Marcha de estudiantes ‘no autorizada’ provoca disturbios en Chile
La Policía disolvió la concentración de estudiantes que había derivado en violentos disturbios, incluida la quema de dos autobuses
Internacionales
Excelsior - 2012-08-08
La Policía chilena disolvió en el centro de Santiago una concentración de estudiantes de secundaria que pretendían marchar por un recorrido no autorizado por la Intendencia (gobernación), lo que derivó en violentos disturbios, incluida la quema de dos autobuses de transporte público.
Los estudiantes querían marchar por la Alameda, la principal avenida de la capital, pero la Intendencia desechó esa solicitud y propuso dos recorridos alternativos que fueron rechazados por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), convocante de la marcha.
Con la intención de transitar por la Alameda, los jóvenes se concentraron partir de las 10:00 hora local (14:00 GMT) en las aceras de la Plaza Italia, punto neurálgico de la capital, y en el aledaño Parque Bustamante, pero la tensión se elevó cuando los estudiantes comenzaron a ocupar la calzada y a entorpecer el tráfico.
En el momento en que estos trataron de avanzar hacia la Alameda, Carabineros (Policía militarizada) empleó los carros lanzaaguas y lanzagases, así como personal montado a caballo, para dispersar a los estudiantes, que a su vez lanzaron piedras y otros objetos a los policías.
En las cercanías de Plaza Italia, dos autobuses de transporte público resultaron totalmente quemados, sin que se conozca aún si al originarse el incendio había algún ocupante en su interior.
A falta de cálculos oficiales, se estima que la frustrada marcha reunió a unas 5.000 personas.
La movilización fue respaldada por los universitarios, agrupados en la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
La última gran manifestación, la tercera de este año organizada por la Confech, congregó el 28 de junio a más de 100 mil personas en Santiago.
Los jóvenes protestan contra el sistema impuesto en 1981, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo la participación del Estado en la educación, y piden un modelo público, gratuito y de calidad.