Asad, dispuesto a estudiar propuesta de alto el fuego en Siria
El emisario internacional, Lakhdar Brahimi, pidió una tregua en el país árabe durante la fiesta musulmana de Al Adha que se celebra a final de mes.
Internacionales
MILENIO - 2012-10-16
El régimen sirio del presidente Bashar al Asad anunció hoy que está interesado en estudiar la propuesta de alto el fuego del emisario internacional Lakhdar Brahimi, quien pidió una tregua durante la fiesta musulmana de Al Adha a fines de mes.
Mientras tanto, las tropas del régimen no bajaban la guardia e intentaban arrebatar a los rebeldes el control de una zona clave para el envío de refuerzos militares al norte del país.
"Siria está interesada en explorar esta opción (de un alto el fuego) y esperamos volver a conversar con el señor Brahimi para conocer la posición de otros países influyentes en la región con los que ha mantenido conversaciones en su actual gira", dijo el vocero del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, Jihad Maqdisi.
El portavoz destacó que el éxito de cualquier tentativa de contener la violencia deberá incluir forzosamente a los rebeldes y los países que los apoyan. "Para que cualquier iniciativa tenga éxito, se necesitan los dos lados", contestó Maqdisi a AFP. "¿Presionarán (los países implicados) a los grupos armados que albergan, financian y arman para que consigamos un cese del fuego?", se preguntó.
La oposición siria en el exilio dijo rápidamente que dará la bienvenida a un eventual alto el fuego, pero incidió en que la responsabilidad fundamental recae sobre el gobierno, explicó el líder opositor Abdel Basset Sayda.
Brahimi, enviado especial de la Liga Árabe y de la Organización de Naciones Unidas, mantuvo reuniones hoy en el El Cairo, Egipto, en la última etapa de una gira regional que lo llevó por Arabia Saudita (uno de los principales apoyos de los rebeldes sirios), Turquía e Irán (principal aliado de Damasco). El emisario propuso una tregua al fin de este mes para crear las condiciones para el inicio de un proceso político.
Por otro lado, el papa Benedicto XVI anunció que decidió enviar una delegación oficial a Siria como gesto de solidaridad con toda la población de ese país. Los religiosos, entre los que se encuentran el colombiano Fabio Suescún Mutis y el nicaragüense Alberto Ortega, partirán la próxima semana.
Sobre el terreno, desde hace 48 horas, las fuerzas armadas del régimen contraatacan para recuperar zonas clave, empezando por la ciudad de Maaret al Nooman, situada en la autopista entre Damasco y Alepo (norte). Los refuerzos militares enviados hacia la gran ciudad del norte deben pasar necesariamente por esa vía, pues las regiones rurales circundantes están bajo control de la rebelión.
Los ataques aéreos alrededor de Maaret al Nooman, en la provincia de Idleb, son "los más intensos", y desde la mañana de hoy se contaron 29, según el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman. También en la provincia de Idleb, los bombardeos aéreos del ejército en Kafr Nubol mataron a dos niños, de seis y diez años, y causaron varios heridos, según el Observatorio.
En el este del país, en Mayadin, al menos nueve civiles, de ellos siete niños, perecieron en los bombardeos. Más al sur, en Homs (centro), el barrio de Jaldiye, que el régimen intenta controlar, era bombardeado desde el amanecer, así como la ciudad rebelde de Talbisse. Según el OSDH, al menos 78 personas murieron hoy, de las cuales 37 civiles, 24 soldados y 17 rebeldes.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó sobre la disparada de los precios de los alimentos en Siria, destacando que estos se duplicaron en algunas regiones desde el inicio del conflicto hace 19 meses. "Con el aumento de la violencia en ciertos lugares, los precios no hacen más que seguir subiendo", declaró a la prensa una portavoz del PMA, Elisabeth Byrs.
Por otro lado, en Nueva York, miembros de la comisión de investigación de la ONU sobre Siria advirtieron que los combatientes extranjeros son un peligroso elemento de "radicalización" del conflicto.
"La presencia de esos militantes extranjeros radicales, islamistas o yihadistas nos preocupa mucho", dijo a la prensa el presidente de la comisión, Paulo Pinheiro, que evaluó su número en "centenares" y añadió que "no están ahí necesariamente para construir un Estado democrático en Siria", sino persiguiendo "sus propias motivaciones".