Pide Assange a Obama detener cacería de brujas contra WikiLeaks

El fundador de WikiLeaks salió al balcón de la embajada ecuatoriana en Londres para reclamar a EU la liberación de su informante Bradley Manning

Internacionales

Excelsior - 2012-08-20

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, instó ayer a Estados Unidos a frenar la “caza de brujas” contra esa plataforma en su primera declaración pública desde que se refugió en la delegación ecuatoriana en Londres hace dos meses para evitar su extradición a Suecia.

El australiano compareció desde el balcón de esa legación en un momento de creciente tensión entre Reino Unido, que pretende cumplir con su “obligación legal” de entregarlo a la justicia sueca, y Ecuador, que el jueves concedió asilo político al hacker.

Assange arrancó su discurso agradeciendo el apoyo a “ese valiente país latinoamericano” y el coraje de su presidente, Rafael Correa, “por haber dado la cara por la justicia”.

En un mensaje directo al presidente estadunidense, el australiano instó a Barack Obama a “hacer lo correcto” y poner fin a lo que considera una “caza de brujas” contra WikiLeaks.

“Estados Unidos debe disolver la investigación del FBI, debe jurar que no procesará a nuestros empleados. EU deben comprometerse ante el mundo a que no perseguirán a los periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos”, declaró Assange en una intervención plagada de vítores.

El periodista pidió también la “liberación” del soldado estadunidense Bradley Manning, encarcelado “desde hace 815 días sin haber sido sometido a un juicio”, recordó, por haber filtrado supuestamente secretos militares, y a quien calificó de “héroe” y de “ejemplo para todos nosotros”.

Assange afirmó que el pasado miércoles agentes de Scotland Yard entraron en la embajada ecuatoriana por la entrada de incendios y, según él, tan sólo el hecho de que hubiera testigos al lado de la embajada evitó que lo detuvieran, algo que la policía británica ha negado.

“A la vez que WikiLeaks se encuentra bajo amenaza, también lo está la libertad de expresión y la salud de nuestras sociedades”, afirmó Assange, recordando el caso del grupo de punk ruso “Pussy Riots”, condenado el viernes a dos años de cárcel.

Por su parte, Unasur exhortó al diálogo para lograr una solución en la crisis entre Ecuador y Reino Unido.

Garzón sale al rescate

El ex juez español Baltasar Garzón, que encabeza como abogado el equipo de defensa de WikiLeaks y su fundador Julian Assange, es un pionero de la “justicia universal” que ordenó detener al dictador chileno Augusto Pinochet y trabajó contra el grupo armado ETA.

En su última causa por la justicia internacional, Garzón asiste como abogado al australiano Assange, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio.

Garzón espera actualmente que Reino Unido responda al pedido de un salvoconducto que pondría a salvo a Assange, quien enfureció a Estados Unidos al filtrar en 2010 cientos de miles de cables diplomáticos confidenciales sobre las guerras de Afganistán e Irak.

Al asumir su defensa a finales de julio, Garzón anunció que se esforzaría en “demostrar que el proceso secreto en Estados Unidos contra Julian Assange ha comprometido y contaminado cualquier otro proceso legal, incluyendo el de extradición”.

Aunque, en febrero de este año, Garzón fue condenado a 11 de años de inhabilitación por haber ordenado la grabación de conversaciones en prisión entre abogados defensores y sus clientes.

El show de Julian Assange

La aparición pública de Julian Assange en el balcón de la embajada de Ecuador en Londres, donde lleva dos meses recluido, se convirtió ayer en un espectáculo mediático retransmitido en directo por televisión y con centenares de fans entusiastas esperando a su ídolo.

“We are not a British Colony!” (¡No somos una colonia británica!) gritaban con marcado acento español un grupo de una decena de ecuatorianos apostados frente a la embajada, enarbolando la bandera de un improvisado “Movimiento Ecuador Reino Unido” y mostrando un retrato de Assange junto a los colores de su país.

“Venimos a apoyar al señor Julián y al presidente (Rafael) Correa. Personalmente creo que Ecuador hizo una buena elección”, explicó Patricia, una joven ecuatoriana.

“¡Mire, mire esto, todos estamos con él!”, decía señalando a sus compañeros, todos ellos ecuatorianos que viven en Reino Unido.

“En Ecuador es igual, y no sólo en Ecuador, también en Colombia, Bolivia, Perú, Argentina, toda Sudamérica, toda América Latina. No es un país, somos todos, unidos”, explicaba mientras sus compañeros seguían gritando “Free Assange!” (¡Liberen a Assange!)

La aparición pública del australiano fue también un evento mediático, con centenares de periodistas armados con cámaras, tablets electrónicas y teléfonos móviles apuntando hacia el balcón, centro de todas las miradas.

El sonido continuo de un helicóptero daba un aire todavía más irreal al ambiente de esta calle normalmente tranquila del elegante barrio de Knighstbridge.

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