Posible liberación de Florence Cassez: ¿bandera electoral de Nicolás Sarkozy?
Desde su ascenso al poder en 2007, el presidente francés adoptó el caso de su compatriota como una bandera política que le valió duras críticas dentro y fuera de su país por convertir un asunto particular en un asunto de Estado.
Internacionales
MILENIO - 2012-03-08
El resurgimiento en estos momentos del caso Florence Cassez cae como anillo al dedo al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Con la propuesta del ministro de la Corte Suprema de Justicia, Arturo Zaldívar, de otorgar el amparo y ordenar la inmediata y absoluta libertad a la ciudadana francesa, encarcelada en México desde 2005 y condenada a 60 años de prisión por el delito de secuestro, abre la posibilidad al gobierno francés de adjudicarse una victoria en pleno periodo electoral.
Desde su ascenso al poder en 2007, Nicolas Sarkozy adoptó el caso de su compatriota como una bandera política que le valió duras críticas dentro y fuera de su país por convertir un asunto particular en un asunto de Estado. Su remarcable interés por este caso y la negativa del gobierno de México a ceder ante las presiones para liberar a la joven francesa, provocaron una áspera relación con su homólogo mexicano, Felipe Calderón, y una crisis diplomática sin precedentes entre México y Francia.
Hoy, en plena campaña electoral por la reelección presidencial, Nicolás Sarkozy suma a su discurso la posible liberación de Cassez: “Estamos luchando por sus derechos… Florence Cassez, con quien hablé por teléfono la semana pasada, debe resistir…ésta es en verdad la primera buena noticia desde hace cinco años y medio…”, declaró Sarkozy este jueves en una emisión radiofónica en alusión al proyecto de resolución del ministro Zaldívar.
A 45 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales (22 de abril), el actual mandatario francés aseguró que luchará con todas sus fuerzas para obtener un segundo mandato que le permita “proteger” a su pueblo y “construir una Francia fuerte”, lema de su campaña. Anunció además que si no logra la reelección, se retirará de la política.
La seguridad y confianza con las que se expresa Nicolas Sarkozy en cada una de sus intervenciones mediáticas, hacen pensar que tiene asegurada la victoria. Sin embargo, esta actitud podría ser sólo una estrategia más para disimular su preocupación ante una realidad innegable: su creciente impopularidad.
Realidad que se ve reflejada en los sondeos que lo colocan muy por debajo de su principal adversario, el socialista Francois Hollande, quien tendría una ventaja de 3 puntos y medio en la primera vuelta y de 11 puntos en la segunda vuelta electoral a realizarse el próximo 6 de mayo.