Kodak, en quiebra tras un siglo de fotografiar al mundo

Parece increíble que una compañía con más de un siglo de existencia, la misma que durante décadas tuvo enormes márgenes de ganancia, esté ahora al borde de desaparecer.

Pero eso es exactamente lo que sucede con Eastman Kodak, la empresa que ayer se acogió a la ley de quiebras de Estados Unidos, agobiada por pasivos valorados en 6 mil 800 millones de dólares.

Aunque técnicamente la sociedad sigue operando, son pocos quienes creen que pueda renacer después de la reestructuración a la que está siendo sometida. El motivo es que Kodak se quedó definitivamente atrás en la carrera de la fotografía digital, a pesar de que en 1975 fue la inventora del sistema que acabó llevándola a la bancarrota.

No obstante, el éxito que tuvo en el segmento que fue la norma hasta comienzos del presente siglo -y que incluía cámara, rollo y papel- le impidió dar el salto a tiempo.

Para colmo de males, diversos intentos de diversificación en otros ramos como el de la impresión o la publicación de materiales gráficos tampoco han dado resultados.

Una de las razones es la intensa competencia que hay, la cual dista de los amplios márgenes de los cuales disfrutó Kodak en el pasado.

Por tal motivo, aun si la apuesta actual permite regresar a los resultados en negro, es dudoso retornar a las glorias de antaño. Y es que en comparación con los 63 mil 900 empleados que había en nómina en el 2003, dicha cifra se ha reducido a unos 17 mil. Aunque el caso de la empresa norteamericana será objeto de múltiples estudios, desde ya los expertos señalan como lección la incapacidad de reconocer las nuevas tendencias, para así reaccionar a tiempo.

Otros nombres como NCR o Xerox, que también tuvieron un periodo exitoso, muestran que el caso de Kodak no es el primero ni será el último.