+ El presidente de la Liga del Pacífico explica los cambios que han habido en la preparación, dentro y fuera del campo, del equipo mexicano
Deportes
MILENIO - 2014-03-04
Lo que se ha visto en el diamante en las Series del Caribe más recientes con la novena que representa a México no ha sido obra de la casualidad. El cambio ha sido notable en las estadísticas porque después de ganar solo cinco títulos en 35 años, México ha levantado el trofeo de campeón en tres de las últimas cuatro ediciones del torneo caribeño; el trabajo dentro y fuera del diamante se ha hecho diferente y los resultados han sido distintos.
“La unidad, el compromiso y la disposición de los directivos para trabajar juntos, más la disciplina y la mentalidad de los peloteros y una mejor planeación han sido la clave, porque sabemos que ya nadie va con la idea de solo participar en la Serie del Caribe, todos vamos con el deseo de ser campeones, aunque entendemos que no todos podemos serlo”, explicó en entrevista Omar Canizalez, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico.
Luego de que los Venados de Mazatlán se llevaron la corona en 2005, pasaron seis Series del Caribe de sequía, hasta que los Yaquis de Obregón se hicieron con el campeonato en 2011 y luego en 2013. En la edición de este año, fue la novena de los Naranjeros de Hermosillo la que siguió esos pasos para llevar a las vitrinas mexicanas la octava corona caribeña, ocupando ya el tercer sitio histórico.
“Mientras estuviéramos haciendo lo mismo íbamos a tener los mismos resultados. Teníamos un método distinto al actual, eso y la disposición de todos se han combinado para alcanzar esa madurez que nos ha hecho ser exitosos”, dijo.
En la organización y el armado del conjunto que participaba en el torneo antes solo se involucraban los directivos del circuito de invierno y del conjunto campeón, ahora, todas las novenas colaboran de una u otra manera.
-¿Qué pasaba antes que ahora se cambió?
“Antes el presidente del equipo campeón de la Liga se mantenía muy comprometido con sus jugadores y era limitado el número de refuerzos que querían tener, ahora la mentalidad es que el equipo ya quedó campeón y lo que sigue es pensar que se va a la Serie del Caribe representando a México, lo que hace que todos los equipos pongan sobre la mesa jugadores que puedan ser útiles para el torneo. Esa apertura es la que permitió que el representante sea más sólido en todas sus áreas”.
-¿Entonces ahora todos se involucran en el armado del equipo?
“Así es. Algunas personas piensan que el equipo para la Serie del Caribe se arma 24 horas antes de viajar, y no. Trabajamos desde la semifinal, ya que desde ahí visualizamos las opciones que existen para armar el roster competitivo que necesitamos. A esos jugadores que vemos que pueden ser buenos refuerzos, sin importar ya si su equipo quedó eliminado, les pedimos que se mantengan trabajando porque necesitamos que estén en ritmo, y los directivos han ayudado para darles las facilidades que se necesiten”.
-¿Cómo puedes describir este éxito repentino en poco tiempo?
“No son títulos al azar, la suerte no hace campeones, realmente es un trabajo profundo que se hace con mucho tiempo de anticipación y con análisis a detalle. De hecho vamos juego por juego, analizando los rivales que teníamos, los lanzadores abridores que se requerían, los relevos que necesitaríamos, los bateadores zurdos, derechos, los utility, y así armamos el roster y llegamos con un plan completo. Buscamos que nada se improvisara”.
-Ahora con esta nueva forma de trabajar, y pensando en los próximos torneos, ¿hay más presión sobre ustedes?
“No lo vemos como una presión, más bien es un compromiso que tenemos con nosotros y con los aficionados. Hemos encontrado que la forma en que hemos estado coordinándonos los presidentes de los equipos y la Liga nos está dando resultados, tenemos que mantener el compromiso de seguir trabajando igual, mientras nos siga dando resultados”.
-¿Qué mensaje se está dando fuera de México con estos tres títulos en cuatro años?
“Estamos viendo que México ya es protagonista del torneo, que el nivel de beisbol que se juega en la Liga del Pacífico está a la par de República Dominicana y Puerto Rico. No estamos satisfechos porque queremos llegar más lejos y mantener los resultados que hemos tenido, aunque sabemos que eso va a ser muy complicado porque ya nos están viendo con otros ojos, porque ya hay elementos para que nos juzguen diferente a como se hacía antes”.