La problemática de los baches es una situación que año con año se repite en las carretera del estado de Veracruz, y no solo durante la temporada de lluvias, también durante los meses de “secas” en que los automóviles al igual que sus conductores, sufren con hoyos en el asfalto y que también desgastan el bolsillo y el ánimo del conductor.
Y es que en constantes ocasiones un automovilista se ve sorprendido con un bache que de una u otra manera lastima la estructura de su vehículo, lo cual provoca una visita urgente al mecánico para resolver la avería, que en muchas ocasiones, no es poca cosa.
Desafortunadamente las afectaciones son daños al motor y transmisiones, sin contar baches y malas carreteras, los baches lastiman la suspensión, la dirección, daños en el chasis, carrocería, ruptura de carters de motor, de transmisión, desvieladas, cuando se quedan sin aceite los motores porque no ven el bache por el charco de agua que hay, y pueden llegar a tocar una varilla o una roca filosa lo que corta el Carter y se provoca la fuga de aceite.
Sin embargo, lo peor no es el daño, sino el costo del mismo y lo que representa para el conductor, pues en mayoría de los casos, no están preparados para enfrentar el costo que implica la reparación del vehículo o llantas, por lo que se tienen que sacrificar parte de los ingresos para la reparación o conseguir un préstamo, lo que todavía incrementa más el gasto por los interés que se deben pagar.
Y es que los daños a los vehículos son por lo menos ponchadura o un rin roto, sin embargo, el auto sufre una deterioración cronológica, ya que cada vez que cae en una de estas malformaciones sedimentarias, el automóvil se ve agredido por un golpe en la suspensión que poco a poco la destruye por completo, pues un amortiguador cuando cae en un terreno bacheado o pavimento destruido, la suspensión sufre una cantidad de fricción que en cualquier momento la hará estallar debido a la temperatura o a un golpe violento o en otros de los casos el salirse de la cinta asfáltica.
Y mientras pasan las lluvias, los conductores deberán soportar estas molestias, o al menos, hasta que los presupuestos aprobados para el reencarpetamiento por parte de las autoridades de comunicaciones sean utilizados correctamente.