+ La buena fortuna no ha acompañado al guardameta para consolidarse como titular de la selección nacional. Hoy, ni siquiera tiene su lugar asegurado para Brasil
Deportes
MILENIO - 2014-03-07
Pareciera que el futbol ha sido injusto con Guillermo Ochoa. Haber sido arquero titular del América, uno de los equipos más importantes del país, a los 19 años, estar jugando actualmente en Europa parecían sueños consumados que encumbrarían la carrera del guardameta tapatío. Pero no es así.
Si de cerrar círculos habláramos, a Paco Memo le falta cerrar, y desde hace tiempo, el que le corresponde a la selección nacional en su carrera. Sin eso, no hay brillo total en su paso por el futbol, queda claro.
El andar de Ochoa por selecciones nacionales, quizá, es uno de los más sufridos en la historia de los equipos tricolores. ¿Justo o injusto? Cada quien tendrá su juicio, pero la realidad es que cuando parece que la consagración de Guillermo con el Tri llega, algo pasa que se lo impide.
Hoy, con casi 29 años de edad, 99 convocatorias a selección mayor encima y jugando en Francia, Ochoa no tiene, ni de cerca, la titularidad asegurada el el arco del Tri, bueno, ni siquiera su presencia en la lista final de Miguel Herrera para Brasil 2014.
Aquí un recuento breve del tortuoso paso de Ochoa por selecciones nacionales.
OLÍMPICOS, NO
La mala fortuna de Ochoa en selecciones comienza desde divisiones menores. Al guardameta, por una u otra razón, se la ha negado la oportunidad de defender el arco mexicano en unos Juegos Olímpicos como parte de la selección sub 23.
En 2004, Ricardo La Volper confía en él y lo lleva como parte de la plantilla que participó en los juegos realizados en Atenas, Grecia, sin embargo, no tiene acción ni un minuto.
Ochoa fue sombra de Jesús Corona, quien fue el titular en ese certamen.
Para 2008, Guillermo sufrió uno de los golpes más fuertes en su carrera: fue el arquero titular de "la selección de la vergüenza" que, comandada por Hugo Sánchez, no logró calificar a los Olímpicos de Beijing al ser eliminados en el eliminatoria de la Concacaf realizado en Carson, California.
HUGO LO ENGAÑÓ
Ya en selección mayor, Ochoa parecía que tendría su primer gran oportunidad cuando, en 2007, el entonces técnico del Tri, Hugo Sánchez, le dio la oportunidad de arrancar como titular en la Copa América realizada en Venezuela.
Memo cuidó los tres palos verdes en aquella noche histórica en Puerto Ordaz, cuando se derrotó 2-0 a Brasil con goles de Nery Castillo. Parecía que venía lo mejor para el tapatío.
Sin embargo, Hugo, por una extraña razón, decidió de última hora que Ochoa tendría que intercalar la titularidad con Oswaldo Sánchez, uno de los líderes del vestidor junto con Rafael Márquez.
Memo tuvo una nueva oportunidad en el último partido de la fase de grupos, ante Chile, donde tampoco recibió gol. México llegaría a semifinales, y de acuerdo al rol, Ochoa debía ser el titular ante Argentina, después de que Oswaldo jugara ante Paraguay en cuartos de final.
Pero Hugo no respetó esto y alineó a Sánchez Ibarra, sin dar una explicación de por medio. Después se supo que el propio Oswaldo y Márquez presionaron al timonel nacional y lo amenazaron con "incendiar el vestidor" si ponía a Ochoa como titular en las semifinales.
El partido por el tercer lugar, ante Uruguay, fue el premio de consuelo para Ochoa.
COPA ORO
La Copa Oro 2009, otra vez, parecía el torneo de la consolidación de Guillermo con la selección nacional. El entonces arquero del América fue titular en todo el torneo y fue parte fundamental para que México se coronara en esa edición.
Dos años después, en la edición 2011, la suerte le volvió a sonreía a Ochoa y arrancó como titular. Ese día el Tri goleó 5-0 a El Salvador. Pero tan sólo unos días después, la bomba de un dopaje de cinco seleccionados por clenbuterol estalló. Memo era uno de ellos. Ya no jugó más.
LA CANALLADA DE AGUIRRE
No había más. Sudáfrica 2010 era el Mundial de Ochoa. En los cuernos de la luna, el guardameta tuvo una lucha leal con Oswaldo Sánchez por la titularidad en el Tri.
En la era Sven Goran Eriksson, saltó en un par de partidos del hexagonal final como titular. Y cuando Javier Aguirre llegó a rescatar el barco y limpió a varias "vacas sagradas" del equipo, entre ellas, Sánchez Ibarra, Ochoa tomó por asalto el puesto para ya no soltarlo en lo que restó de la eliminatoria donde México consiguió su pase.
No había más. Ochoa sería el portero titular de la selección nacional en Sudáfrica 2010.
En mayo de ese año, Aguirre sorprendió al mundo incluyendo en su lista final de convocados para el Mundial al veterano Óscar Pérez, quien sólo había sumado un llamado anteriormente.
Y mayor fue la sorpresa cuando en el partido inaugural de la Copa del Mundo, El Conejo saltó como titular para enfrentar a Sudáfrica. Y ahí se mantendría por el resto del Mundial, al igual que Ochoa en la banca.