Estimado cliente: usted ha sido ordenado a abandonar Canadá
Miles de mexicanos que a partir de 2007 pidieron asilo político han comenzado a recibir misivas amables en las que el equivalente canadiense a la "migra" de Estados Unidos les advierte que deben abandonar el país voluntariamente o enfrentarse a la deportación forzosa.
Internacionales
MILENIO - 2012-03-17
La carta, impresa en una hoja membretada de la Agencia de Servicios Fronterizos Canadiense (CBSA), está redactada en un lenguaje amable. Pero a final de cuentas deja en claro que se está siendo expulsado y no se puede volver, jamás. “Estimado cliente: usted ha sido ordenado a abandonar Canadá en un plazo no mayor a 15 días…”
Miles de mexicanos, que a partir de 2007 pidieron asilo político en Canadá bajo distintos argumentos —pero en su mayor parte un supuesto temor a la violencia— han comenzado a recibir misivas como esa en las últimas semanas, cartas en las que el equivalente canadiense a la migra de Estados Unidos les advierte que deben abandonar el país voluntariamente o enfrentarse a la deportación forzosa.
“Diría que desde hace un año y medio, pero más desde que empezó 2012, hay un boom de deportaciones de mexicanos a los que se está regresando a México pese a que sus vidas están en riesgo”, asegura Oscar Carrillo, dirigente del movimiento Mexicanos Unidos por la Regularización o Mexicains Unis pour la Regularization de Quebec, un colectivo cuyo lema es “Aquí estamos y no nos vamos”.
Pero el gobierno de Canadá no concuerda con la apreciación de que están en riesgo; de acuerdo con datos obtenidos vía la ley canadiense de Transparencia por el Consejo Canadiense de Refugiados (CCR) y a los que tuvo acceso MILENIO, las tasas de rechazo a peticionarios mexicanos son de las más elevadas. Ocho de cada diez aspirantes serán enviados de vuelta.
Aun así, los números apuntan a que ni la visa ni la perspectiva de una derrota han mellado el flujo migratorio desde México. En 2011, seis mil 114 mexicanos pidieron asilo político en Canadá, una cifra menor —pero no por mucho— a los siete mil y 8 mil que hicieron lo mismo en 2009 y 2010, durante la cresta de la oleada migratoria que llevó al restablecimiento del visado. Los mexicanos ya son el principal grupo de extranjeros que solicita refugio canadiense, muy por encima de países como Afganistán, Haití, Paquistán o Ruanda.
En su mayor parte, según el CCR, las peticiones de asilo registradas en 2011 tuvieron por argumento central el temor al crimen organizado y la violencia de género y sexual. Para los que han perdido en las cortes de inmigración, esa derrota representa el principio del fin de su estancia en Canadá. Es el momento en el que pueden recibir en cualquier momento la carta que dice: “estimado cliente…”
En Quebec, una de las provincias con mayor número de deportaciones, los mexicanos que están a punto de la expulsión han lanzado un último esfuerzo para evitar su repatriación a México. Unos 200 connacionales en Montreal y sus alrededores se han agrupado para compartir experiencias con otras comunidades migrantes que han pasado por trances similares, como los haitianos y los argelinos.
“Estamos platicando con migrantes de esos países que tuvieron la misma experiencia que nosotros hace años y lograron la regularización. Queremos que nos ayuden a entender qué hicieron”, dice Carrillo, originario del Distrito Federal y quien logró el estatus de refugiado político hace ya media década.
La mayor parte de los integrantes de Mexicanos Unidos por la Regularización se encuentra con un pie en el avión. Jurídicamente es la etapa conocida como Examen des Risques Avant Renvoi (ERAR) o Análisis de Riesgo antes de la Repatriación, un proceso en el que un agente migratorio revisa, por última vez, el caso de un solicitante de refugio y determina si en efecto estarán en peligro de regresar a su país. Pero los momios están contra el solicitante: debe presentar nuevas evidencias que demuestren que la deportación equivale a la muerte. De acuerdo con cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, sólo 1 por ciento logran permanecer una vez que entran a ese nivel.
El 31 de marzo Mexicanos Unidos por la Regularización realizará un plantón frente al complejo migratorio Guy Favreau, donde se llevan a cabo las audiencias de ERAR. Pero Carrillo reconoce que la situación a la que se enfrentan es cuesta arriba.
“Quieren deportar al mayor número de mexicanos antes de otoño”, dice. “Es cuando van a discutir la nueva ley migratoria de Canadá”.
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En paralelo a las deportaciones masivas, Canadá estudia nuevas formas para limitar aún más la migración y hacer más difícil el acceso como extranjero a ese país. Y para eso, volteó al sur, a Estados Unidos. El Partido Conservador, actualmente en el gobierno, planteó a principios de marzo una iniciativa de ley, conocida como C-31 o Acta para Enmendar el acta de Inmigración y Protección de Refugiados. Una legislación parecida a las leyes restrictivas estadunidenses.
Por ejemplo, contempla la detención hasta por un año de una persona que solicite refugio, algo similar a lo que hace actualmente Estados Unidos y que orilla a muchos peticionarios a desistir de su intento. También, desaparece la residencia permanente y la convierte en algo “condicional” por lo que cualquier migrante podrá ser deportado en caso de que el gobierno así lo determine.
Por último, crea un concepto aparentemente dirigido a México: ciertos países serán definidos de forma periódica como “seguros” o “no seguros”. No se aceptarán aplicaciones de asilo de los primeros.
La ley será estudiada por el Parlamento canadiense en otoño.
En tanto, el momento definitivo llega en Canadá, hay todavía quienes buscan asilarse en ese país. Jorge Juárez, un migrante con varios años de residencia en Montreal, es dueño del restaurante Le Petit Coin du Mexique (El pequeño Rinconcito de México). En las últimas semanas, veracruzanos se han aparecido a sus puertas, en busca de empleo como meseros, garroteros, limpiadores, lo que sea.
“Están diciendo que en Veracruz hay toque de queda y no se puede salir a las calles y vienen a pedir asilo. Pero yo no les puedo dar trabajo a todos”, dice Juárez.