Mueren doce soldados turcos de la OTAN al caer helicóptero en Kabul

Doce soldados de Turquía y dos civiles murieron este viernes en Kabul, cuando un helicóptero turco de las Fuerzas de la OTAN en Afganistán (ISAF) se precipitó a tierra por causas aún no determinadas, en el peor incidente con tropas turcas en una década de conflicto afgano.

El helicóptero Sikorsky del ejército turco se estrelló a media mañana contra una vivienda del distrito de Bagrami, en la periferia este de la capital afgana, y luego se incendió, según la policía local.

"Murieron doce soldados turcos de la ISAF que se encontraban a bordo del aparato y dos civiles", indicó a la AFP un responsable de la policía de Kabul, Mohamad Zaher.

Los dos civiles son mujeres que vivían en la casa, cuyos cuerpos han sido recuperados de entre los escombros, precisó el ministerio afgano del Interior, quien rectificó un primer balance erróneo de tres civiles muertos.

El ejército turco confirmó la muerte de 12 de sus soldados desplegados en la fuerza de la ISAF. Ante la prensa en Estambul, el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, lamentó "una gran pérdida".

"Parece que se trata de un accidente durante un aterrizaje forzoso", añadió. "La causa del incidente será determinada después de una investigación", indicó por su parte el ejército turco.

La ISAF, cuyas tropas son objetivo frecuente de los talibanes, parecía descartar la posibilidad de que fuera un ataque.

"Una investigación está en curso sobre los motivos del accidente, pero las primeras informaciones indican que no había actividad enemiga en la zona en aquel momento", indicó la fuerza de la OTAN en un comunicado.

Turquía, único miembro de la OTAN cuya población es mayoritariamente musulmana, dispone actualmente de unos 1.850 soldados en Afganistán, desplegados en Kabul, en la provincia vecina de Wardak y en el norte, que no participan en los combates y se limitan en misiones de vigilancia.

Ankara prolongó en un año en octubre pasado su mando regional de Kabul en la ISAF.

Turquía se niega a combatir contra los insurgentes islamistas en Afganistán para no chocar a sus correligionarios musulmanes en un país con el que mantiene vínculos históricos estrechos y privilegia la formación, la ayuda a la reconstrucción y la ayuda sanitaria.

Los accidentes de helicópteros son frecuentes en Afganistán, en particular de aparatos de la ISAF (unos 130.000 soldados, 90.000 de los cuales estadounidenses) que apoyan al gobierno frente a la rebelión llevada a cabo por los talibanes, expulsados del poder por los occidentales a finales de 2001.

En agosto del año pasado, un helicóptero Chinook estadounidense fue derribado cerca de Kabul por los talibanes, algo muy poco frecuente desde el inicio del conflicto en 2001.

Ocho afganos y 30 estadounidenses, incluidos 22 Navy Seals de la misma unidad de élite que eliminó a Osama Ben Laden, murieron en lo que hoy sigue siendo el evento más mortífero para los estadounidenses en diez años de guerra afgana.

Los países que contribuyen a la ISAD prevén retirar progresivamente todas las tropas de combate del país de aquí a finales de 2014, fecha en la que deben transferir a las fuerzas afganas la responsabilidad de la seguridad del país.

El jueves, el presidente afgano, Hamid Karzai, indicó que su país estaba dispuesto a acelerar el proceso de transición y asegurar él mismo la seguridad del país a partir de 2013, un pedido que según responsables estadounidenses no afectará el calendario de retirada de las tropas extranjeras de Afganistán.