#ArrierosSomos: EL DE HACIENDA, ANDA SOBRE “CABALLO DE HACIENDA”

+ Columna del C.P. Renato P. Vázquez Chagoya, director del Semanario Sotavento

Zona Sur

Renato P. Vázquez Chagoya - 2015-08-31

Decimos y siempre lo decimos, que la política es cosa de iluminados, de sabios o de irresponsables.
Los primeros son los que adivinan lo que va a pasar, sin que en su currículo aparezca haber sido funcionarios ni empleados públicos, pero que dicen que siempre le atinan a sus vaticinios y se atreven a fundamentar juicios sobre la problemática política, económica o social que estamos viviendo.
Los sabios, son aquellos que a base de estudiar lo que ya pasó, con las reservas del caso, opinan de lo que puede pasar, sin arriesgarse a afirmar sus conjeturas.
Y, los irresponsables, que parecen ser la mayoría, son los funcionarios públicos que dan sus vaticinios, sin fundamentarlos, sin argumentos sólidos, sólo porque lo sienten en su piel, en sus huesos o porque se oye muy bonito lo que dicen.
Aquí le pondré un caso de éstos últimos, horroroso para el país, porque lo que dicen es contrario a la verdad y porque es una atrocidad espeluznante para los ciudadanos mexicanos.
Veamos el caso del secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, con dos declaraciones que casi nos truenan las pocas neuronas que nos quedan.
Ahí les van.

El endeudamiento de estados y municipios

El pasado 17 de agosto del presente año, don Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público y dicen, asesor principal del presidente de la república Ernesto Peña Nieto, dijo, palabras más o palabras menos:
+ Que México no tiene endeudamiento crítico de estados y municipios.
+ Esto no representa actualmente un problema para las finanzas públicas.
+ Que las deudas que han alcanzado los gobiernos locales no es un asunto de presione la finanzas de México.
+ Que le preocupa la velocidad en que se han endeudado los estados y municipios en los últimos años.
+ Que el endeudamiento estatal y municipal es bajo con relación al Producto Interno Bruto.
+ Que el endeudamiento estatal y municipal es bajo en comparación a de otros países.
+ Que estados y municipios ya no podrán seguir adquiriendo más deuda.

No habrá aumento o nuevos impuestos

Y si lo que declaró el 17 de agosto fuera poco, el pasado 28 de agosto del año en curso, ante legisladores del PRI y del PVEM, destacó en un discurso:
+ Descarta que el gobierno federal contemple proponer nuevos impuestos o algún incremento a ellos.
+ Que esa es la intención del presidente Enrique Peña Nieto.
+ Que no habrá IVA para alimentos y medicinas.
+ Que el gobierno federal se “apretará el cinturón” para ejercer un menor gasto.
+ Que lo único que se aplicará de manera enérgica es una reducción del déficit fiscal.
+ Que a pesar de la devaluación del peso, no se advierte una burbuja inflacionaria.
+ Que los consumidores tienen su misma capacidad de compra.

Adeudos de estados y municipios

Sobre el primer punto. El del endeudamiento de los estados y municipios.
Dice el secretario de Hacienda que no es crítico.
¡Claro que no!
Para los estados y municipios no es crítico porque están financiando sus actividades con dinero ajeno, el de nosotros, a los que nos deben.
Veamos el caso de nuestro Estado, que tiene adeudos de hace más de tres o cuatro años, cuyos pagos no salen por más que los proveedores se encomienden a la virgen y a las once mil vírgenes. Para el Estado no es crítico porque están disfrutando de algo que no han generado. Es crítico para los proveedores y contratistas, porque no recuperan su dinero.
Agréguele a eso, que cuando requiere un proveedor o contratista su pago, siempre reciben la promesa de que “a fin de mes sale su pago”, “ya está programado”, “estamos contemplándolo en los próximos pagos”, etc…
Los municipios están peor. Como el Estado es el que tiene que depositarles sus “Participaciones Federales”, éstos llegan a cuenta gotas y apenas para pagar las nóminas de funcionarios de elección popular –que regularmente son altas- y de otros funcionarios de “confianza”, así como de los empleados sindicalizados, a los que no les pueden fallar.
De tal manera que los municipios tampoco tienen dinero y tienen que irse endeudando y haciendo malabares para salir de sus compromisos.
Hay ayuntamientos que todavía adeudan lo de la administración anterior, y por más promesas que hagan los presidentes municipales, nada más no pagan los adeudos que les heredaron o bien, no tienen la voluntad de pagar.
Y sí el Estado y los municipios no pagan, entonces los proveedores y contratistas no tienen dinero, empezando a contraer sus actividades, despidiendo personal y gastando sólo en lo esencial para subsistir.
Cierto, que para los Estados y municipios no es crítico su endeudamiento.
Es crítico para los que confiaron en recuperar su dinero, suministrando productos o servicios, o construyendo obras, que no recuperan con oportunidad.
Es crítico para la población que sufre porque no hay derrama económica, porque no hay circulante y, sufre, porque la economía sólo se mueve en documentos o en promesas.
El endeudamiento estatal y municipal siempre será crítico, porque es una entidad pública que debe someterse estrictamente a un presupuesto, que garantice el pago de sus necesidades. Ni un peso más. Salvo graves contingencias.
El endeudamiento estatal o municipal es grave, porque hipoteca el futuro de nuestros pueblos.
Todo endeudamiento es un robo al futuro de cualquier persona, negocio o institución.

Ni aumento ni nuevos impuestos.

¿Más impuestos?
Por supuesto que no. A menos que quiera el gobierno una revolución.
Si de por sí, de entrada, nos quitan el 16% de nuestros ingresos con el IVA, otro tanto con el Impuesto sobre la Renta; el que nos “clavan” en el consumo de gasolina, electricidad y gas, de tal manera que de cada peso, apenas nos dejan algo así como sesenta centavos. Sesenta pesos de cada cien y seiscientos de cada mil.
Aumentar o crear nuevos impuestos, sería como que el gobierno se ponga una pistola con el gatillo muy sensible en la sien y se meta en medio de una plebe vociferante y alterada.
Yerra el secretario de Hacienda al decir que no se han sentido los efectos de la devaluación en los precios de los productos del mercado mexicano.
¡¿Qué, qué?!
Se nota que el señor Videgaray Caso no acompaña a su mujer al mercado, porque ni con lo que diga ni con la publicidad de Soriana de que 250 mil productos “bajaron de precio” nos convence.
La realidad es que los hogares mexicanos están sufriendo el flagelo del incremento de precios, a tal grado de que los consumos familiares se han reducido visiblemente.
Dice el secretario de Hacienda que se ha controlado la inflación. Sí, pero a qué precio. No hay dinero circulante, entonces, ¿con qué compramos?
Las posturas del secretario de Hacienda, son verdades a medias, lo que equivale a una rotunda mentira.
Por eso decimos que el de Hacienda, va en “caballo de hacienda”.
Sí, él va bien, no sufre en sus emolumentos y no ve los impactos económicos que la mayoría sufre.
Lo de menos es desear que el cuaco que monta se le encabrite y lo tumbe.
Lo sentiremos porque al relinchar el caballo, también nos tocará a nosotros la sacudida y el porrazo que se dé el encumbrado político mexicano.
Hay que poner plumas en el piso para caer en blandito.

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