La vicepresidenta califica de 'error tras error' las aspiraciones secesionistas de Artur Mas
Internacionales
Agencias - 2012-12-19
El Gobierno español aseguró hoy que impedirá la consulta independentista anunciada en Cataluña para 2014, que calificó como un proceso de división que va en contra de los tiempos.
"La consulta no es legal'', dijo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. "Nuestro ordenamiento da muchos mecanismos para poder frenar cualquier ilegalidad''.
"Hoy, ser pequeño y estar en procesos de división no tiene sentido, es ir contra el signo de los tiempos'', agregó el Presidente Mariano Rajoy en el Parlamento.
La coalición nacionalista de derechas Convergencia i Unió y el partido independentista de izquierdas Esquerra Republicana de Catalunya cerraron ayer un acuerdo de Gobierno para los próximos cuatro años cuyo eje vertebral es la celebración de una consulta para separar Cataluña del resto de España en 2014.
El pacto habla de una gran construcción nacional para que el pueblo se pronuncie, vía plebiscito, sobre la creación de un nuevo Estado en el marco europeo.
Ese año también está previsto que Escocia vote en referendo su independencia de Gran Bretaña, aunque en este caso se trata de un convocatoria pactada entre Londres y Edimburgo.
No es la primera vez que la España moderna se enfrenta a una situación de esta índole. En 2005, el ex presidente nacionalista del País Vasco Juan José Ibarretxe presentó un plan para convertir la región en un Estado libre asociado a España.
Era una fórmula similar a la vinculación que tiene actualmente Puerto Rico con Estados Unidos. Pero el proyecto fue ampliamente rechazado en el Parlamento y quedó enterrado en el olvido.
El pacto suscrito ahora entre las dos formaciones catalanas, tradicionalmente enemigas políticas y ahora aliadas, permitirá repetir mandato al actual presidente catalán y líder de Convergencia, Artur Mas, que será investido el viernes.
Mas ganó las elecciones adelantadas del 25 de noviembre, que él mismo presentó como un plebiscito. Pero se quedó muy lejos de la mayoría y perdió casi 10 puntos y 12 escaños con respecto a los comicios de 2010.
No obstante, el presidente optó por buscar el acuerdo con Esquerra, la otra fuerza independentista de la Cámara, que le garantiza la mayoría absoluta para gobernar y perseverar en la apuesta separatista.
"El momento ha llegado'', declaró Mas el miércoles. "Tendremos muchos adversarios enfrente y algunos actúan sin muchos escrúpulos''.
Tanto Convergencia como Esquerra siempre han dado por hecho que la sociedad catalana está a favor de independizarse de España, pero las encuestas demuestran que el apoyo a la secesión no es abrumador y en el mejor de los casos alcanza el 50 por ciento.
No se hizo pública la teórica pregunta de esa consulta ni el futuro estatus que se quiere dar a Cataluña. La Constitución española prohíbe a las autonomías convocar referendos sobre la arquitectura del Estado. De celebrarse, deben ser organizados por Madrid y votados por todo el país.
Además, la Unión Europea ha advertido que la independencia de una región que forme parte de cualquiera de los 27 estados miembros supondría su expulsión automática del bloque.
"El señor Mas va error tras error, pero con esto mucho me temo que no se garantiza su estabilidad, sino que da un paso muy decidido hacia la inestabilidad en Cataluña, que es lo que menos necesitan los catalanes, especialmente los que lo están pasando peor'', afirmó Sáenz de Santamaría.
Cataluña enfrenta una complicadísima situación económica. Mas ha defendido una dura política de recortes a la que se opone frontalmente Esquerra, aunque ambos partidos dicen haber encontrado puntos de encuentro en materia económica.
Cataluña es la región más rica del país, pero también la más endeudada y ya ha comenzado a recibir dinero de un rescate de casi 7 mil millones de dólares pedido a Madrid para pagar sus facturas y evitar la bancarrota.