El país continúa paralizado por los paros convocados por las principales centrales sindicales; ayer, tres personas murieron en las manifestaciones
Internacionales
- 2012-01-10
La segunda jornada de huelga por la subida del precio de la gasolina en Nigeria transcurre hoy en calma, con incidentes aislados, tras las violentas protestas de ayer que causaron al menos tres muertos.
El país continúa paralizado por los paros convocados por las principales centrales sindicales nigerianas, con el cierre de la mayoría de colegios, comercios, mercados y edificios oficiales.
La policía confirmó la muerte durante la jornada de ayer de tres personas, aunque el diario local Vanguard eleva a 12 esa cifra.
Durante esta mañana, las ciudades de Lagos, Kano (norte), Kaduna (capital política del norte) y la capital federal Abuja, permanecieron paralizadas, pese a que el número de manifestantes fue significativamente inferior al de ayer.
En la ciudad petrolífera de Port Harcourt (sur), los trabajadores acudieron a la sede del gobierno, donde fueron recibidos por el gobernador provincial, Rotimi Amaechi, que defendió la decisión del Ejecutivo federal de retirar los subsidios a la gasolina.
Como consecuencia de la medida, el precio de la gasolina se ha disparado de 0.40 dólares a 1.30 dólares el litro y ha aumentado el coste de la gran mayoría de productos y servicios, en especial del transporte.
En Kano, donde la muchedumbre trató de asaltar ayer la sede gubernamental, con el resultado de al menos dos muertos en enfrentamientos con la Policía, el secretario de la plataforma sindical Congreso del Trabajo de Nigeria, Isa Yunusa Danguguwa, pidió a los trabajadores que permanecieran hoy en sus casas.
En Lagos, las calles de la ciudad se encontraban casi desiertas, mientras que el aeropuerto y los muelles permanecieron cerrados.
Los manifestantes se concentraron en el parque Gani Fawehinmi, en Ojota, a las afueras de la ciudad para continuar con sus protestas en un ambiente festivo.
El paro se produce en un contexto de inseguridad por los recientes ataques contra iglesias y cristianos en el norte del país, de mayoría musulmana, atribuidos al grupo terrorista islámico Boko Haram, que han causado decenas de muertos.
La violencia religiosa causó ayer 13 muertos, en atentados islamistas y asaltos de grupos de cristianos, al amparo de las movilizaciones laborales.