La publicación de unas caricaturas de Mahoma en un semanario francés suscitó la condena de instituciones y grupos islámicos en Oriente Medio
Internacionales
Excelsior - 2012-09-20
La revista francesa Charlie Hebdo publicó ayer caricaturas vulgares del profeta Mahoma, lo que exacerbó las tensiones por una película que insulta al islam y llevó a Francia a reforzar la seguridad en sus embajadas.
Francia tomó “medidas de seguridad especiales” para proteger a sus embajadas, tras la publicación de las caricaturas del profeta de los musulmanes en el semanario Charlie Hebdo, anunció el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius.
En París, una querella fue interpuesta contra Charlie Hebdo por “incitación al odio” en nombre de la Asociación Siria para la Libertad. Otra demanda por “difamación” e “injuria pública” fue presentada por la Asociación de Musulmanes de Meaux, una localidad a 42 kms de París.
Los 75 mil ejemplares de Charlie Hebdo –cuyo sitio de internet fue pirateado–quedaron rápidamente agotados y una nueva edición estará en la calle mañana.
La policía reforzó la seguridad en los alrededores de la redacción de Charlie Hebdo en París, cuyos anteriores locales fueron incendiados en noviembre de 2011 precisamente tras la publicación de un número que se burlaba de la sharia, la ley islámica.
Francia alberga la comunidad musulmana más importante de Europa, de 4 a 6 millones de personas.
Por su lado, la Casa Blanca cuestionó la decisión del semanario satírico francés de publicar caricaturas del profeta Mahoma, pero destacó que nada de ello puede justificar la violencia.
“Sabemos que esas imágenes resultarán chocantes para muchas personas” y podrían provocar reacciones violentas, explicó el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney, durante su conferencia de prensa diaria.
Se suma a video
La publicación de Charlie Hebdo se produjo luego de varios días de protestas violentas en varios países de Asia y África contra el filme de bajo presupuesto Innocence of Muslims, producido en Estados Unidos, y convirtió a Francia en un blanco potencial de la rabia musulmana. Hasta ahora, los sitios del gobierno estadunidense han atraído la mayor parte de la ira.
La violencia ligada al video no profesional, que muestra al profeta como un fraude, un mujeriego y un pederasta, ha provocado la muerte de al menos a 30 personas en siete países, entre ellos el embajador estadunidense en Libia.
Ayer varios cientos de abogados que protestaban contra la película entraron por la fuerza en un área en la capital de Pakistán que alberga la embajada de Estados Unidos y otras misiones extranjeras.
Estados Unidos cerró temporalmente su consulado en una ciudad indonesia debido a manifestaciones similares, y cientos protestaron contra el filme en la capital de Sri Lanka, donde quemaron muñecos del presidente norteamericano Barack Obama.
Las caricaturas han suscitado una cadena de condenas en Egipto, entre ellas las de los Hermanos Musulmanes y la prestigiosa institución sunita de Al Azhar.
Miles de partidarios del grupo chiita libanés Hezbolá se manifestaron en la ciudad de Tiro contra la película islamófoba.
Discuten nueva ofensa al islam
Orden de cerrar embajadas y colegios en el extranjero, protección policial para periodistas e intentos de aplacar los ánimos: la publicación de las provocadoras caricaturas de Mahoma en Francia avivó los temores de nuevas acciones de protesta antioccidentales de islamistas radicales.
Y por todo el mundo se extiende la discusión sobre la legitimidad de la publicación. ¿Fue valiente o irresponsable? Esa es la pregunta que todos se hacen.
Los argumentos de ambas partes son claros. Los críticos hacen referencia a las violentas protestas contra el video realizado en Estados Unidos que difama al profeta Mahoma y acusan a la revista satírica de incitar a la ira de los fundamentalistas innecesariamente.
Charlie Hebdo echa leña al fuego, critican los políticos franceses, como el ministro del Exterior, Laurent Fabius. El funcionario ordenó protección especial para instalaciones francesas en alrededor de 20 países.
A raíz de la publicación anticipada de la revista, organizaciones musulmanas en Francia se quejaron por el nuevo gesto de hostilidad con el islam. Se estima que en Francia hay de 4 a 6 millones de personas de creencia musulmana, más que en cualquier otro país de la Unión Europea (UE).
El lado opuesto es igualmente enérgico en sus argumentaciones. Los defensores de la publicación consideran que las críticas a la redacción de la revista representan un ataque a la libertad de prensa. Y por eso creen que sería una vergüenza que el mundo occidental se dejara intimidar por los actos de violencia. Además mencionan como ejemplo que el papa o Jesús también fueron caricaturizados.
Junto a las caricaturas, la redacción de la revista publicó una mordaz justificación. “Pintas un Mahoma glorioso, mueres (...) lo muestras alegre, mueres (...) Con estos fascistas no hay nada que negociar”, comentó el redactor responsable Stéphane Charbonnier, conocido como Charb.
En entrevistas, Charb habló de caricaturas totalmente normales e instó al gobierno a mostrar agallas. El primer ministro Jean-Marc Ayrault había destacado el derecho a la libertad de opinión y de caricaturas, pero a la vez apeló a la responsabilidad .