia.
La prensa local, a la espera de acontecimientos en el Norte, criticaba hoy a los servicios de Inteligencia surcoreanos, que durante años siguieron supuestamente de cerca las actividades del líder comunista y, sin embargo, recibieron la noticia de su muerte a través de la televisión.
El Gobierno y el Ejército surcoreano se mantienen en estado de alerta, aunque por el momento, aseguran, no se han detectado movimientos irregulares en el todavía hermético vecino del Norte.