+ El holandés vive su mejor estado de forma, el delantero destaca por suvelocidad y olfato goleador que tratará de seguir explotando ante México
Deportes
MILENIO - 2014-06-25
Domingo 11 de julio de 2010, minuto 61 de la Final del Mundial de Sudáfrica. Wesley Sneijder filtra una pelota entre los centrales, Arjen Robben les gana la espalda. Joan Capdevila y Gerard Piqué corren desesperados tras el delantero holandés, no le alcanzan, pero el tiro de Robben da en el pie de Casillas y se va por un costado.
Al minuto 82 el mismo Robben vuelve a superar a la defensa española tras un despeje que fue prolongado por Van Persie en el medio campo. Puyol y Piqué siguen a Arjen con desesperación, Carles hace todo lo posible por derribarle, la velocidad del holandés es endiablada, pero adelanta de más la pelota y Casillas le roba la ocasión.
Esas dos imágenes vivieron en la cabeza de Arjen Robben los últimos cuatro años. El delantero del Bayern Múnich es el ofensivo más importante en el ataque de Holanda, la selección más efectiva en lo que va del Mundial. Robben ha alcanzado el puntode madurez en el momento más importante.
Las lesiones le han respetado, no es el mismo tipo que caía en la enfermería cuando defendía la causa del Groningen, PSV Eindhoven, Chelsea, Real Madrid y el propio Bayern. Las dos fallas de hace cuatro años le colgaron varias etiquetas de perdedor, porque en ese mismo año cayó en la Final de la Champions ante el Inter de Milán.
Pero Robben se repuso a todo ello, ganó presencia en el campo, se sacó la espina de la Champions, la cual ganó hace un año al Borussia Dortmund. Arjen marcó el gol del triunfo sobre la hora. Y aunque no es un tipo que goce de muchos reflectores, ha sabido ganarse a sus entrenadores por el trabajo que pone en cada entrenamiento. Tanto que con la llegada de Pep Guardiola se hablaba de que saldría del Bayern, pero el entrenador de Santpedor acabó encantado por su profesionalismo.
Llegó el Mundial de Brasil y Holanda figuraba poco en el mapa. Se le veía como víctima de España y de Chile; sin embargo, Robben y su par de viejos socios en ataque —Sneijder y Van Persie— dictaron sentencia encontra de los apostadores. En la primera jornada Robben dio un recital ante España y ahí fue cuando demostró que en sus piernas habitan dos cohetes supersónicos. Primero marcó el gol que le dio la vuelta al juego: bajó un centró de Blind, se deshizo de Piqué y Ramos y, ahora sí cuatro años después, batió a Casillas al 53'.
Luego, en el 80', montó un contragolpe endemoniado, Sneijder le tocó la pelota, Robben la tiró hacia delante y se mandó un sprint endemoniado. Vértigo en estado puro, más de 50 metros por delante y Arjen apretó los muslos, contuvo la respiración y vio como Sergio Ramos lo perseguía desesperadamente.
El holandés arrancó en su propio campo, frenó en el área española mientras Ramos se seguía de frente. Arjen hizo ver a Casillas como un guiñapo, el portero se arrastraba porque no podía estar a su misma velocidad y luego sacó un misil con la zurda para enterrar a España.
Fueron cerca de 55 metros en los que, según registros dela FIFA, iba a 37 kilómetros por hora, un recorrido y una velocidad que lo hacen el futbolista más rápido del planeta, dejando detrás a otros jugadores como Theo Walcott, Antonio Valencia, Cristano Ronaldo y Gareth Bale que también habían mostrado su potencia en el espacio largo.
Robben es una amenaza cuando conduce el balón, desequilibra al defensa que se le pare enfrente, aunque a veces su dosis de egoísmo le lleva a fallar en momentos puntuales. Van Gaal le ha dado libertad de movimiento en la zona de ataque. A veces juega a perfil cambiado lo que desorienta más a sus adversarios.
Contra Australia lo volvió ahacer, tomó la pelota en el mediocampo, le dijo adiós a su marcador y se lanzó en carrera franca hacia el área rival, dos jugadores le correteaban sin éxito, les llegó a sacar hasta cinco metros de distancia, y cuando alcanzó asu objetivo sacó un tiro raso en el área grande para adelantar alos holandeses.
Y contra Chile, en el primer tiempo, se montó una jugada trepidante que no encontró el arco de Claudio Bravo, pero que amenazó tajantemente que sus piernas son dos locomotoras a mil por hora. Lo demostró cuando le tiraron el balón al hueco por izquierda, Robben picó, llegó hasta la línea de fondo y habilitó a Leroy Fer para el segundo gol.
Robben tiene gol, también es un buen socio para sus compañeros. Arjen representa el vértigo holandés, quizá la amenaza más fuerte y en mejor estado que ahora tiene Van Gaal. El primer reto a frenar para la defensiva mexicana.